02/12/2024
| Pareciera ser que tenemos los salteños, un gobierno en estado de obnubilación, deshilachado, herido y sangrente, inmerso en un laberinto en el que no encuentra salida.
Grandes anuncios sin sustento lógico, sin reacción, puro marketing, con un séquito de aplaudidores seriales, que poco, muy poco aporta. Solo sí buana, lo que usted mande
Con una provincia que no deja de sangrar, con una infraestructura muy pobre, con un sistema de salud endeble, con una producción que desconocemos los salteños, con un avioncito que no para de volar, con una pauta publicitaria atesorada bajo siete llaves, policías que se suicidan, terrible, policías que reprimen, narcocriminalidad, sospecha de narcoestado.
Violencia en aumento, con crecimiento de adicciones, salteños que no comen carne, niños que no toman leche, niños que no hacen las cuatro comidas.
Duro, difícil panorama. Sin embargo, tenemos a un gobernador que le canta al oído a una señora empanadera, algo vergonzoso y desubicado. Aunque claro está, que si cantando, aunque a veces desafine, solucionara los graves problemas de los salteños, hasta yo le haría el coro, bienvenido sea, no tenga dudas, pero lamentablemente no es así.
Nada es para siempre, le salió bien con Macri, le salió bien con “alverso”, pero ahora con Milei, nada por aquí, nada por allá, no hay plata.
La vida no es lineal, tiene altos y bajos. Más que nunca se trata de prioridades, famosa palabra no aplicada. Prioridades que no deben ser como las del trencito y el carrusel o los 10 mil lotes anunciados en pandemia, o como ahora el polo deportivo que costaría 43.000 millones de pesos.
Ética y transparencia, de eso se trata. Se derrama de arriba hacia abajo y no es ‘yo hago lo que yo quiero’.
Ante la presencia de un posible foco de corrupción, se lo debe sofocar de raíz, de cuajo, inmediatamente. No sirven las pausas de silencio. No basta con cambiar a todo.
Urge y es indispensable una introspección de quien dirige y manda en el Gobierno y delinear un plan fortalecido por la ética, la transparencia y el orden.
Delinear un plan es fundamental, porque si se equivocan, correrían el gran riesgo del Titanic, en esa película, Jack murió.
*Por Turi Mangione