10/12/2024
Editorial
Pergamino, una Ciudad Sin Fundación y un Corazón Solidario
En el vasto mapa de la Argentina, hay un lugar especial que, aunque carece de una fecha de fundación oficial, se ha construido con la dedicación y el esfuerzo de su gente: Pergamino. Esta particularidad fue capturada magistralmente por el poeta Alejandro González Gatone cuando afirmó que Pergamino es una “ciudad sin fundación”. Pero, ¿qué significa verdaderamente ser una ciudad sin un cimiento tangible? Implica que nuestra historia no se enmarca en una fecha en un calendario, sino que se cimenta en las vivencias compartidas, en las luchas y en el amor que sentimos por nuestro hogar.
La identidad de Pergamino no se define únicamente por sus calles y edificios, sino por su gente, cada una de las cuales ha sumado una página a esta gran historia. En tiempos de crisis, es el espíritu solidario de sus habitantes lo que destaca. Uno de los ejemplos más significativos de esta empatía y unión es el evento de km 232, una jornada donde todos nos unimos para ayudar a quienes más lo necesitan. En este encuentro, más que recaudar fondos o alimentos, se trató de generar un lazo entre los pergaminenses, un compromiso con el otro, una demostración palpable de que, en cada rincón de nuestra ciudad, se encuentra la verdadera fortaleza: el compromiso social.
Los testimonios de quienes participaron revelan un estrecho vínculo emocional; la gente llegó con sonrisas y manos llenas, listas para contribuir. Caminamos juntos, no solo para cubrir necesidades básicas, sino para reafirmar que cada pequeño gesto cuenta y que juntos somos capaces de enfrentar adversidades. La solidaridad se manifestó en cada acción, desde donar alimentos hasta ofrecer tiempo y esfuerzos para organizar y llevar a cabo el evento.
Quienes vivimos en Pergamino sabemos que no necesitamos un decreto o una inscripción formal para cimentar nuestra identidad. Nos basamos en los valores que forjamos a diario, en el compañerismo y la ayuda mutua. En un mundo que a menudo parece dividido, km 232 fue un recordatorio de que la comunidad puede unirse en torno a una causa común.
Así, Pergamino sigue creciendo, no como una urbe trazada por límites, sino como un tejido humano donde cada miembro juega un papel fundamental. En esta ciudad sin fundación, el verdadero fundamento radica en el amor, la solidaridad y la esperanza de un futuro mejor. Y es este espíritu el que nos impulsa a seguir adelante, a seguir construyendo, juntos, el Pergamino que soñamos.