24/04/2024
UNA QUEMA AGRÍCOLA ES TAN DAÑINA COMO UN INCENDIO FORESTAL
Un incendio forestal es un fuego que se propaga sin control en el campo; producto de malas prácticas agrícolas, accidentes o de forma premeditada, en los cuales el humo y los gases contaminantes ponen en peligro la salud y vida de las personas, animales y destruyen propiedades y el medio ambiente, la quema agrícola tiene los mismos efectos.
Los daños que ocasionan los incendios forestales y las quemas agrícolas son los siguientes: Problemas a la salud humana, contaminación de fuentes de agua destrucción de la fauna silvestre, destrucción y fragmentación de los ecosistemas forestales, la erosión de los suelos, la desaparición de la cobertura vegetal y contribuyen a los efectos nocivos del cambio climático.
En el mundo de la apicultura, los incendios forestales y las quemas agrícolas, son siniestros que dejan un considerable impacto negativo en la vida de las abejas y en el desarrollo de las colmenas.
Debido a que las abejas se alimentan especialmente de la flora nativa y de los cultivos en los alrededores de los apiarios, los incendios representan una pérdida significativa para el ecosistema en el cual subexisten de las abejas. La pérdida de vegetación implicará que las abejas sobrevivientes no tendrán suficiente alimento y, sin alimentos, estas no pueden producir ningunos de los productos derivados de la apicultura como lo es la miel, la cera, el polen, el Propóleo y/o la jalea real.
Los incendios forestales y las quemas agrícolas, también son una amenaza directa al bienestar y protección de las abejas. Es importante tomar conciencia de que la muerte de las abejas tendrá como consecuencia la extinción de estos insectos importantísimos para la polinización de los alimentos para el consumo humanos. Esta crítica situación tendrá un efecto colateral que influirá en las frutas y los cultivos. Al perder una considerable cantidad de abejas durante los incendios forestales y las quemas agrícolas, la falta de estos insectos podría producir problemas en la polinización de las frutas, hortalizas, semillas y forraje para alimentar animales (Las abejas son las más eficientes polinizadoras), con un consiguiente impacto negativo en la producción comercial y por ende en la seguridad alimenticia de los seres humanos.
Así, la muerte de las abejas y la falta de alimentos influirán proporcionalmente en la baja producción de miel, ya que en los incendios y las quemas se pueden llegar a perder colmenas enteras llenas de miel. Aquellas colmenas que no hayan sido alcanzadas por las llamas se verán afectadas debido al humo, ya que este puede arruinar considerablemente la cosecha de miel restante, disminuyendo la calidad de esta para su comercialización.
En conclusión, las bajas en la producción de miel impactarán directamente en la economía de los pequeños apicultores y productores.
Aurora audioemisora y Apicultura Web Radio, comparten una lista de acciones para prevenir los incendios forestales y los efectos nocivos y dañinos de las quemas agrícolas. Estas acciones son:
• Evitar las quemas agropecuarias y forestales.
• Hacer uso responsable del fuego, aplicando todas las normas de seguridad para evitar su propagación.
• Mantener los bosques protegidos con rondas cortas fuegos, especialmente en la época seca.
• No arrojar fósforos ni ci*******os encendidos a la maleza.
• No hacer fogatas en los bosques.
• Concientizar a la población sobre el impacto negativo del uso irresponsable del fuego.
Es, entonces, imprescindible fortalecer la cultura de prevención de incendios forestales y agropecuarios en el país para garantizar la protección de las abejas, los pequeños productores y el medio ambiente para desarrollarnos como una sociedad más consciente y amigable con la flora y fauna.
Los apicultores utilizan un ahumador, para controlar a las abejas en las inspecciones así como en las labores de cosecha, ya que la utilización del humo permite al apicultor abrir la colmena y trabajar de forma más cómoda al encontrarse interrumpidas las respuestas defensivas de la comunidad: el humo enmascara las feromonas de alarma que emiten las abejas guardianas. Además, el humo induce a las abejas a pensar que existe un incendio que las obligará a abandonar la colmena, por lo que comienzan a alimentarse. Tal forzada ingesta provoca que su abdomen se distienda de forma que no pueden flexionar su cuerpo adecuadamente para clavar el aguijón.
Las abejas al creer que hay un incendio forestal, se agrupan todas al interior de la colmena, pero cuando el humo si es proveniente de un incendio forestal o de una quema agrícola, que hace que el humo no sea pasajero como cuando se usa el ahumador, este asfixia a las abejas, contamina las celdillas con crías matándolas, contamina la miel, el polen y la jalea real, provocando envenenamiento en las abejas, las cuales aún después del incendio forestal (Si es que no daño directamente a las colmenas) o de la quema agrícola, siguen muriendo. TODA MUERTE NO NATURAL DE LAS ABEJAS ES UN DAÑO MEDIOAMBIENTAL IRREPARABLE.
Hay que recordar siempre que las abejas, están en constante labor de pecoreo (Búsqueda de agua, de alimentos y resinas), es decir que Se llama pecoreo a la conducta de las abejas obreras de Apis mellifera o abeja doméstica que recolectan polen y néctar de la flora apícola de un determinado lugar geográfico.
También suele llamarse conducta de forrajeo; las forrajeadoras son las abejas obreras recolectoras que desarrollan esta actividad. La casta obrera al nacer pasa por diferentes estadios durante los primeros días dentro del nido o colmena. Limpian, alimentan a las larvas, producen cera para los panales y, por último, después de 20 días aproximadamente de los trabajos descritos se convierten en las pecoreadoras o forrajeras que traen el alimento a la colmena. Se dice normalmente que una obrera tarda 21 días en nacer, pasa 21 días en el interior de la colmena y luego como pecoreadora vive otros 21 días.
Una colmena con 10.000 abejas, que equivale a 4 a 5 marcos cubiertos con abejas en una colmena, tiene alrededor de un 10% de pecoreadoras, es decir apenas 1.000 abejas que salen a polinizar. Una colmena con 50.000 abejas que equivale a una colmena con su cámara de cría llena y el alza completa, tiene un 60% de abejas pecoreadoras que salen a polinizar y por lo tanto alrededor de 30.000 abejas que cumplen esta función. Es decir, una colmena vigorosa de 50.000 abejas equivale a 30 colmenas pequeñas de 10.000 abejas y las diferencias en los resultados en la polinización son evidentes.
Si bien las épocas de otoño e invierno, no son propicias para la polinización, si hay flores las abejas pecorearan para obtener agua, polen y resinas y, en base a los porcentajes de pecoreadoras por colmenas, quiere decir que en un incendio forestal o en una quema agrícola, primariamente ese porcentaje de abejas serán las primeras en sucumbir es decir entre un 10% y un 60% de las abejas, lo que implica un daño irreparable, ya que si las celdillas con nuevas crías se han envenenado, si consideramos que la abeja reina pone 1.500 a 2.000 huevos al día, si estos se han envenenados no habrán nuevas abejas para reemplazar a las abejas adultas que han mu**to ya sea pecoreando o aún en la colmena y, por ende la perdida será aún más grave.
Ahora un hecho de vital importancia, a tener muy en cuenta, hasta la llegada del otoño y el invierno. Los zánganos suelen vivir unas ocho semanas y, en ese tiempo, las abejas obreras satisfacen todas sus necesidades. En otoño, las abejas obreras expulsan a los zánganos de la colmena porque mantenerlos durante el invierno exige demasiado trabajo y comida. Y si gran parte de las nuevas crías y abejas mueren producto de las quemas agrícolas, no habrán Zánganos para copular con la Reina y considerando que la reina no realizara su vuelo nupcial en esas fechas y, es más si producto de la muerte de la reina por los efectos de la quema agrícola o un incendio forestal, no habrá postura de huevos, habrá que comprar una reina, es todo un proceso, es una cadena que si se rompe resulta fatal para las abejas y, por ende para la ecología y para los seres humanos.
Consideremos también, que como en otoño los zánganos son expulsados en su mayoría, quedan algunos para cumplir una función de gran importancia para la colmena, que es la de calentar a las crías, si las nodrizas y los zánganos mueren por los efectos de un incendio forestal o el humo de una quema agrícola, nuevamente podemos decir que es catastrófico para las abejas y, para el medioambiente y, obviamente para el ser humano, aunque se diga que estamos siendo repetitivos, debemos hacerlo, porque es la única manera de que la gravedad de este asunto, se empiece a tomar en serio y se tomen acciones concretas.
El asunto es simple en cuanto a la importancia de las abejas para la subsistencia del ser humano y, pondremos como ejemplo a la palta Hass o Zutano, número de frutos de palta has por inflorescencia con y sin abejas (Sin abejas: Hass 5 frutos – Zutano 4 frutos / Con abejas: Hass 284 frutos – Zutano 120 frutos), más claro no puede ser.
Para finalizar, conozcamos algunas de las siembras que se benefician de la polinización con abejas, para comprender su real importancia, ya que no solo son importantes para producir alimentos, pues la cadena entre las abejas y la agricultura es muy amplia y, el daño a las abejas influye directamente en el desarrollo de diversas actividades tanto agrícolas como de productos agroindustriales y, toda su cadena productiva.
Tipos de cultivos polinizados por abejas y, que se verían directamente afectados por el daño producido ya sea por incendios forestales, como por las quemas agrícolas.
• PLANTACIONES DE ÁRBOLES FRUTALES (Ejemplos)
- Árboles frutales de hoja caduca (árbol de manzana, Pera
- Árboles frutales de hoja perenne
- TODOS LOS ARBOLES FRUTALES, TALES COMO: Palta, Citrino
• CUCURBITÁCEAS (Melón, Sandía, Pepino, Zapallo / Calabaza)
• VERDURAS (Cebolla, Fresa)
• CULTIVOS INDUSTRIALES (Algodón, Girasol, Soja, Rap)
• CULTIVOS FORESTALES (Entre estos, los eucaliptos son polinizados principalmente por animales, con vectores que abarcan una amplia variedad de insectos, aves, marsupiales y algunas especies de murciélagos y, desde el punto de vista agronómico dentro de la polinización entomófila, la abeja (Apis mellifera L.) es el insecto más eficiente y manejable, debido a que es el principal transportador de polen, que contribuye con más del 90% de la polinización cruzada de todas las especies vegetales.
Las abejas, tienen una importancia tan grande, que la conservación de las abejas es prioritaria en los proyectos de conservación y restauración de los bosques nativos, debido a que las abejas son claves en el transporte de polen de especies de árboles relevantes. Además las abejas estimulan la reproducción y la resistencia de las especies nativas en ecosistemas degradados.
Y si los incendios forestales y las quemas agrícolas, son dañinas para las abejas domésticas, que son cuidadas por los apicultores, debemos pensar que el daño es aún mayor e irremediablemente irreparable, cuando hablamos de la perdida de las abejas nativas, que cumplen la misma función en menos cantidad, pero no deja ser importante para el medio ambiente.
Ahora esperamos, que se haya comprendido bien, del como las abejas desempeñan un papel muy importante en la mayoría de los ecosistemas terrestres y, que además son un componente clave en mantención y prevalencia de las comunidades de plantas silvestres y cultivadas. En Chile, la Apicultura es una actividad importante en la agricultura, no solo por los subproductos que la colmena de abejas genera, sino también por la prestación de servicios para polinización de frutales y semilleros de hortalizas”.
Es por ello que la quema de rastrojos agrícolas, debe ser totalmente prohibida y sancionada con dureza, la quema agrícola no debe ser considerada un delito, debe ser considerada un crimen ambiental, así como lo son los incendios forestales.