09/10/2023
TEMA: EL DIOS ETERNO (EL OLAM)
“…E invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno” (Génesis 21:33)
Para conocer verdaderamente a una persona usted debe pasar tiempo de calidad con ella. Abraham fue alguien que camino con Dios, porque, al llegar a Beerseba pudo conocerlo como Dios eterno.
Conocerle como El Olam trae un cambio en el comportamiento; vivimos en este mundo sabiendo que somos peregrinos (pues la verdadera ciudadanía es celestial), y hacemos todo con proyección a la eternidad. Nuestras acciones, palabras y pensamientos, son la materia prima con la cual construimos el hogar en la eternidad. Es vivir aquí como si estuviéramos en el cielo. Esa fue la experiencia de Enoc, séptimo en la genealogía después de Adán. “Caminó pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:24)
El escritor a los hebreos complementa diciendo: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Hebreos 11:5). Tanto Enoc como Elías no conocieron la muerte, y pudieron entrar en la dimensión de la eternidad, donde nuestro ser no se envejecerá jamás.
También señala la escritura que “Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él” (Mateo 17:1-3) Y el Apóstol Pablo al respecto dijo: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los mu***os serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”. (1 Corintios
15:51,52).
Al conocer al Dios eterno, Él nos hace participes de Su misma naturaleza, y mientras estemos en este mundo nos debemos preparar para cuando tengamos que partir a la eternidad. Dice la escritura de Abraham, que por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:9,10).
ORACION:
Señor, que yo hoy pueda conocerte como el Dios eterno, hoy quiero que me hagas participe de Tu naturaleza, deseo que mi vida esté preparada, para cuando tenga que partir a la eternidad contigo, que mis pensamientos, que mis emociones, y mis palabras sean la extensión de tu naturaleza divina.
DECLARACION:
“Por la fe en Jesús conocí al Eterno Dios y Él le dio vida a mi espíritu y sé que viviré con Él por la eternidad”.
BENDICIONES A TODOS NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS, UN FUERTE ABRAZO PARA USTED Y FAMILIA, SALUDOS.