29/06/2024
Sergio Verdinelli nació en 1975, una época dura para el país, pero que tras el retorno de la democracia en 1983, le permitió crecer escuchando discos nacionales e internacionales que formaban parte del soundtrack hogareño. Aquel chico, que comenzó percutiendo un bombo legüero escuchando a The Beatles a sus 5 años, (“Ringo Starr fue mi primera influencia", le dice a REC Or Play) difícilmente podía imaginar que iba a terminar formando parte de la escena del rock argentino, compartiendo bandas, giras y grabaciones con figuras como Fito Páez, Andrés Calamaro, Illya Kuryaki & The Valderramas y Luis Alberto Spinetta.
Tocaste con Luis Alberto Spinetta y Fito Páez, pero venías del jazz y conocías a Mariano Otero y Ernesto Jodos.
Sí, en 1992 empiezo a estudiar con Pepi Taveira y luego conocí a Ernesto Jodos, a Mariano y a Juan Cruz de Urquiza. Yo tocaba en un grupo de música latina y él a veces venía a trabajar con nosotros. De hecho, el primer grupo en el que estuve como músico fijo fue en el grupo que Juan Cruz formó antes del Quinteto Urbano. Después grabé un disco, el primero de manera profesional, con el sexteto de Ernesto Jodos.
Volviendo a tu rol de baterista de Fito Páez, IKV, Spinetta y Andrés Calamaro. ¿Cómo fue variando tu set a medida de los años?
En la medida que tengo posibilidad, cambio instrumentos. Obviamente hay algunos que se adaptan mejor a una situación que a otra. Con Fito Páez usaba una batería Mapex, también tengo una Gretsch pero con Fito necesitaba una configuración más grande. Después con los años fui comprando instrumentos buenos y además las marcas me fueron apoyando, así que algunas cosas se facilitaron. Actualmente estoy trabajando con la firma de platillos Istambul Mehmet, baterías Gretsch, palillos Regal Tip y parches Aquarian. Lo de Gretsch se fue dando muy de a poco, pero estoy con ellos hace 15 años.
¿Cómo terminaste tocando en IKV?
Yo vivía en El Palomar, quería conocer músicos y de un día para otro pasé a ensayar en la sala de Spinetta. Un amigo mío escuchó un reportaje en la Rock & Pop en el que Dante Spinetta comentó que estaba armando una banda. Así que me dijo: “¿Por qué no te vas a probar?”. Fui y dejé un flyer en la escuela de Walter Malosetti. Allí pregunté y comenté que quería audicionar para el grupo que estaba armando Spinetta hijo. Me atendió una señora, que debió haber sido la mamá de Javier Malosetti, y me dijo: “Bueno, ¿estás seguro? No me vas a hacer quedar mal, eh”. Así que me dio el número del estudio de Spinetta que después se llamó La Diosa Salvaje. Llamé y me atendió Luis Alberto Spinetta. Imaginate.Mi motor fue conocerlo a él en realidad. Llamé, le expliqué y le dije que quería saber si me podía probar. Yo no era nadie, no tenía ningún contacto, pero ese impulso que tuve me marcó para siempre. Ahí Spinetta me dio el teléfono de su casa, que obviamente era la misma que Dante, porque su hijo tenía 15 años. Dante me pateó varias veces para adelante, pero yo le rompí mucho las bolas y le dije que quería que me escuchara. Y bueno, fui, me probó y le gustó. Más tarde grabamos Horno para calentar los mares.
Con Luis Alberto Spinetta grabaste Pan y Un Mañana y también participaste en Ya No Mires Atrás.
Sí, el disco póstumo de él fundamentalmente está integrado por canciones de la época de Un Mañana. Para Ya No Mires Atrás grabé las baterías de un track. La producción de este álbum la hizo el técnico de sonido Mariano López. El mezcló todo el material y se sobregrabaron algunos teclados a cargo del Mono Fontana y Claudio Cardone. Pero también había unos demos que Luis había grabado y que habían sido desechados. A uno de esos temas le grabé la batería en el estudio La Diosa Salvaje. Utilicé una batería Ludwig. http://www.recorplay.com/sergio-verdinelli-mi-investigacion-va-por-el-lado-de-la-busqueda-de-sonido