22/12/2025
Luca George Prodan nació el 17 de mayo de 1953 en Roma. Miembro de una familia de la alta clase europea, fue a un internado en Escocia, que odiaba, por el estricto régimen disciplinario que allí tenían. Lo único bueno que se llevó del colegio fue su amistad con Timmy McKern y una anécdota con el príncipe Carlos.
Se fugó del colegio y vagó por Europa un tiempo, hasta volver a su casa en Italia. A principios de los 70 se mudó a Londres y experimentó en primera persona el auge de artistas como Lennon, Bowie y bandas como Pink Floyd, S*x Pistols, entre otras. Esa inspiración lo llevó a formar su primera banda, The New Clear Heads, con algunos sencillos como autor.
En 1979 atravesó un suceso que lo marcó para siempre: su hermana Claudia se suicidó junto a su pareja tras consumir he***na, misma droga que Luca también utilizaba. El músico cayó en un coma por consumo de sustancias y de alcohol, causa que casi le quita la vida.
Entre la depresión por lo vivido y su intento de desintoxicación, le llegó una carta de su amigo Timmy desde Argentina. En la misma lo invitaba a las Sierras de Córdoba y Luca aceptó. Al llegar, su primera tarea fue formar una banda, aunque previo a ello grabó algunos sencillos que en el 96 se publicarían en el álbum "Time fat love".
Fundó Sumo en el 81, debutó en el 82 y para el 85 ya grabaron su primer disco de estudio. Sumo se consolidó desde los márgenes de la escena en una banda popular y distintiva de cualquier otra. El 20 de diciembre del 87 tocaron por última vez, Luca en esa ocasión dijo: "ahí va la última", como anticipando lo que ocurriría.
Dos días más tarde, el martes 22, lo hallaron mu**to en su casa. La autopsia arrojó que la causa fue un paro cardíaco provocado por una cirrosis, pero allegados al músico dijeron que la he***na se lo llevó.
Luca Prodan falleció muy joven, con 34 años. En lo musical era un adelantado a su época, historiador, preocupado y sencillo, "dos acordes" decía cuando le consultaban por su música y el rock.
De Sumo se ramificaron dos bandas: Divididos y Las Pelotas, ambas tienen su ADN propio, pero es innegable que la esencia de Luca persiste en ellas: desafiar el caretaje de muchos argentinos.