09/05/2023
Carta abierta de un aficionado a los 'profes' de tenis:
''Cuando cumplí 50 años dejé de jugar al fútbol. Bah, creo que el fútbol me dejó a mí. Pero eso ahora no viene al caso. Decidí probar con un nuevo deporte: el tenis. Qué tan difícil podría ser?. Le pegas a la pelotita amarilla por encima de la red y listo. Iluso. Fue como si hubiera dicho: qué tan difícil podría ser la astrofísica?; mirá Einstein lo fácil que lo hizo!. Entonces, me sumerjo en un mundo hasta ahí desconocido por mí: el de las clases de tenis. Me conecto con esta gente siempre bronceada, buena onda, que tenía como oficina un hermoso lugar al aire libre. Primera clase: breve teoría de las empuñaduras y entrada en calor con "mini tenis" -o sea, usar como cancha sólo los rectángulos de saque. Unos toquecitos de muñeca y, primera prueba superada!. Después, canasto, un poco de drive y un poco de revés. Ahí aprendí el mantra de los profes: "Arma el golpe"; "mira la pelota"; "pégale adelante". Después, unos minutos de peloteo y para terminar: un canasto de saque. Empuñadura 'continental', golpecito de muñeca y la pelota, cada tanto aterrizaba en el lugar esperado. Algún consejo, algún saque de muestra y a juntar, a juntar ... y ''taza taza, cada uno a su casa'', la clase terminó!. Yo contento. Pronto sería una especie de Sampras sacando, Agassi devolviendo y mis tiros surcarian el aire tal impactos de Nadal. Hasta que la realidad me golpeó como un piano cayendo de un décimo piso. Resulta que quedé en jugar un 'partidito' con un jugador de mi edad. Qué podía salir mal?. No sólo perdí 'bicicleta', sino que descubrí que la pelota jamás venía como me la tiraba el 'profe'. Venía más rápido, o más alta, o con efectos, y también descubrí que, en el tenis recreativo, uno se la pasa sacando y devolviendo la mayor cantidad de tiempo. Hay pocos rallies. Y, que esos minutos de final de clase con el brazo cansado dónde practicaba el saque, me servían muy poco en una acción donde uno queda expuesto; y encima es el golpe que más ejecuta. Por eso, les pido a los queridos 'profes', que prioricen el servicio en aquellos que pretenden jugar un partido algún día. Traten de convencerlos que es el golpe más importante, y dediquenle el lugar más importante de la clase. Porque, precisamente, es el golpe más importante. Se los pide un alumno que se fue con el ego magullado; que descubrió la precariedad de su 'toss' e impacto; y al que se lo identifica, burlonamente, como "panqueque". Cambien aún a riesgo de aburrir a un alumno. Así, los panqueques los dejamos de postre. Muchas gracias y aguante el tenis'' 🎾