24/06/2024
Estimada selección boliviana de fútbol:
Te perdono por la derrota frente a U.S.A., no es culpa tuya que la mediocridad sea el sinónimo a tus actuaciones. Perdono el bajísimo rendimiento de tu “elenco”. Perdono la pobreza de interpretación, el físico deficiente, la debilidad de mente, la “anemia”, los dirigentes deprimentes y la ausencia de inteligencia. ¿Cómo no perdonarte? Si hace dos décadas la ignorancia gobierna a este país. Es comprensible que la corrupción te haya alcanzado pues ese es el único negocio que funciona para el Estado. ¿Cómo esperar habilidad y capacidad de tus jugadores? Si en décadas la “industria pública” se convirtió en un cementerio de elefantes blancos. ¿Integridad? ¡Por favor! es imposible; cuando a diario escuchamos discursos absurdos, obscenos, carentes de raciocinio y verdad. No puedo esperar que ganes un solo partido, si tu liga nacional está vendida a casa de apuestas, ¡está claro! ¡No les importa el fútbol!
Toda la atención y el dinero desperdiciado de la F.B.F. debería depositarse en las artes, cultura, turismo o incluso en otros deportes en los que brillamos por el mundo.
Te perdono selección boliviana, porque no es tu culpa que el ministerio de salud y deportes sea un premio prevendalista o un antro de turno. No es tu culpa que hayan contaminado tu esencia, tu espíritu y tus piernas.
Lo que no puedo perdonarte es la falta de valor, la cobardía de no sudar la camiseta; la hidalguía de entrar a la cancha para matar o morir; no te lo perdono porque el boliviano, pese a vivir sumidos en la decadencia que nos gobierna, a pesar de la burocracia, el centralismo, la corrupción, el robo descarado de nuestros recursos: somos guerreros. Nos levantamos día a día a matar o morir en las calles, los mercados, en el empresariado asfixiado, los independientes abusados por impuestos, odio y resentimientos de los que gobiernan sin más títulos y credenciales que polvos blancos y hojas sagradas. No te perdono la falta de sangre pues; pueden ser “cojos” pero, ¡son bolivianos! ¡Carajo! Y un boliviano enfrenta la adversidad sin miedo, con garra y las ganas de vencer un día más.
Si no pueden al menos dejar todo en la cancha, no merecen ser la selección de los bolivianos.
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