18/02/2022
CORRIENTES NO TIENE YETA, SUFRE DE MALOS GOBIERNOS
Corrientes pasa por una de las peores crisis ambientales y productivas de su historia por los incendios que se iniciaron a fines de diciembre y continúan hasta el día de hoy. Ya se quemaron alrededor de 700.000 hectáreas (casi el 8% del territorio total de la provincia), consecuencias de la sequía que viene desde el año 2020, la falta de lluvias, la promoción descontrolada de la industria forestal, y una falta de planificación preventiva y acción de los Gobiernos provincial y nacional.
Durante enero, cuando la provincia ya ardía en cientos de focos ígneos, el gobernador Gustavo Valdés se pasó de vacaciones en Punta del Este y concurriendo a la Fiesta del Chamamé. Mientras que el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, solo mencionó la situación de Corrientes para aclarar que aún no habían enviado ayuda porque el Gobierno provincial no la había solicitado.
Recién con el comienzo de febrero, tanto Valdés como Cabandié se preocuparon más del tema, pero para echarse culpas mutuas en un cruce de tuits y declaraciones mediáticas que llenaron de vergüenza a la mayoría de correntinos y correntinas que veíamos como el fuego avanzaba ante la inacción casi total de los Estados provincial y nacional. Mientras ellos discutían para hacer control de "daño político" el fuego se llevaba todo por delante.
La preocupación y acciones de funcionarios nacionales y provinciales llegaron tarde: las pérdidas ambientales, en cuanto a biodiversidad, y económicas todavía son incalculables. Recién comienza la gran mortandad de animales. Los salvajes que lograron sobrevivir cuando vuelven a sus territorios ya no encuentran sus nidos, ni las pocas fuentes de aguas que había ni los montes de refugio y deambulan por este desierto quemado. Los animales de cría, aunque hayan sido salvados a tiempo por sus dueños ya no tienen formas de alimentarse, los pastizales desaparecieron y no todos los animales aceptan forraje comprado si acaso sus dueños pudieran conseguir y pagar.
Lamentamos no haber sido escuchados cuando el 21 de enero pasado pedimos al Gobierno provincial que declare la Emergencia en Servicios Públicos, Social y Sanitaria porque, entre otros temas, los incendios ya se habían devorado miles de hectáreas y no había agua en los pueblos para los bomberos ni energía para prender las bombas. Recién el 4 de febrero, Valdés declaró la Emergencia Ígnea y tres días después la Emergencia Agropecuaria.
Faltó planificación preventiva y responsabilidad institucional de hacerse cargo de lo que se sabía podía pasar, porque tuvimos dos años (2020 y 2021) con un descenso brusco en el régimen de lluvias, y llegamos a un comienzo de 2022 que fue peor: en enero solo cayeron entre 10 y 12 milímetros de agua cuando el promedio histórico es de 140 milímetros. Según un informe del Gobierno nacional, todo el territorio de Corrientes se encuentra bajo una Sequía Severa, cuya caracterización es una “intensa afectación en cultivos, ganadería, actividad citrícola, horticultura, apicultura y pesca artesana”.
Esto sumado al avance de las plantaciones industriales de monocultivo, basado en dos especies (eucaliptos o pinos), fue lo que generaron el polvorín en el que se convirtió gran parte del territorio correntino. Estas especies succionan los espejos de agua y las napas en poco tiempo. "Un sólo eucalipto de tres años de edad, consume 20 litros de agua por día, y a los 20 años de edad, el árbol puede consumir hasta 200 litros por día”.
Hasta el 2019, Corrientes ya tenía más de 516 mil hectáreas forestadas, donde las lagunas, esteros y bañados fueron reemplazados por eucaliptos o pinos. Cultivos que, además, tienen una tendencia mayor a incendiarse por ser madera y tener un colchón seco de hojas debajo.
Se les permitió a estas empresas plantar grandes superficies rodeando los Esteros del Ibera (el principal humedal de Corrientes) sin ninguna inversión en manejo del fuego que es obligatorio. El esquema de "Primer Provincia Forestal" con la promoción de los Esteros del Ibera como principal destino turístico, para lo cual había que conservar esos ecosistemas, siempre fue contradictorio. Pero nunca escucharon a las comunidades rurales, se priorizó el discurso de las transnacionales que solo se guían por sus tasas de ganancias.
Durante el gobierno macrista se sancionó la creación del Parque Nacional Ibera, en territorios que rodean al inmenso Parque Provincial (en total más de 700.000 has), y le entregaron todo el paquete de administración al CLT (Conservation Land Trust de EE.UU) que ahora gustan de llamarse "Fundación Rewilding Argentina". Esta corporación bajo el manto de falsas donaciones acaparó el manejo de todos los portales de acceso al Sistema Ibera, manejan todo el negocio turístico sin hacer ninguna inversión real que ahora se le demanda a la Administración de Parques Nacionales.
Ni unos ni otros incorporaron a los Parques Nacional ni Provincial al Sistema Nacional de Manejo del Fuego y ahora que todo el sistema se consume se lavan las manos y nadie se hace cargo de sus responsabilidades. Hoy casi todos los portales de ingreso están cerrados por el avance del fuego.
Corrientes es el escenario de destrucción que ocurre cuando se le deja el manejo del suelo, de los sistemas hídricos y de la biodiversidad a las trasnacionales y su angurria de ganancias, tanto las depredadoras productivistas (forestales) como aquellas falsamente conservacionistas (CLT), mientras el Estado se lava las manos dejando a la población a su merced. No fue la “yeta” como penosamente dijo el gobernador días atrás, sino su desinterés por el futuro de la Provincia.
Ante la gravedad de la situación, desde el Partido Comunista exigimos a las autoridades nacionales y provinciales que dejen atrás la postura de comentaristas de una tragedia que les está pasando por sus narices y destinen todos los recursos necesarios para apagar de una vez el fuego en Corrientes. Asimismo, continuaremos impulsando un nuevo modelo productivo para la provincia que conviva con el medio ambiente y no esté basado en plantaciones de cultivos foráneos de nuestra biodiversidad.
Comité Provincial del Partido Comunista de Corrientes