14/08/2024
¡LA CERVEZA ES COSA DE MUJERES!
En el 2004, los arqueólogos ubicaron el descubrimiento de la primera bebida fermentada del mundo (una mezcla de frutas, miel y arroz) en Jiahu, China, entre el 7000 y el 5700. Otra teoría sostiene que fue en la Mesopotamia donde comenzó a desarrollarse la cervecería. Los historiadores ahora califican la mezcla de Mesopotamia como la primera cerveza de cebada del mundo y fueron las mujeres quienes comenzaron a mezclar los granos de cereal con agua y hierbas, luego los cocinaron… y de aquella mezcla intuitiva impulsada por la necesidad de alimentarse, resultó un brebaje que fermentaba de manera espontánea. Y los usaron como alimentación Hasta la el 1700, por eso la cerveza fue un alimento básico, al ser fuente importante de nutrientes, carbohidratos y proteínas, para la mayoría de las familias en Inglaterra y otras partes de Europa. Y una forma económica de consumir y conservar los cereales. Según cuenta la historiadora británica, y beer sommelier Jane Peyton, durante algunos miles de años su grado de conocimiento hizo que fuesen las únicas que podían producirla y también comercializarla. En la Edad Media se le añade Lúpulo a la elaboración y el consumo de cerveza se acrecienta. Es que esa flor le otorga un especial amargor, y además es conservante Y quien descubrió esta ventaja? Pues la abadesa Hildegarda de Bingen que compaginó su rol como maestra cervecera con el de teóloga, escritora y botánica entre otros, bueno y terminaron canonizándola. Debido a que la bebida era una parte tan común de la dieta de una persona promedio, la fermentación era, para muchas mujeres, una de sus tareas domésticas normales. Las mismas mujeres que atendían las tabernas y preparaban alimentos, eran las encargadas también de elaborar la cerveza, una habilidad que se fue perfeccionando y se transformó en un auténtico negocio. Pero fueron hostigadas y perseguidas. No estaba bien visto que las mujeres se relacionen con el alcohol y los negocios. ¡Y comenzó una campaña contra estas mujeres que decían los siempre negadores, elaboraban “pócimas” peligrosas que alteraban los estados de los hombres trabajadores Para ellos la cerveza era una pócima! Y llegaron a acusarlas de brujería. Ellas las elaboradoras, solían vestir una ropa de trabajo negra, obviamente para no ensuciarla tanto. Y también, cuando salía una nueva tirada de cerveza, avisaban poniendo unas escobas en los techos. En los graneros tenían gatos para ahuyentar los ratones que querían comer sus granos y cuando iban a vender en las ferias la espumosa bebida, para que las vieran desde lejos, usaban unos sombreros en punta. Otro de los símbolos que distinguían a una casa cervecera, era un talismán similar a la estrella de David, de seis puntas que representaban los ingredientes de una buena cerveza: lúpulo, granos, malta, levadura, agua, y a la mujer cervecera. Todo esto trascendió en forma de leyenda, y se tildo a las cerveceras de brujería. Aquel símbolo hizo también que la Iglesia las acusara de anticristianas. Por entonces (siglo XV, había una ola de antisemitismo, que aprovecharon los monjes de las abadías para quedarse con el negocio cervecero.) Hoy hay muy pocas mujeres elaborando, pero sí, hay muchas bebiendo cerveza, sobretodo artesanal. Dorada, roja o negra, verano o invierno es perfecta para el atardecer, como aperitivo o para acompañar una comida. Y también como ingrediente en algunas comidas como por ejemplo uno de platos de mi cocina, la bondiola a la cerveza negra. Entonces digo: ¡Viva la cerveza y Salud!