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Datos Finales Elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Para Candidatos a Intendente y Vice.Datos TOTALES Escrutini...
14/08/2023

Datos Finales Elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Para Candidatos a Intendente y Vice.

Datos TOTALES Escrutinio Provisorio en 21 mesas escrutadas, de un total de 21 (todas).

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Para Candidatos a Intendente y Vice.Datos parciales en...
14/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Para Candidatos a Intendente y Vice.

Datos parciales en 20 mesas escrutadas, de un total de 21 mesas.

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Para Candidatos a Intendente y Vice.Datos parciales en...
14/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Para Candidatos a Intendente y Vice.

Datos parciales en 17 mesas escrutadas, de un total de 21 mesas.

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Para Candidatos a Intendente y Vice.Datos parciales en...
14/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Para Candidatos a Intendente y Vice.

Datos parciales en 14 mesas escrutadas, de un total de 21 mesas.

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Para Candidatos a Intendente y Vice.Datos parciales en...
14/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Para Candidatos a Intendente y Vice.

Datos parciales en Mesas escrutadas (12 mesas del total de 21).

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Datos parciales en Mesas escrutadas Nro 1214, 1207, 12...
13/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Datos parciales en Mesas escrutadas Nro 1214, 1207, 1201, 1202, 1203,1204, 1212,1215, 1216. (9 mesas del total de 21)

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín.

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín. Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertado...
13/08/2023

Datos Preliminares elecciones PASO 2023 en Libertador San Martín.

Fuente: Centro de Cómputos Unidad Vecinal de Libertador San Martín, escrutadas 5 de las 21 mesas locales.

DATOS PRELIMINARES en Libertador San MartínA las 20: 15, con cuatros mesas escrutadas de las 21 mesas locales, los datos...
13/08/2023

DATOS PRELIMINARES en Libertador San Martín
A las 20: 15, con cuatros mesas escrutadas de las 21 mesas locales, los datos son los siguientes 👇

24/11/2021
23/11/2021

Sin casos Covid en Ldor San Martín

10/11/2021
LA UNIÓN VECINAL DE LIBERTADOR SAN MARTÍN CONVOCÓ A ASAMBLEA PARA EL 11 DE NOVIEMBRE CON EL FIN DE ELEGIR NUEVAS AUTORID...
03/11/2021

LA UNIÓN VECINAL DE LIBERTADOR SAN MARTÍN CONVOCÓ A ASAMBLEA PARA EL 11 DE NOVIEMBRE CON EL FIN DE ELEGIR NUEVAS AUTORIDADES

El Congreso Partidario de la Unión Vecinal, agrupación política vecinalista que hoy ejerce el gobierno en Libertador San Martín, emitió el pasado 25 de octubre un Comunicado realizando la Convocatoria oficial al Congreso Ordinario (Asamblea) a realizarse el próximo jueves 11 de noviembre a las 20 hs en el Centro Recreativo Municipal (CRM).

La Convocatoria oficial dice textualmente:

Asunto: Convocatoria para Congreso Ordinario 2021

Libertador San Martín, 25 de octubre de 2021

Estimado Afiliado:

El Congreso Partidario de la Unidad Vecinal convoca a todos sus afiliados para la celebración del Próximo Congreso Ordinario, que se celebrará el jueves 11 de noviembre del corriente, en el Salón Polideportivo del Municipio, sito en Sarmiento y Buenos Aires de la localidad de Libertador San Martín, a las 20:00 horas, con el siguiente orden del día:

1. Lectura y aprobación del acta anterior.
2. Debatir, modificar y aprobar la Memoria, el Inventario, el Balance General, la Cuenta de Gastos y Recursos y el Informe del Tribunal de Ética, Disciplina, Electoral y de Contralor.
3. Escuchar y aprobar los informes de los representantes gubernamentales que el partido posee: Presidente Municipal y Presidente del Concejo Deliberante.
4. Aprobar el plan anual de acción política partidaria.
5. Aprobar la planificación anual del Ateneo de Políticas Públicas y de Formación Política.
6. Elección de los cargos renovables del Consejo Directivo año 2020. A saber: Presidente del Consejo Directivo, Secretario de Juventud, Secretario de Formación Política.
7. Elección de cargos renovables del Consejo Directivo año 2021. A saber: Vicepresidente del Consejo Directivo, Secretario de la Tercera Edad, Secretario de Acción Política.
8. Tratamiento de renuncias y elección de autoridades en reemplazo: Secretario General del Consejo Directivo, Presidente del Tribunal de Ética, Vocal del Tribunal de Ética, Ateneo de Políticas Públicas y Formación Política.
9. Elección de cargos renovables del Congreso Partidario. A saber: Presidente, Vicepresidente y Secretario.

Benjamín Reichel, Presidente
Vanina Bernhardt, Secretaria



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EL CEMENTERIO PARROQUIAL DE LIBERTADOR SAN MARTÍN TIENE NUEVA OFICINA ADMINISTRATIVA EN EL CENTRO DE LA CIUDADA partir d...
03/11/2021

EL CEMENTERIO PARROQUIAL DE LIBERTADOR SAN MARTÍN TIENE NUEVA OFICINA ADMINISTRATIVA EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

A partir del 1º de noviembre, la oficina de la Administración del Cementerio Parroquial de LSM, estará atendiendo en 9 de Julio 32, Local 5, en el horario habitual de, lunes a jueves de 8:30 a 12 y de 14:00 a 17:00. Tel. 4910 486.



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Crónicas de Libertador San Martín Nº 26LA HISTORIA DE DON BONIFACIO ANTONIO DURO, EL QUINTEROPor el Dr. Raul SchneiderDe...
02/11/2021

Crónicas de Libertador San Martín Nº 26

LA HISTORIA DE DON BONIFACIO ANTONIO DURO, EL QUINTERO

Por el Dr. Raul Schneider

Desde su fundación tanto el Colegio como el Sanatorio dependían de la producción local de hortalizas y verduras para proveer los comedores porque dado el lugar remoto donde se encontraban y la precariedad de los caminos era lo más conveniente. Por lo tanto, el encargado de la huerta era un eslabón importante en la provisión de alimentos y su trabajo daba equilibrio contable a las finanzas.

Una cálida tarde de otoño me dirigí a una casa de barrio Camarero para entrevistar un querido matrimonio que supo ganar el corazón de muchos de los alumnos que trabajaron en lo que era la enorme huerta del Colegio. Ellos podrían informarme de cómo eran los trabajos en esa área.

Allí me encontré con Don Bonifacio Antonio Duro, ya cercano a los noventa años, y su esposa Clara Perla Lange Erbes. En la fragante frescura de su jardín que luce una alfombra de césped, bien atendido por su nieto Edgard, y contemplando la pequeña huerta que todavía, no sin dificultad Duro cultiva, nos dedicamos a tratar de recuperar recuerdos de sus años mozos y las razones que lo trajeron a Libertador San Martín.

Antes de llegar para trabajar en Libertador en el año 1973, Duro administraba un campo perteneciente a un primo de mi padre, Enrique Weiss quien fuera padre del Dr. René Weiss, bioquímico y jefe de laboratorio del Sanatorio Adventista del Plata (SAP) por muchos años. Entonces, sin haberlo planeado, esta entrevista me reveló además algo de la vida de los primos de mi padre cuyos campos estaban vecinos a lo que fue la primera iglesia adventista de Argentina en la zona vecina a Camps.

Antonio dejó la escuela a los 11 años y empezó a trabajar como peón. Conoció a Enrique a los 17 años, cuando éste fue a Viale en busca de un peón de patio para ayudarle en su granja. Duro había trabajado para Alejandro Bernhardt, un pariente de su futuro patrón y lo había recomendado. La contratación fue muy simple. Enrique simplemente le preguntó - ¿Cuánto te pagaban? – 40 pesos fue la respuesta. - Bien, yo te pagaré 90 si trabajas tan bien como dice mi pariente – fue la generosa oferta que recibió.

Eso fue todo. Así que partió con su muda de ropa y una frazada para comenzar su nueva vida en la granja de Weiss. En este punto del relato Duro se emocionó y sus ojos lagrimearon al recordar la sorpresa que se llevó cuando a la hora de comer lo sentaron a la mesa con toda la familia del nuevo patrón.

Siendo yo un pobre negro - me comentó – estaba sentado comiendo con esta familia que me trataba como un hijo. ¡Sus hijos rusos rubios y este negro de Viale en la misma mesa!

Cuando se cumplió el mes de trabajo su patrón le preguntó - ¿Vas a ir a visitar a tu madre? Y ante la respuesta afirmativa le dijo, para su sorpresa y alegría – Mi pariente es testigo de que prometí pagarte 90 pesos si trabajabas bien, pero lo has hecho tan bien que te voy a dar 120.

Así fue creciendo la amistad de Duro con los Weiss que eran como su familia. La hija, Noemí Weiss fue su maestra en la casa y Antonio se alfabetizó completando la escuela que había abandonado.

Trabajando con Weiss, Antonio fue entrando en la adultez y de repente se encontró con el amor que vino de la proposición de un tío de la futura esposa. Alejandro Erbes le dijo un día – Tengo una sobrina que quiero que se case con vos porque sos muy trabajador.

Pero, así como el tío lo quería en la familia, a la futura suegra, todavía con los viejos prejuicios de los alemanes no le hacía mucha gracia que su hija rubia se casara con un negro. Sin embargo, los prejuicios fueron vencidos y se formó la familia. Desgraciadamente esa relación de amor se cortó, hace poco tiempo, el 1 de mayo de 2021 cuando Clara Perla pasó al descanso.

Bonifacio sin ser rico tenía un pasar holgado con la paga que recibía. Pero don Enrique Weiss no estaba tan tranquilo y quería asegurar un mejor futuro para su empleado y amigo.

Un día nos fuimos en carro a Ramírez para ver si había alguna casa - me contó - porque Don Enrique me decía, tenés que tener un techo para el futuro.

En ese viaje no encontraron nada, pero al poco tiempo Enrique volvió al ataque y vino a decirle que había una casa en Crespo que era una oportunidad y que debía comprar así podía alquilarla y tener una entrada extra. Cuando Duro le pregunto ¿Cómo voy a hacerlo siendo peón? Enrique le devolvió la pregunta - ¿Cuánto tienes? - 30.000 fue la respuesta.

No se hable más fue la terminante sentencia de Enrique. Mañana hacemos el negocio, yo te ayudo con el resto y vemos como me lo devuelves. Así, sin más Bonifacio Antonio se hizo propietario y comenzó a percibir una renta de su inversión.

Años después Enrique vino con otro negocio. Le propuso que comprase un terreno en Crespo y edificase algo más pequeño. – Imagínese – me contaba – después que yo hacía el ordeñe se venía en carro conmigo a Crespo para ayudarme a hacer los cimientos (porque sabía de construcción) con eso ahorramos y luego contraté un albañil para las paredes. ¿Qué patrón hace eso?

Esta conversación con Duro fue toda una revelación para mí. Sabía que como mi padre, estos parientes eran hombres rectos, de principios y “al pan, pan y al vino, vino”. También conocía la actitud ahorrativa y frugal de la familia, pero desconocía esos gestos generosos, anónimos, no publicitados que los mostraban muy diferente a la idea de “rusos pijoteros” que le habían endilgado. Es que la actitud de Enrique era la de un correcto patrón cristiano que velaba por el progreso de sus colaboradores. En ese momento decidí que también debería incluir en un futuro alguna crónica sobre los primos de mi padre ya que gran número de ellos fueron también ciudadanos de Libertador San Martín en los inicios de la localidad.

Con el paso de los años Enrique decidió tomar las cosas con más calma e instalarse cerca del Sanatorio donde trabajaba su hijo. Hizo su casa en Libertador y entonces Bonifacio Antonio Duro quedó a cargo de la granja.

Así fueron las cosas hasta que en 1973 el patrón Enrique Weiss llamó a Duro para comentarle que dado que sus hijos no volverían a la chacra ya que tenían sus profesiones había decidido vender la propiedad. También había averiguado y sabía que en el Colegio necesitaban gente para la huerta y que si le interesaba podía recomendarlo porque sabía cómo trabajaba.

Bonifacio Antonio Duro, su esposa Clara Perla y su hijo Abel que tenía entonces 14 años se mudaron entonces a Libertador en 1973. Gracias a las previsiones de Enrique pudo vender su casa en Crespo y con el capital construyó una casa y también tuvo “su techo” en Libertador.

Antonio en la huerta, y bajo la dirección de don Ricardo Benech, comenzó a aprender los secretos de la producción de hortalizas. Para él fue toda una experiencia manejar las minúsculas semillas de los vegetales cuando toda la vida había ordeñado y manejado semillas grandes como las de maíz y trigo. Me contó que la primera vez que tuvo que sembrar un tablón de lechugas las semillas se le terminaron a la mitad de la tarea. Eran semillas tan pequeñas que no las podía distribuir muy bien. Después de algunas equivocaciones aprendió al fin cómo lidiar con todas ellas.

En esos años toda la verdura que se consumía en el Colegio y la villa era producida en la vecindad de lo que hoy es el Club 3C. Había tanta producción que también se llevaba a Diamante y en el mercado de Santa Fe la cambiaban por fruta para proveer al comedor del Colegio.

Enormes tablones de verduras, remolachas gigantes, zanahorias del tamaño de una botella de litro, zapallos de 30 kilos y todo tipo de hortalizas eran el producto del trabajo de Duro y sus muchachos. En los desfiles del día del pueblo un acoplado repleto de verduras exhibía a los ciudadanos lo que los alumnos podían producir bajo la dirección de un buen maestro.

Clara Perla trabajaba en la farmacia del Sanatorio, pero eso no impedía que su amor de madre preparase alguna comida extra para los muchachos que trabajaban con su esposo cuando la tarea los demoraba en la huerta hasta que ya no había luz. Todos destacan la capacidad de trabajo de Duro y la bondad y la cocina de Clara Perla.

Un lector de la anterior crónica, Fernando Mansilla, que vive en el Sur dejó un comentario sobre don Benech y además agregó que trabajó con Duro y vivió un año con ellos. Como esa circunstancia no me fue comentada por la pareja, volví para interrogar a Duro, pero no se acordaba - Perla tenía mejor memoria me dijo, ella seguro te informaría.

Gracias a la maravilla de la digitalización pude comunicarme con Fernando y este es su testimonio:

“Yo fui a estudiar al CAP en el año 1983, a hacer secundario como 4to becario desde Bariloche. Tenía 18 años. Ese año lo conocí a Don Duro ya que me tocó trabajar en la huerta. Parecía una persona ruda ya que era muy serio, pero en el fondo muy sencillo. Trabajador como ninguno. Tremendo era verlo trabajar. Nosotros todos jovencitos a los que tenía que arriar por poco. Al volver en el año 1985 los fondos no eran suficientes para estar internado y se me ocurrió hablarle a Don Duro y explicarle mi situación. No dio muchas vueltas para aceptarme en su casa. Ya que alguna buena impresión había dejado mi paso por la huerta. Solo pidió que respetara sus condiciones, de buena conducta. Los viernes era encontrarnos para recibir el sábado compartir unas ricas tortas que hacia Clara. ¡Qué ricos ribelcuchen qué hacía!”.

Ese fue su testimonio escrito, luego nos comunicamos telefónicamente y allí me dio más detalles. No estaba solo, sino que compartía alojamiento con otro estudiante cobijado también por los Duro. Poco estaban los muchachos en la casa durante la semana porque entre los estudios y algunas changas que buscaban para contribuir un poco con los gastos se les pasaban los días. Pero los viernes de noche cuando dejaban sus tareas todos se encontraban y vivían un ambiente de familia mientras disfrutaban de las habilidades culinarias de Clara.

Este testimonio de alguien que compartió tiempo íntimo con ellos marca la pauta de la generosidad desinteresada del matrimonio. Una familia que llegó para potenciar algo tan sencillo, pero tan importante como la provisión de verduras. Ellos supieron repartir entre otros las bendiciones que Dios ponía en su camino y son recordados por muchos de los alumnos industriales que en esos años podían ganar sus estudios con el trabajo de sus manos y por los vecinos recién llegados que recibían alguna torta rusa u otro alimento que salía del horno de Clara Perla para darles la bienvenida.

Ellos manifestaron durante la entrevista del otoño estar agradecidos a Dios por la vida que habían tenido, y nosotros agradecemos tener vecinos que siguen la enseñanza de Jesús en Mateo 10:8 “de gracia recibisteis, dad de gracia”.

(*) Observaciones: Acompañamos con 8 fotografías alusivas a la Crónica de hoy.



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Crónicas de Libertador San Martín Nº 25LA HISTORIA DE ONELDO BOIDI; EL LADRILLERO Y SU CAMIÓNPor el Dr. Raúl SchneiderHa...
26/10/2021

Crónicas de Libertador San Martín Nº 25

LA HISTORIA DE ONELDO BOIDI; EL LADRILLERO Y SU CAMIÓN

Por el Dr. Raúl Schneider

Hasta hace poco tiempo atrás, a pocos metros de las esquinas de Rivadavia y Bartolomé Mitre, ya corroído por el paso del tiempo, desinfladas sus ruedas, cuarteada su pintura sin brillo, descansaba inmóvil, en el único terreno baldío de la cuadra lo que en su tiempo fuera un orgulloso camión Ford modelo 1967.

Los que lo conocimos en sus tiempos de gloria recordamos ese camión rojo cargado de ladrillos que don Oneldo Boidi conducía a las diferentes edificaciones que se iban levantando en la Villa.

Nuestro pueblo, nacido en 1898 por el tesón de visionarios a quienes se les ocurrió iniciar un proyecto educativo en lo que eran en su tiempo campos de trigo, no ha parado de expandirse. Desde los comienzos siempre ha habido gente llegando para participar de esa quimera.

Creo que ninguno de los pioneros, aunque eran hombres de fe, pudo imaginarse el crecimiento sin pausa de este lugar. Podemos decir, con seguridad, que siempre hubo algo en construcción en nuestro pueblo, por lo que la provisión de ladrillos era algo indispensable para lo que se estaba gestando.

Por suerte había en la localidad un especialista que conocía donde conseguir esos ladrillos duros como piedras, de color negro rojizo, que sonaban con eco metálico al golpearlos… y también los había “bayos”, más pálidos, sin sonido y más frágiles, débiles y por lo tanto se usaban para rellenos y cosas menores. Cada ladrillo con sus cualidades, y don Oneldo discutiendo con los albañiles la calidad de su carga.

Cuando empezaba el otoño veíamos ese mismo camión cargado de leña traída de los montes del norte de la provincia. Es que antes de la llegada del gas natural la calefacción de las casas la proveían las salamandras. Don Boidi nos brindaba el combustible cortándolo al tamaño adecuado en una sierra ubicada en ese mismo baldío. En asunto de leña la de mejor calidad era la del ñandubay y más aún si era ñandubay “campana”.

¿Cómo y porqué llegó esta familia a la Villa? ¿Que trajo estos emprendedores aquí?

Fruto de familias inmigrantes humildes, honradas y trabajadoras, Oneldo Olivio Boidi y Vilma de los Milagros Galizi comenzaron su vida juntos en Felicia, provincia de Santa Fe, el 23 de junio de 1951 después de un noviazgo de 2 años.

Privados del privilegio de una educación más allá de la escuela primaria pusieron entonces todo su esfuerzo en la idea de brindar a sus hijos una educación superior.

Orlando, Rubén y Mónica fueron naciendo mientras la pareja se desempeñaba en la atención de un campo perteneciente a la familia Erbes, que tenía entonces parientes trabajando en el incipiente Colegio Adventista del Plata.

En la década de los 60 recibieron un día la visita del entonces director del Colegio Adventista del Plata (CAP), don José Tabuenca y de su gerente don Benjamín Treyer. Venían a entrevistarlo con una oferta de trabajo para desempeñarse en el tambo y cabaña del Colegio. En esos años don José Tabuenca, un visionario adelantado a su tiempo, estaba trabajando con un proyecto modelo para la producción de vacas lecheras y mejoramiento de los rodeos.

Había conseguido traer reproductores de los Estados Unidos lo cual despertó mucho interés entre los tamberos locales en su tiempo. Al igual que anteriormente con el director Marshall los animales de la cabaña del Colegio ganaban premios en las exposiciones donde se presentaban. Alguien había recomendado a Oneldo como persona competente para el cuidado de esos valiosos ejemplares, por lo cual don José, hombre de acción, decidió viajar para evaluarlo personalmente.

De pronto se presentaba ante Vilma y Oneldo la oportunidad de poder cumplir con el propósito de mejor educación para sus hijos. Aceptaron gozosos la oferta y como tantas otras familias llegaron a la Villa en 1965, aportando su granito de arena al proyecto educacional y sanitario que se gestaba entre estas colinas entrerrianas.

En 1970 Oneldo dejó de trabajar en el tambo, pero no se fue del pueblo pues sus hijos estaban estudiando en el Colegio Adventista del Plata y con Vilma decidieron apostar por la educación y progreso de sus hijos.

Durante la entrevista me confesó que esos años fueron difíciles. Vilma trabajaba en la cocina del Sanatorio y Oneldo intentaba con poca suerte algunos otros medios de vida, entre ellos un taller de bicicletas.

Con sus amigos Linton Krumm y Samuel Buchert ensayaron unirse a una pequeña industria local, tal vez la primera que surgió en la colina; Jugos Ernefa.

A pesar del empeño que ponen en su proyecto, ubicado al final de la cortada Williams el emprendimiento fracasa. La marca y fórmula se vende y la sociedad se disuelve. Entre los remanentes de la empresa hay un camión Chevrolet 1957. Don Boidi lo toma como parte de sus beneficios societarios y comienza la tarea en la cual lo conocimos la mayoría de nosotros.

Hacía todo tipo de transportes desde mudanzas y acarreo de mercaderías hasta lo que llegó a ser su especialidad: leña y ladrillos. Con el tiempo se hizo conocedor de los ladrilleros de la zona y de la calidad de sus productos y se relacionó con quienes se dedicaban a talar monte y vender la leña en el norte de la provincia. Leña campana y ladrillos de eco metálico, sus mejores productos.

La tarea más difícil, sin embargo, me contaba, era la de acarrear tierra para relleno de construcciones. Era una tarea que hacían a mano, punteando con pala y arrojando sobre el camión y descargando también manualmente. Pensar en máquinas era una utopía.

Dado sus esfuerzos pudo cambiar su camión Chevrolet por el Ford 67 que reposaba hasta hace poco en el baldío contiguo a su casa. Pero tanto trabajo y esfuerzo tuvieron su costo. Aunque siempre gozó de buena salud sus caderas comenzaron a fallar, se convirtió en mi paciente y debió ser operado para recibir prótesis totales de cadera en el 2000 y 2001.

Al sentirse bien, a pesar de mis consejos médicos y tener ya 74 años y dos caderas artificiales volvió a un ritmo intenso de trabajo por muchos años más hasta que las prótesis, después de soportar los saltos desde la caja del camión y cumplida su vida útil comenzaron a fallar y tuvo que quedarse quieto lo mismo que su querido camión rojo.

Junto a su esposa Vilma, jubilada después de años de trabajar en la cocina del Sanatorio entró en un ritmo de vida más sosegado. Cuando fui a entrevistarlos estaban compartiendo un momento de estudio de las Sagradas Escrituras en la mesa de la cocina.

Es en ese ambiente cálido y acogedor donde pasaban la mayor parte del día. El ladrillero, con sus 93 años, impedido de movilizarse libremente al igual que su vehículo, tiene tiempo para recordar los viajes y las actividades realizadas con su camión rojo.

Pasan por su mente los momentos en que su camioncito se convertía en ómnibus para los estudiantes que salían a visitar las iglesias cercanas. Acomodaban unos tablones que se usaban de asiento y partían gozosos. No había restricciones o prohibiciones para desplazarse de ese modo ni tampoco mucha preocupación por el viento o polvo.

Rememora la amistad de los ladrilleros que conoció y que ya no desempeñan ese trabajo porque ahora todo es ladrillo cerámico… ¡y las víboras escondidas entre los montones de leña que más de un susto le dieron! Momentos vividos en su trabajo de transportista por los polvosos caminos de la provincia y la satisfacción de haber educado profesionalmente a sus tres hijos los cuales han formado parte del personal de la ahora Universidad en algún momento de sus carreras.

Los Boidi representan un sueño de educación que se cumplió en esta localidad, lugar de encuentro de ciudadanos con anhelos de progreso que no para de crecer porque la superación sigue siendo la meta de los emprendedores.

Proverbios 22:29 ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición.

Nota: Oneldo Boidi falleció el 9 de noviembre de 2020.

(*) Observaciones: Acompañamos con 5 fotografías alusivas a la Crónica de hoy.



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LA ESCUELA PORTAL DE LA ESPERANZA REALIZA LA FERIA DE LA INCLUSIÓN La actividad se desarrollará hoy miércoles 20 de Octu...
20/10/2021

LA ESCUELA PORTAL DE LA ESPERANZA REALIZA LA FERIA DE LA INCLUSIÓN

La actividad se desarrollará hoy miércoles 20 de Octubre, en el horario de 10.00 a 12.00 en la Peatonal 9 de Julio.

Una gran jornada para acompañar a los jóvenes de la Escuela local.

Crónicas de Libertador San Martín Nº 24LA HISTORIA DEL MONTE DE DURAZNOS Y LOS JARDINES DEL COLEGIO (CAP)Por el Dr. Raul...
19/10/2021

Crónicas de Libertador San Martín Nº 24

LA HISTORIA DEL MONTE DE DURAZNOS Y LOS JARDINES DEL COLEGIO (CAP)

Por el Dr. Raul Schneider

A partir de la esquina de las calles Mitre y Buenos Aires, donde ahora hay elementos para hacer gimnasia, se inicia la vía aeróbica hacia el puente blanco. Los pocos y añosos árboles de ciprés que todavía se conservan a su vera son restos de una antigua barrera de viento. Ésta se plantó para proteger lo que fue la quinta de duraznos del Colegio Adventista del Plata (CAP) que ocupó en los 70 parte de lo que hoy es el loteo de la Universidad. Su frente sobre la ruta se extendía más o menos desde esa esquina hasta la calle hoy nombrada J. Dupertuis. Exactamente donde terminan los añosos cipreses y comienza una plantación de casuarinas a la vera del camino.

En la primavera, todo ese monte con sus hermosas flores rosadas atraía gente que venía a admirar esa maravilla. Cuando las flores caían se formaba sobre el suelo una alfombra color rosa viejo mientras en las ramas iban brotando las hojas de color verde nuevo. Desde sus inicios el colegio promovió la plantación de árboles frutales, pero posiblemente este último monte fue el mejor logrado. Eran duraznos de la variedad Rey del Monte, deliciosos y fáciles de desprender del carozo y algunas otras variedades de las que no recuerdo el nombre. Eran muy apreciados por los vecinos aficionados a preparar conservas de duraznos al natural y además eran material necesario para la fábrica de conservas y dulces montada en ese entonces para proporcionar trabajo y recursos a los estudiantes.

Es interesante notar que los motivos que trajeron a la mayoría de los quinteros a desempeñarse en los campos del Colegio fue el anhelo de los padres para dar una educación adecuada a los hijos. Tenemos información que la llegada de don Andrés Tabuenca en 1922 se debió a ese anhelo. Otros padres optaron por trasladarse a nuestro pueblo, unir su esfuerzo a las instituciones y dar oportunidades de educación a sus hijos. El caso de la familia Benech no fue diferente, el matrimonio aspiraba a que sus hijos tuvieran una educación cristiana cabal y se sacrificaron en pos de ese ideal.

Entre los primeros adventistas de Sudamérica hay muchos que originariamente fueron valdenses, grupo humano muy perseguido por la contrarreforma. Al emigrar buscando especialmente libertad religiosa se radicaron tanto en Argentina, al norte de la provincia de Santa Fe, como en Uruguay donde dieron origen a la Colonia Valdense y Nueva Helvecia. Eran del Piamonte y los que venían de Italia hablaban el dialecto Patois, una mezcla de francés e italiano antiguos. Había también otros valdenses de origen suizo que hablaban alemán. Gente espiritual y muy trabajadora dieron buen uso a la tierra donde se afincaron. Especialmente en Uruguay se especializaron en frutales además de hortalizas, vacas lecheras y fabricación de quesos.

Entre los valdenses de apellidos alemanes podemos distinguir a Luis Ernst que fue en 1898 el primer alumno del Colegio, y también Josefina Ernst, mi abuela, que se graduó de enfermera en 1912 en la primera promoción del Sanatorio Adventista del Plata (SAP), ambos uruguayos. Entre los valdenses que hablaban patois se cuenta a don Ricardo Benech, el creador del increíble monte de duraznos que disfrutamos por años.

En la República Oriental del Uruguay los padres de Ricardo Benech, y también los de su esposa Olga Dreher, ya eran adventistas cuando los jóvenes se conocieron. Ambas familias se dedicaban a trabajar la tierra y tareas rurales. Cuando sus hijos formaron su hogar, una de las preocupaciones de Ricardo y Olga era darles una educación adecuada a sus tres hijos, Florencia, Lira y Roberto; algo que ellos no habían tenido el privilegio de recibir. Podríamos decir que el objetivo de la familia era obtener una educación cristiana.

Esa preocupación los llevó a mudarse de Colonia Valdense a las cercanías del Instituto Adventista del Uruguay (IAU), aunque eso significó comenzar de nuevo, cultivando un nuevo terreno. Estando radicados allí, visitó el lugar quien había sido antes pastor en su iglesia y era en ese momento director del Colegio. Fueron invitados por el pastor José Tabuenca a trabajar en Argentina. El director, hijo del quintero Andrés Tabuenca era capaz de distinguir a alguien que podía llevar a buen éxito sus planes.

En el Colegio, después de la jubilación de don Andrés Tabuenca la tarea de la huerta estuvo a cargo de don Andrés Utz, padre del conocido pastor Mario Utz. Como además de la huerta también estaba involucrado con las aves, cuando ese departamento se amplió en 1964 finalmente quedó a cargo del gallinero y la producción de huevos a tiempo completo. Las tareas de la huerta las llevaba a cabo entonces don Antonio Carricondo y el jardín estaba a cargo de don Paulino Alonso. Como ambos trabajadores estaban cerca de su jubilación se buscaron reemplazantes idóneos.

No fue fácil para don Benech tomar la decisión de mudarse otra vez. Vender ese campo donde había dejado tanto esfuerzo, desprenderse de sus herramientas y cambiar de país no podía tomarse a la ligera. Eso no sería gratis, habría pérdidas, pero también la esperanza que sus hijos alcanzaran la educación superior que tanto deseaba que poseyeran.

Así se incorporaron Ricardo Benech, proveniente de Uruguay en 1967 para dedicarse a la producción frutas y vegetales y un poco más adelante, con el propósito de agrandar y embellecer el jardín llegó don Alejandro Baier desde Chile. La única hija de Alejandro Baier, Ilse, estudió enfermería en el Aanatorio en el curso adscripto a la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Como otras veces en la historia del Colegio este nuevo personal llegaba con nuevos conocimientos e ideas, esta vez referentes a cómo aprovechar la tierra. La experiencia de don Benech en árboles frutales llevó al emprendimiento del monte de duraznos, mientras que el señor Baier llenó de color los jardines con la incorporación de nuevas variedades de flores y arbustos. La localidad daba cabida a nuevas técnicas de cultivo y se enriquecía la experiencia de todos.

Vimos surgir maravillosamente ese monte frutal donde el señor Benech dirigía los trabajos, No fue una tarea fácil, implicó mucho esfuerzo, mucha dedicación, mucho sacrificio. Lentos e incómodos viajes al Uruguay en transporte público. Lo hacía para traer de allí los pies y luego las cepas para injertar las nuevas plantas. Preparar la barrera de viento con cipreses y crataegus espinosos y mantener regada la plantación implicó también mucho esfuerzo. Finalmente, el paso del tiempo mostró el resultado de tanta labor. Los árboles de durazno se intercalaban con una hilera de nogales cada tanto y también algunos limoneros aprovechando el reparo de la barrera de viento. Todo constituyendo un conjunto agradable a los ojos y muy productivo a la hora de la cosecha. Las colmenas que tenían algunos vecinos se beneficiaban con tantas flores.

En esos años, muchos alumnos trabajaban en la huerta para pagar parte de sus estudios. Y lo notable era que también había señoritas entre los obreros. Su hija Lira me comentaba que a veces se encuentra con señoras que le recuerdan a su padre y el trabajo que les enseñó a hacer cuando fueron alumnas. Es un dato interesante relativo a la valoración de la mujer en los ambientes de trabajo. Por supuesto, también en la fábrica de conservas había cabida para alumnos de ambos sexos.

Todos los quinteros, en mayor o menor medida fueron hombres espirituales y no perdían oportunidad de relacionar el crecimiento de las plantas con el crecimiento del alma…era la lección extra que los alumnos recibían de sus jefes. No solo se sembraban semillas en la tierra, también estos hombres sembraban semillas bíblicas en los corazones de sus colaboradores.

Así Ricardo y Olga vieron a sus hijos acceder a una educación superior en el Colegio Adventista del Plata e incorporarse a la sociedad, siguiendo la senda trazada por aquellos valdenses de antaño mientras realizaban responsablemente sus tareas. Creo que mirando hacia atrás sus almas se gozaron en lo logrado. Decidieron apostar por la educación como tantos otros y los resultados fueron satisfactorios.

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla, mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas,” Salmos 126:5 y 6.

La educación recompensa cualquier sacrificio y su semilla da buenos frutos.

(*) Observaciones: Acompañamos con 11 fotografías alusivas a la Crónica de hoy.



Nota completa: www.elidentidad.com

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