13/10/2024
Hoy, cuando he despertado,
he notado que mi alma
gemía de tristeza y nostalgia.
Tal vez no haya asumido del todo
que ya no estás a mi lado,
a pesar de lo mucho que te necesito.
Eras mi fuerza, mi sostén espiritual,
y ahora me encuentro perdido
en una vida nada singular.
Todo me recuerda tu presencia.
La casa, los objetos que usabas,
hasta la fragancia de los perfumes.
cuyo olor impregnaba mis sentidos.
Estos aún ocupan el espacio
que tú les asignaste,
a pesar de que ya nadie los use.
Pero ¡Ay! si miro una foto tuya.
Tu rostro apacible calma mi locura.
Tus ojos grises se clavan en mi
acelerando mi corazón,
mientras tus labios me llevan
a soñar, con un beso de tu boca.
Mi imaginación sufre al recorrer
por los laberintos de tu cuerpo.
Sendos y sagrados senos
que fueron leche y miel
para nuestros hijos,
y eterno paraíso para mí.
Luego, una blanca y larga planicie
que conduce a tu bastión,
que una selva virgen ocultó.
Pero todo ello, a pesar de ser importante,
no quita que en mi imaginación
siga echando en falta otras cosas.
El sonido de tu dulce voz,
susurrándome palabras de amor.
Unos cálidos brazos dándome cobijo
cuando en los momentos de tensión,
el cansancio me abatía
y tenía que recuperar mi emoción.
Tus blancas y dulces manos,
que suavemente me acariciaban
extasiándome de placer.
Me duele en el alma tu pérdida.
Sé que es ley de vida
pero eso en nada quita,
que jamás te olvidaré.