12/05/2024
Nota de opinión -lectores.
Dr. Francisco Asbuda. Dto. Tala.
En medio de crecientes preocupaciones sobre la representación en el poder judicial, la reciente designación realizada por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJER) en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de la Ciudad de Gualeguaychú ha generado un debate sobre el cumplimiento de la Ley de Paridad de Género en Argentina.
"La designación, que según algunos, implica una omisión a la Ley de Paridad de Género vigente en el país, ha generado críticas por parte de diversas organizaciones.
Sin embargo, otro punto de vista sostiene que producto de aplicar "paridad" en vez de "idoneidad", ha llevado a que en algunos casos, jueces y juezas no solo acepten denuncias sin fundamento o directamente falsas, sino que también juzguen de manera parcial en favor de la mujer, y descuiden las pretensiones legítimas del denunciado, haciendo caso omiso de sus argumentos y necesidades.
Siguiendo esta línea, el proceso judicial se convierte en un mero trámite formal, sin abordar adecuadamente las verdaderas preocupaciones y conflictos de las partes involucradas. El resultado es claro, a la mujer se la proteje, incluso en cuestiones llamativamente absurdas, y al hombre se lo condena, aún sin ser escuchado o atendido en sus explicaciones.
La mujer posee justicia gratuita, mientras que el hombre debe volcar grandes cantidades de dinero en defensa de sus derechos, que de igual manera es muy probable que no seran atendidos.
En el ínterin, si no aporta con su cuota alimentaria o aporta menos de lo que el sistema judicial le impone, lo colocan en un registro de incumplidores, le retiran la licencia de conducir, por lo que tampoco podra trabajar para poder cumplir.
Si la mujer no tiene hogar, obligan al hombre a darle su casa o a costearle un alquiler, mientras tanto es el hombre el que debió buscar un alquiler y costearlo. A la mujer solo le basta decir que se siente en peligro para que al hombre le caiga todo el peso de la ley de manos de jueces claramente in-idóneos.
Estos bucles y contradicciones abundan en los juzgados entrerrianos producto de una ley que pareciera no buscar recomponer sino destruir. Y lo logra perfectamente.
Como resultado, se genera un clima de desconfianza y frustración entre aquellos que buscan justicia en el sistema judicial de la provincia. Además, estas prácticas no solo perpetúan los conflictos existentes, sino que también pueden exacerbarlos, llevando a situaciones inusitadas y graves para todas las partes involucradas, incluidas para las mujeres que el poder judicial supuestamente intenta proteger.
Ante esta situación, este sistema de "paridad" se debe revisar hacia un sistema de "mérito e idoneidad", tal cual como dispone la Constitución Nacional, para que por fin personas idóneas juzguen situaciones que requieren justicia por idóneos, de manera imparcial y equitativa, velando por los derechos y la justicia de todas las partes y de todos los entrerrianos.
Estás prácticas socavan la confianza en el sistema judicial y perpetúan injusticias".
Dr. Francisco Asbuda.