07/11/2024
Entre enero y septiembre de 2024, Argentina alcanzó el mayor volumen de exportaciones de carne vacuna en 57 años, con un total de 699.987 toneladas (res con hueso) y un ingreso de 2.122 millones de dólares, según el Ministerio de Economía. Los principales destinos incluyeron Estados Unidos, Chile, Israel, la Unión Europea y China, con México emergiendo como un nuevo mercado clave. Del total exportado, el 16% correspondió a cortes enfriados, mientras que el resto fue cortes congelados.
A nivel productivo, la faena de ganado alcanzó los 10,22 millones de cabezas, superando el promedio de los últimos años, y la producción de carne vacuna se situó en 2,336 millones de toneladas, de las cuales el 70% se destinó al consumo interno.
Caída del consumo interno
A pesar del éxito en las exportaciones, el consumo interno de carne vacuna está en su punto más bajo en 26 años. Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), el consumo per cápita entre enero y septiembre de 2024 se redujo a 46,8 kilos anuales, un 12,3% menos que en el mismo periodo de 2023. En total, se consumieron 1,646 millones de toneladas de carne vacuna, lo que representa una caída del 11,3% con respecto al año anterior.
Factores económicos y precios
En términos de precios, la inflación general en septiembre de 2024 fue del 3,7% mensual, mientras que los precios de la carne subieron un 3,1% ese mes, con un aumento más pronunciado en el pollo y las hamburguesas congeladas. A pesar de estos incrementos, el aumento de los principales cortes vacunos fue más moderado, solo del 1%. La combinación de la inflación y la caída del poder adquisitivo contribuye a la disminución en el consumo de carne vacuna en Argentina.
Este contraste entre el crecimiento de las exportaciones y la caída del consumo interno refleja un cambio significativo en el mercado argentino de carne vacuna, donde la demanda externa sigue en ascenso, mientras que el acceso local se ve limitado por factores económicos.