EPC Espacio Psicoanálisis Contemporáneo

EPC Espacio Psicoanálisis Contemporáneo Espacio Psicoanálisis Contemporáneo es un colectivo de lectura, escritura e investigación sobre l Por lo tanto el
espacio psicoanalítico es un espacio social.
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La construcción de un espacio es una tarea colectiva en la que venimos trabajando sin
pretenderlo. No se trata de fundar una nueva institución, sino de reconocer los lazos en los que
hemos ido sembrando y recogiendo los frutos de nuestro trabajo. Esos lazos son la atmósfera en la
que respiran las almas de las diversas prácticas que nos entrecruzan en el espacio social. Porque
en primer lugar, tamb

ién reconocemos que el psicoanálisis es una práctica social. Declaramos por eso mismo que no estamos fundando nada, sino reconociendo y formalizando ese
reconocimiento en la nominación de este espacio como psicoanalítico y contemporáneo, porque
las condiciones de la producción de subjetividad de la época nos condiciona en la construcción de
ese espacio en el que hemos venido produciendo. Reconocemos entonces que en el psicoanálisis
hay un diálogo necesario con la época, porque nos obliga, esta nuestra práctica, a desentrañar,
pensar, reflexionar cuáles son las maneras en que se actualizan esas prácticas como algo vivo,
palpitante, transformador. Nuestra materia es la vida. Hablamos y nos dirigimos a hablar de la
vida. Eso es lo que también hace un psicoanalista. Soporta la muerte para dirigirse a la vida, a la
vida del individuo en sociedad. No hay razón para pensar un individuo si no es reconociendo las
condiciones de su existencia en cada época. Tampoco estamos fundando una institución para proponernos arriar adeptos, sino más bien aunar
los espacios en los que, como ciudadanos, ya venimos pensando la vida. No es un espacio que
solamente habiten los psicoanalistas. Nos despojamos así de toda pretensión tecnicista, o de la
construcción de un cubículo de “especialistas”. Nos interesa la producción reflexiva que el
psicoanálisis pueda aprovechar para hacer “progresar” su discurso en los términos en los que este
progreso puede ser planteado en psicoanálisis, es decir, el progreso y la actualización de una
práctica que debe mantenerse “viva” para dirigirse a la “vida” y a la conciencia de vivir que es la
propiedad de los individuos conscientes. La colectividad protege y crea las condiciones para
proteger entre todos esa conciencia de vivir de los individuos. A esto le podemos llamar
“Ciudadanos del psicoanálisis”, todos aquellos analistas y no analistas que, interesados en el
psicoanálisis desde el punto de vista teórico y práctico (analizantes o psicoanalizantes) intervienen
desde ya en ese progreso. Solo falta reconocerlos y por obra de ese reconocimiento compartir el
espacio de hecho. La “institución-espacio” tiene una formalidad legal, pero en realidad se reduce a una casilla de
correo, electrónico o no, en donde se depositan y comparten las producciones de ese intercambio
que se da en el espacio y en la atmósfera común. La producción de libros, de conferencias, de
ideas, de charlas, de conversaciones, de cualquier tipo de intercambio que surja de esa necesidad
de expresar y testimoniar la experiencia fundamental de haber adquirido una conciencia, aliviando
el malestar y trabajando sobre la raíz del malestar en la cultura – como lo nombró Freud – para
despejar las soluciones en cada quien. Soluciones para el deseo. Los ciudadanos serán nombrados “ciudhaddadnos”, en un guiño-homenaje a la obra de Gerard
Haddad, en la que se deja en claro, por su propia obra más que por alguna de sus
conceptualizaciones en especial, que de lo que se trata en psicoanálisis, como en cualquier otra
práctica, es de no temer, no retroceder, ser capaz de tomar la posta de su deseo y llevarla
adelante en una dialéctica irreprimible que conduce a la producción de una solución particular,
expresada en el testimonio de análisis llamada por Lacan “pase”, un dispositivo todavía en debate,
en discusión. Nosotros nos hemos dado cuenta de que el Pase es un testimonio del que, en primer
lugar, hay que darse cuenta que se lo está dando. Solo hay que formalizarlo en un cuando, un
dónde y un porqué. No se trata de hacer la historia de un análisis, sino de construir una historia
de la producción de conciencia, que aquí entendemos de manera freudiana: entendemos que por
conciencia Freud puntualizó, en su raíz, y más allá de cualquier lectura técnica, una “conciencia de
vida”, lo cual implica un enfrentamiento con la muerte. Esto es un análisis: el enfrentamiento con
la finitud y, en esa raíz, la creación de las condiciones de una vida “vivible”, o sea, existir. La vida, así, es también una producción estética singular, articulada al deseo, al goce y al amor. Es
una “pintura” dinámica que va cambiando el paisaje pero que cuando instala un marco, ya no se
pierde más. Y también es la voz creadora del espacio, la profundidad, el más allá del espejo, la
materia oscura de la existencia, el tiempo. En el anudamiento entre lo visto y lo oído, la voz y la
mirada, los objetos parciales en los que se recorre un cuerpo vivo, existente en la existencia, que
no es lo “puro vivo”, sino en dialéctica con el no-ser. La cuestión estética es fundamental para no
confundirla con ningún canon, para desarraigarnos de una idea de lo bello como obstáculo, como
un bien que tapona el deseo, lo inhibe. Lo estético lo visualizamos en relación al poema, a ese
borde ente palabra y escritura en el que se produce una chance, una posibilidad: lo inmortal, lo
que no muere. Si el destino del individuo está “escrito” en la muerte, un sentido real para la
existencia de cada quien tendrá que ver con la inmortalidad que logre marcar, la transmisión, la
huella de un vivir. Del mismo modo en que el arte nació dejando huella del paso de los hombres
por el mundo, del mismo modo la existencia individual deja su huella, y a esa huella le llamamos
“huella estética”, son nuestras pinturas en las cuevas de Altamira. Por otro lado, ubicamos cuestiones materiales bien concretas: las condiciones de producción de la
subjetividad y su achatamiento en el plano bidimensional de los programas de producción de la
renta. El sujeto contemporáneo se efectúa cada vez menos y queda aplastado en los programas de
rentabilidad que hoy están determinados de forma fundamental por la especulación financiera. Los llamados “ataques de pánico” se producen en esa alienación y son un límite de reaparición del
cuerpo, borrado e inexistente en sus dimensiones múltiples y en el relieve en el que respira. Es
achatado una y otra vez en el plano de los directorios corporativos, en las contabilidades, en los
diseños publicitarios o en las oficinas de desarrollo de recursos humanos. Esa bidimensionalidad
niega al cuerpo que Freud se encargó de escuchar, dándole nuevamente relieve en la invención
del concepto de pulsión. Los cuatro elementos de la pulsión dan cuenta de las cuatro dimensiones
en los que ese concepto hace su lengua de expresión. El cuerpo se recorre a sí mismo en cuatro
dimensiones, y se “aplasta” en dos, según el capitalismo contemporáneo. Esa es su alienación, en
los términos de la acumulación de capital, y de garantizar las tasas de rentabilidad de las
corporaciones mundiales. La vida humana, en esas condiciones, es objeto de desprecio, y
adquiere, ese desprecio, distintas formas, más o menos sutiles, o directamente manifiestas. A eso
denominamos el poder concentracionario que, cuando estalla, desata la angustia, que no procura
ninguna solución, sino la búsqueda desesperada de regreso al “redil” del poder concentrador,
haciéndose objeto, el individuo, de la “utilidad” tranquilizadora. El estallido produce un
vaciamiento que, si es controlado y no daña, luego permite reiniciar el proceso de “llenado” para
finalmente recomenzar la alienación. Los individuos se “desesperan” por reincorporarse a ese
circuito sin darse cuenta que es de ese modo en que se inmolan en una suerte de “fanatismo”
velado, de fundamentalismo capitalista, que los convierte en fusibles posmodernos. Freud descubre la corporeidad enterrada, arqueologizada en los diseños de la rentabilidad
capitalista. Recupera el discurso de un amor Real, que es el amor de transferencia, y recupera para
el individuo la potencia de la finitud, lo cual lo enfrenta con aquello que más teme: la vida en serio,
la conciencia de vivir, el “hacer consciente lo inconsciente”, es decir, las huellas de una infancia
indestructible que “sobrevive” en las voces y en los visto plasmado en la carne, en la corporeidad
pulsional. La infancia es el poema del hombre, un poema que hay que volver a recitar, y ese es el
entretejido de un psicoanálisis. El analista es quien está capacitado para “leer” el poema de la
infancia del sujeto que se escribe en cada ocasión de manera distinta. Solo basta leer para que se
relance lo humano y se desacople de la bidimensionalidad pura de los programas de diseño
corporativo. El fundamento freudiano es que inicia el proceso por el que se descubre el verdadero
idioma de la existencia humana. Esa lengua no se despliega en los planos, sino en los cuerpos, y en
el recorrido de sus torsiones, transformaciones, giros, reposicionamientos, cortes y montajes. La
lengua actúa en la carne dándole espacialidad-temporal, y en esas cuatro dimensiones se proyecta
las formas en que Lacan va formalizando los descubrimientos Freudianos, sus intuiciones potentes,
sus anticipaciones científicas. Una lengua de lo humano. Lacan, para entender esa lengua y para
hacer legible el modo en que funciona utiliza la topología. La topología es el lenguaje del poema y
el lenguaje de los cuerpos. El analista habla y entiende en esa lengua. El analista “descubre” que esa alienación no se hace separación, en la lógica del estallido
capitalista deshumanizante. Esa alienación se hace estallido catastrófico, luego de una
acumulación portentosa. La salida es el estallido. Y el pánico. Es la lógica mediática llevada al
paroxismo.

https://www.pagina12.com.ar/786141-quien-es-el-paciente
12/12/2024

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Cuando preguntamos acerca de: "¿Quién es el paciente?", la pregunta implica dar lugar, tanto implícitamente o explícitamente, a una reelaboración de la teoría del sujeto, la cual fue modificada a lo largo de la historia por varias prácticas, entre ella...

08/12/2024

A través de Bárbara y Boris Bikill de Lorena Morán

Transponer las puertas oceánicas de Vera 1350 en la Ciudad de Buenos Aires es entrar en un universo transfigurado, propio de las maravillas y las expulsiones de todo paraíso terrenal. Jardín de las Delicias que nos recibe con un bricolaje en una extensa pizarra, marca de la artista, vestuarista y performer Lorena Morán, al modo en que ella cose el devenir de una historia y una saga que es hilo, trama secreta, cisura y también costura, en esta inauguración de sus diseños de vestuario. Suena en bambalinas detrás de cortinados una potente rave que dispone el set de la DJ Satira, sonidos primordiales de tambores y shofar, las palabras extremadas y también desangradas del texto escrito por Mía Cohen. Siempre puse mi cuerpo al servicio de la fantasía ajena. Es esa ajenidad que remarca en su suscitar, suscitar, suscitar, la perfecta provocación de los floreros que se llenan de sustancias tóxicas y también sacrificiales, al modo de la cristiandad resucitada. Bautismo de escenas enlazadas. ¿Qué persiste aquí? No una apología sino una reescritura del Jesús que se trastoca en un espejo al revés, otro nacimiento de luz focalizada, blanca, lisérgica y vertiginosa. Allí también se hilvana el devenir de lo que vendrá en la muestra desfile, una serie de espejos sucesivos, agujereándose unos a los otros, flores metálicas y platería de noche, una sobre otra, capa contra capa. Primero es el material audiovisual montado y presentado en ocasión de una posible anunciación invertida de pechos no binarios, amamantan no sólo la resurrección sino también el sacrificio totémico. Es a un tiempo el Dionisos, el Cordero de Dios y la María Transexualizada con su Jesús entre los brazos, a los pies y en referencia a la piedad de Miguel Ángel. El desfile propone una ronda para asistir a una nueva noche boca arriba. Rave, trasnoche, vampiros, sangre estetizada, brillo de luces insertadas en los nuevos cuerpos de lo humano. Así se presenta, así debuta el universo de Bárbara y Boris Bikill de Lorena Morán, en una rueda propia y multitudinaria, asistimos al nacimiento y al bautismo en un tiempo simultáneo. Ahora sí, detrás del telón que se descorre, avanzamos desde el proscenio a las profundidades de las fauces, las tripas, el otro espacio. Allí lo que fue primero proyección se vuelve escenario y danza que atraviesa la pantalla. El espacio tiempo propone y muestra vestigios rengos del caminar orondo, desafiante y balbuceante, cosas del nacer en sociedad de la otredad. Marías Magdalenas semidesnudas de cuerpos escritos e intervenidos junto con la Novia ceñida y art decó de un presunto Jesús embarazado de otra simiente, ya no apolínea, intemporal y bíblica por la mano de un dios que se escribe con minúsculas, sino vencido y estallado de la corona de espinas profana y terrenal. Cabelleras que pueden ser a un tiempo tizne, siena, Circe, coloreadas de los barros primordiales, o simplemente haberse deslizado y agrandado desde los bordes inaugurales de lo por nacer. Vaginas que se abren y explotan a la vida, retornando y renaciendo de los espejos lúbricos y siempre oscuros de las morales victorianas, Alicias que todavía duermen sin descansar ni despertar. Vigilia, despertar. En el desfilar circular hay tanto nacimiento como as*****to primordial, cada quién iluminada de una luz tecnológica, focal, aura urbana. La estética es también la condensación entre forma y contenido: cuero, telas alienadas, materiales sintéticos, gasas, botas impares, espectros y renacidos, envoltorios transexualizados, miradas desafiantes que interpelan tu propio transgénero, cifra impar que construye lentamente una hipnótica marcha de pedrerías y bijouterie de diseño ¿Qué es lo que se lanza aquí? Una provocación, un llamado a despertar, no sólo un maquillaje. Romper la tela de la modernidad preestablecida, rasgar los velos y hacer ronronear las murmuraciones en voces nuevas y articuladas. Es época nueva, performance que también habla, no es sólo atuendo, es escena, no es sólo escenario, es proclama. Así queda inaugurada Bárbara y Boris Bikill, danzando en la rueda del grupo artístico Demimonde, Juan Pablo Mirabeli, Samuel Dansey y Dolores Casares, interviniendo lo real del mundo que no es clan ni tribu, sino escena. Revelación. Y por delante, esbelta, majestuosa, horonda y fresca, la procesión anticipatoria, Lorena Morán a la cabeza y entre vítores. Larga vida a esta música rugido, que proyecte desde la noche de los tiempos para hacerse escuchar. Hay palabras que no hilvanan en la conciencia, tampoco nombran las bocas ávidas, sino que se expresan y estallan en la mirada de las que habremos de apropiarnos, mirándonos, dejándonos mirar. Esta presentación inaugural nos permitió mirarnos, unos entre los otros. Y los cuerpos ya no son trofeo, sino posible acariciar lo humano, lo áspero, habrán de desgarrar, nacer, suscitar, proliferar, coser y descoser el cielo.
Cristian Rodríguez

https://www.pagina12.com.ar/784286-yo-tuve-la-mejor-flor
21/11/2024

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Tenía un barrio y lo perdí. Ahora mis vecinos votaron Milei y pasan los días mirándose los zapatos. Tenía un país y se escapó entre las manos, permanece sin embargo la ilusión infantil y nocturna, como la primera vez que ves el mar. Lo toqué en un sueñ...

20/11/2024
Presentación de LibroGramática del dolor Hernán SantorsolaViernes 29 de noviembre17,30La LibreChacabuco 917, CABAEl entr...
15/11/2024

Presentación de Libro
Gramática del dolor
Hernán Santorsola

Viernes 29 de noviembre
17,30
La Libre
Chacabuco 917, CABA

El entrecruzamiento psique soma, lleva a la formulación anímica de la pulsión de muerte y de cómo los psicoanalistas trabajamos con ella. En estos trabajos también están presentes las técnicas que Groddeck desarrolló oportunamente como auténtico pionero en el campo de las patologías psicosomáticas.
Una serie de casos clínicos son propuestos aquí para formalizar posiciones teóricas y de cómo allí, la representación gráfica propuesta en la transferencia, es un intento de devolver una cierta unidad a la imagen corporal y por extensión, al esquema corporal de índole inconsciente.
La pregunta que abre el libro: ¿Qué es un paciente?, nos concierne estrechamente, ya que pone de manifiesto la aleatoriedad del dispositivo psicoanalítico, la relación caso por caso de la escucha del analista, la consideración del respaldo teórico, la producción de escritura por parte del analista que vuelve a la práctica como lector de lo que el sujeto gramatical del inconsciente escribe
Con este primer material sobre psicosomática, mandrágorazur reúne trabajos presentados por Hernán Santorsola en diferentes ponencias y congresos.

El entrecruzamiento psique soma, lleva a la formulación anímica de la pulsión de muerte y de cómo los psicoanalistas tra...
15/11/2024

El entrecruzamiento psique soma, lleva a la formulación anímica de la pulsión de muerte y de cómo los psicoanalistas trabajamos con ella. En estos trabajos también están presentes las técnicas que Groddeck desarrolló oportunamente como auténtico pionero en el campo de las patologías psicosomáticas.
Una serie de casos clínicos son propuestos aquí para formalizar posiciones teóricas y de cómo allí, la representación gráfica propuesta en la transferencia, es un intento de devolver una cierta unidad a la imagen corporal y por extensión, al esquema corporal de índole inconsciente.
La pregunta que abre el libro: ¿Qué es un paciente?, nos concierne estrechamente, ya que pone de manifiesto la aleatoriedad del dispositivo psicoanalítico, la relación caso por caso de la escucha del analista, la consideración del respaldo teórico, la producción de escritura por parte del analista que vuelve a la práctica como lector de lo que el sujeto gramatical del inconsciente escribe
Con este primer material sobre psicosomática, mandrágorazur reúne trabajos presentados por Hernán Santorsola en diferentes ponencias y congresos.

https://www.pagina12.com.ar/782494-impresiones-en-arcoiris
15/11/2024

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Multitud en el subte aproximándose a las plazas, tensa combustión de calores en marcha, sabemos a dónde iremos hoy. No es más que bajar en Avenida de Mayo y nos sorprende un emporio de colores y carrozas. Las banderas y carteles nacen de la danza de un...

08/11/2024

La jornada LGTBIQ+

Multitud en el subte, Avenida de Mayo, un emporio de colores, abrazos, besos y carrozas musicales, La Patria es el otro, Nada sin Cristina, Respeten Orgullo, Mala Junta, Vida. Consignas, deseos profundos. Son notas desordenadas, como todo lo que emana de la emoción y de las multitudes, esquirlas de vida plena, fragmentos de respiración entrecortada, instantáneas en el alma. Atronan músicas y el murmurar creciente de la marea humana encendiéndonos. La palabra recortada de un transporte transformado en trans, un torso desnudo y emplumado que lleva en el pecho Lali Carajo, pechos no binarios que dicen P**a sí, yuta jamás. Resistencia p**a, mi cuerpo, mi decisión, para mí, ab**to y mi profesión. Derechos laborales para las trabajadoras sexuales. Y también dicen las p**as no parimos la mi**da que gobierna.
La jornada LGTIBQ+ se vive con el corazón en la mano, conmueve su alegría rebelde y amable, te recibe y te abraza, ese punto de llegada y de elaboración de eso que duele mucho está también en las capas de generaciones sojuzgadas. Si nuestro pozo profundo viene del cooperativismo, seamos urgentes y amémonos, amemos comunitariamente, que es una forma de experiencia que los individualistas no conocen. Por nosotros, por nuestro país común, inclusivo, el de la mano abierta.
Rastas mezcladas con tetas siliconadas y otras naturales, todes al viento, estresándose de movimiento afortunado, abrazos y besos afrodisíacos por doquier, el sol emergiendo en la calle para una fiesta de la tolerancia y de la convivencia. Los carteles bailan: Hoy no hay putos tristes, No estoy rota, Soy asexual. Para que reine en el pueblo el amor y la igualdad a los presos políticos. Libertad. Memoria, Verdad, Justicia. Ate presente. Géneros y diversidad sexual. Abanicos, banderas multicolores una vez más, el arco iris del ensueño, la vida suelta, desnuda de cuerpo piel, aquí no hay lamentos. Ley de reparación histórica ya, Más putes que nunca. Somos libertad, igualdad y justicia, La integral trans ya. Siga el placer. No a la norma, sí al placer sexual. ¡Libertad es igualdad de oportunidades, no represores! Sanidad y diversidad. Nos volvemos extraterrestres divinos, caídos del cielo pero no caídos del catre.
El abrazo de los osos en musculosas y en bermudas posando para fotos inmortales. Más amor, menos odio. Libertad no es represión. Orgullo Vuela Peluca. Asociación del Personal Legislativo, Diversidad Sexual. Ustedes tampoco pueden cerrarse en un clóset. Centro de Estudiantes de Artes Audiovisuales, Universidad Nacional de las Artes. Aquí también están presentes las almas de las tomas estudiantiles contra el Método Milei, el Veto de Milei. Aprobación del presupuesto Ya.
Pasan gatos con escafandra, gatas, gates. Pasan cuero, pasa brillo negro. Brea en la piel, pieles de brea. Y argamasa de Fernet. Me gusta casi puro, un poco impuro y con hielo. Ya basta, Nuevo Mas e independientes, Orgullo, Más Orgullo. Espacio mezclado, el devenir descangallado y relajado, entre tiendas de café, Avenida de Mayo, vendedores ambulantes, música disco, glamour, Pr********vo Siempre. Corriente Inmigrante ¿Quiénes somos y de dónde venimos? ¡Mirar! ¡Mirar y respirar con orgullo! Gracias Argentina. Abanicos, calor, sudor, resoplar a la par de los que vienen a hacerse un mango para vender unas empanadas o unos sándwiches, y unas birras y un poco de alcohol, escapando por un día de la miseria espantosa. Asociación Argentina Deportistas por la Diversidad. Fútbol 11, Deportes y Diversidad, Los botines putos son como la pelota, no se manchan. MST, Movimiento de Izquierda, Movimiento Socialista de los Trabajadores, Libre Diversidad. Todos somos Palestina y Líbano. Líbano Libre, Diversidad. Para vos Milei, Mucho s**o gay.
No importa que se nuble llegando al Congreso, si la marea es tanto brillo como oscuridad, y de esa hermosa combinación surgen contrasombras, nuevos sortilegios. Gracias Diversidad. Centro Inclusivo Comunitario LGTBIQ+ Malvinas Argentinas, San Miguel, José C. Paz, San Martín, Tigre, San Isidro, Moreno, Escobar, San Fernando 3 de Febrero, Vicente López, Pilar. La Provincia de Buenos Aires en pie. Igualdad de vida, la integración de la humanidad, antiguos sueños y ucronías que hoy se realizan. TransJavier, por transporte Javier ¡Colores por todes!
Stormy weather, tiempo tormentoso, pienso en la gran Billie Holiday. Pienso en Mi Ciudad, cantada por Nacha Guevara en la vuelta a la Democracia. Un micro que pide Niñeces y Adolescencias Trans, familias orgullosas. Las balconadas repletas de camisas y trapos multicolores. También los hay negros porque Basta de Crímenes de Odio por una ley antidiscriminatoria que nos incluya, Pepa Gaitán, 1982-2010, presente ahora y siempre. Soy trans y acepto a los Cis. Diablitas y diablitos como en los carnavales, personajes satíricos y pilchas llenas de vida, choripán, fernet, cerveza, bailongo, semáforos que hoy no se respetan, porque el respeto está acá, en la marcha, se abran las compuertas del amor y los abrazos y haya futuro para nosotros.
Alas de mariposa, pelucas, cofias, arneses, pelos largos y divinos moviéndose en el temporal, marea de pelos largos electrificados, estolas de copetín, mentiras dulces, ficciones que se veneran, escalan, salvan, rescatan ¡Cotillón y risas para todo el mundo! Esto es alegría y es soplo de frescura, instante de felicidad para el pueblo que sufre. Gracias. Evita me saluda desde el Edificio del Ministerio de Bienestar Social con el micrófono a pleno y el rodete mortal e intangible en el medio de patrulleros de la intolerancia pero hoy mansitos, dolores del arco iris. Las manos enlazadas en un día en que no haya sirenas ni bombas incendiarias, ni violencia que aplaste la osadía.
Está ahí parada, solita, esperando el Bondi a Finisterre, los anteojos, los de cabello recogido, tiene un cartel que dice sin más vuelta, Soy torta, ¿y qué’? Si hasta la cana que acompaña el evento, abriendo la marcha, parece más linda hoy. Están disfrazados, se hicieron un disfraz que copiaron de los Village People, y entonces la cana nunca existió y sólo es una ficción de escenarios musicales.
Pet Plays y furries, como en la escena alucinada del resplandor de Stanley Kubrick, Desde otro balcón de Avenida de Mayo, House of Tropicalia, con K, con K de K*kas y Kirchneristas. Lobas y locas, ángeles y locas, bellezas, Ley integral trans ya, este no es el Cielo sobre Berlín, imagino Wim Wenders y también el final de Berlín AlexanderPlatz de Fassbinder. Este es el Transgénero del Cielo sobre Buenos Aires. También esto es Argentina. Quiero hablar una vez más de Thoreau, sobre El deber de la desobediencia civil, eso es lo que estamos viviendo hoy acá, mientras mi marea, en la que solo puedo nadar y reflotar, me lleva y me alcanza. La Plaza de los Dos Congresos a la vista. La emoción inaudita, baile murguero, candomblé, zamarreo, baile cadencia, baile redoble marcha, Marcha de la Bronca, marcha de la vida. Yo quiero a esta ciudad, gracias Pedro y Pablo, gracias Durietz y Miguel Cantilo. También quiero entender dónde va nuestra gente antes de la lluvia, durante la lluvia y después de la lluvia.
Por doquier esfinges y esculturas danzantes, la vida viviente y transida pasando del dolor a la risa campante. No es lo mismo para mí edén que paraíso, lo supe desde que vi cuando era chico El zoo de cristal de Tennessee Williams, o Panorama desde el Puente de Arthur Miller, o De repente en verano, en la versión cinematográfica con Elizabeth Taylor. Catherine Hepburn, transfigurada y trans, carnada altiva, igual a ese hijo demolido, comido vivo en la caza de brujas inhumana. Lo supe porque en ese espléndido jardín yacía el edén de la Hepburn, el edén que también es terrenal, incesante, transgeneracional, finito, imperfecto, temporal, no como el paraíso que a veces prometen religiones y vendedores de espejos transnacionales que lo pretenden, por el contrario, infinito, permanente, cautivo, despiadado, inmortal. Prefiero el otro, el edén mortal, prefiero transigir el trauma, transigir también los duelos, y si otra cosa no fuera posible, ser comido vivo, respaldando y enarbolando mis verdaderos deseos de vida. Los auténticos deseos de la vida. Sale el sol y le pregunto a la Cúpula del Congreso ¿dónde están muchachos?, ¿dónde están que no los vemos?, ¿por qué traicionan lo que debieran resguardar? Florecen los jacarandás, Es noviembre y aún no llega el verano ¿por qué nos arrojan a los lobos que nos comen nos devoran, nos flagelan y nos rompen? Esclarecidos, esclareciéndonos, respirando, respirando, vivos, respirando, inteligiendo, besándonos, respirando. Ave Fénix. Vacío todavía, ya me tomé un fernet con hielo solamente y me caminé absolutamente todas las comparsas, los colores, las diversidades, las banderas y las plazas, desde Plaza de Mayo hasta Plaza de los Dos Congresos.
Lesbianas visibles, ni una torta menos, ni una trans menos, ni una p**a menos. Salimos jugando: La Fulana. Lé***ca en resistencia. Y también está el móvil, desde el que transmite las 7.50, otra carroza trans repleta de globos maravillosos propios de una gira mágica y misteriosa, globos inflados, abrillantados, metalizados para la diversidad. La patria es lo que uno lleva y va moldeando en su propia experiencia. Estos olores y estos sonidos, estos retumbes de voces y tambores incipientes e imperfectos, estas fotos mentales y sensuales, un panorama que nos permite encontrar un destello de luz en tanta oscuridad. Por instantáneo, pequeño que parezca, ilumina, caldea los ánimos como una estrella alrededor de la que nacerán nuevos planetas. Flores de papel en el pelo y pañuelos de piratas, dibujados bigotes ficticios en rostros tersos y joviales de ninfas ancestrales. Coronas y tiaras, coronas que mueven los ánimos hasta hacernos abanicar esta nueva se*******ad. Vitalidad. Y en el escenario, a las puertas del Congreso, 33, Marcha del Orgullo, 2 de noviembre 2024, Ministerio de Mujeres y Diversidad, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Orgullo, Buenos Aires, aquí mismo, en la Ciudad de Buenos Aires, o mejor decir, aquí mismo, en este río, en este estuario que es multifacético y multitudinario, una de las bocas curiosas de nuestra República, turgente y displicente, cosmopolita y sensual.
Es apenas joven o adolescente, lleva una bandera que no alcanza a ser multicolor, como si fuera todavía un pavo real transgénero desplegándose, en desarrollo, como desplumado o emplumándose, Dice, No hay tiempo para la vergüenza. Mientras otro cartel reza, La vida es corta, hacete torta.
El texto leído desde el escenario describe una escena en la Marcha del Orgullo en Buenos Aires, destacando su ambiente diverso, festivo y representativo de la lucha por los derechos de las comunidades LGTBIQ+. No hay libertad sin derechos ni políticas públicas. El Orgullo es político. Porque somos el otro, y porque no somos sin los otros. Es una verdad milenaria, Somos Nosotros. Se los comparto. Fiesta de la tolerancia y la inclusión de lo diverso humano, de respeto y cuidado del otro, marcha del orgullo de la diversidad y de lo humano, de las conquistas de los derechos de lo humano. A la patologización del closet no volvemos Nunca Más.

Cristian Rodríguez

Satiricón en la Comisión Nacional de Valores  Cuando el actual presidente de la República Argentina promovió la metáfora...
26/10/2024

Satiricón en la Comisión Nacional de Valores


Cuando el actual presidente de la República Argentina promovió la metáfora en la cual él, como sujeto del enunciado, como artífice de esa enunciación -no perdamos de vista la fuerza de esa proyección- ingresaría a los jardines de infantes, donde niños encadenados y envaselinados estarían disponibles para sus horrendas intenciones malsanas, propias de la perversión y del tocador sá**co, no imaginábamos que detrás de eso había, además de una provocación política obscena y de un indudable reflejo de su estructura psicopatológica, una intención y un plan de gobierno que extermina el Estatuto de los Derechos del Niño y también el estatuto del Estado de Derecho en Argentina.
Ese reflejo sá**co contra la niñez, rápidamente se vio consumado en la pretensión de la Ministra Bullrich en bajar la edad de imp**abilidad de los menores frente a delitos comunes, sin reconocer allí ningún amparo de los derechos internacionales de la niñez, y sin siquiera molestarse en contemplar las múltiples miradas y aportaciones que las profesiones ligadas a la salud podrían sustentar, respecto de lo que supone un ser humano en un periodo determinado del desarrollo psicológico, como ocurre en la pubertad y en la adolescencia.
Nos encontramos ahora con una nueva aberración gubernamental contra esa población, que pretende ya no sólo cautivar a la hora de los votos nóveles y jóvenes, sino volverla cautiva, llevarla a las mazmorras múltiples de lo que los tecnócratas han creado para goce -como objetos de ese goce ajeno- de nosotros los humanos.
Habilitar a un niño de 13 años, a una niña y a un niño de 13 años a participar en la Comisión Nacional de Valores y en las trastiendas de sus espejos mutilantes -y mutantes- de la salud psíquica, no es sólo un simulacro de la vida adulta, enajenada por cierto, pues hay otros modos de vivir, es asimismo la intención de evaporar cualquier resguardo de un gobierno, de los estados y de los adultos responsables sobre el devenir de sus ciudadanos, a la hora de considerar las poblaciones que están vulneradas o en situación de desarrollo, y no sólo psíquico.
No es dispar esta medida de dinamitar una condición del derecho universal de la niñez, y en este caso de las personas en general, ya que venimos observando cómo se arrasan otros derechos de la vida humana: pacientes oncológicos, jubilados, universitarios, investigadores, los trabajadores de la salud. de la administración pública, los que laboriosamente sostuvieron los devenires dolorosos del país durante décadas, también durante la pandemia ahora malversada, y que sin embargo con sus criterios sanitarios permitió en nuestro país una de las tasas de mortandad más bajas en el mundo, para darle a esas instituciones una identidad y una supervivencia. Ni que hablar de la demolición de Télam, el Inadi, el INCAA, el Balseiro, ahora también ARSAT, los sectores que siempre han estado asociados, aquí y en todas partes del mundo, al desarrollo de la ciencia, al valor agregado, a la tolerancia, a las ciencias humanas y a los proyectos colectivos. Estos enclaves de cultura arraigada, parecen ser ahora una especie de detrito, una idea de demasía que hay que eliminar y a la que solamente adscriben las minorías más concentradas, más casta que nunca.
No es sólo la pulverización de la oposición política y sus estragos en las traiciones palaciegas, al modo del Soberano y del Amo de la plantación, lo que se percibe es la pulverización de cualquier diferencia, de cualquier rasgo identitario, de cualquier pertenencia. Dar por sentado que un niño, un púber, pueda invertir en la Bolsa de Valores, variante enmascarada en su fragilidad de la ludopatía y otros modos de las patologías del consumo, es el retroceso, equivalente a considerar lo que suponíamos había sido discutido y fundamentado exhaustivamente: que incluso éstas, son efectivamente variantes del trabajo esclavo infantil, que estas son inevitablemente variantes de posiciones abusivas contra la niñez por parte de adultos pervertidores y psicopáticos. En este caso toma la efigie impersonal de un mercado, pero detrás de eso hay una red que es equivalente a cualquier red mafiosa paralela a los poderes constituyentes, paralela a los poderes constituidos por el Estado Argentino, a una trata de la niñez, a su entrega, su sustracción, su prostitución. Son los niños allí los que se vuelven mercancía y no los niños los que tratan con la mercancía, son allí los mercados los que juegan, los que seducen, los que manosean las vidas y las psiquis de esos niños y no los niños los que ingresan a una experiencia de iniciación. Estos niños son iniciados como en la antigüedad clásica, en el Satiricón de Petronio se cuenta de cómo las niñas y los niños de siete años eran presentadas en las bacanales para gozo imperfecto e infinito de los aristócratas y comensales. Y vaya que eran parte del banquete sexual, entregados al capricho de ese Goce Otro que podía incluso decidir, no sólo su pulverización como macabro objeto sexual, sino sus vidas mismas. En las bacanales, como en las timbas financieras, está todo permitido, todo y más, lo indecible, el horror, quitar la vida.
Un gozo pretendido de alcanzar lo infinito, donde el último eslabón de esa cadena de atrocidades es transformar el cuerpo de otro en un posible manjar que se pueda comer, simbólica o efectivamente, como bien señala la dinámica del totemismo. En estas iniciaciones, lúbricas y sexuales, en sus postrimerías están las maneras establecidas propias de una cultura que hemos tomado como fundamento y como referencia, pero que está lejos de lo que entendemos por una república contemporánea y por una democracia actual. La manera en la que los aristócratas, los senadores, los cortesanos del emperador -ya que la obra se presume escrita en los comienzos del imperio romano, en el primer siglo de nuestra era-, disfrutaban y se relamían con el pueblo que tenía circo, a veces pan, pero nunca derechos constitucionales. Hay muchas maneras de restar la posibilidad de decidir, de restar en el mundo contemporáneo la posibilidad del voto, de restar la condición de un ciudadano. De producir un veto, además del veto presidencial. Hay muchas maneras de violar y violentar la apertura de un humano a la experiencia progresiva de las complejidades de la vida social, política, económica, y de las tramas de poder y jerarquías que propone una época. Al modo del Satiricón -expresión que puede suponer un neologismo entre la palabra “mezcla”, cambalache, y sátiros- este gobierno convoca a la niñez a la bacanal satírica, para producir allí un sosiego, que es exclusivo del soberano y del poderoso, sobre la ternura todavía infantil, estuporosa y desconcertada de aquel que no sabe que tras las fanfarrias y las puertas glamorosas de cualquier palacio se entra en los infiernos.

Cristian Rodríguez
Espacio Psicoanálisis Contemporáneo -EPC-

08/10/2024

Juan Represión

Gracias Charly por La lógica del escorpión, intenso, genuino, inmenso, legítimo y vivo, todavía vivo. Tu voz, como nunca, es el signo de estos tiempos y es inevitable que escuche en tu desgarradora verdad lo que acaba de acontecernos una vez más en La Plaza. Anunciás: lado B, comienza Juan Represión, y ese antiguo y poético tema de Sui Generis reaparece con la bondad y la lucidez que otros no tienen para con nosotros. Jubilados, docentes, universitarios, laburantes, investigadores, profesionales, las personas de a pie, desclasados, desposeídos, invisibles, niños hambreados, nuestros desaparecidos, nos encolumnamos detrás de tu voz Charly, somos una enorme procesión de vivientes profanos y profanados.
¿Viste cómo reprimieron una vez más en la Plaza, una y otra vez? ¿Viste cómo se entregan los mercenarios en el Congreso? Resulta paradójico que el gobierno que vino a destruir el Estado como un topo desde adentro, sea ahora el abrojito de las condescendencias bizarras de la burocracia más servil de la política, la partidaria, ciertos gobernadores, y otras ventas personales. Conocemos bien los nombres y no vamos a olvidarlos.
El desfinanciamiento de la educación y de la investigación públicas, de la industria, de la cultura hasta extremos extorsivos, parece ser el nuevo signo normalizado de la época. A ese plan de exterminio planificado se lo llama pretendido orden institucional, y no hace más que reforzar la idea de que somos los carneros de esta agonía llamada déficit cero.
¿Viste Charly cómo la CGT complaciente no sale a bancar el sufrimiento de la población?
Se ha escuchado incluso en los medios televisivos el adagio peronista del “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Dicho así, parece un insulto, ¿no es cierto Charly? Primero porque nos vamos a quedar próximamente sin casa, además de la creciente cantidad de personas en situación de calle, y ya muchos de nosotros se han quedado sin trabajo, sumado al escandaloso estrato de pobreza estructural precarizada y sin trabajo. Y porque, además, hoy el trabajo no paga las cuentas. Próximamente en las mejores salas, gran estreno gran. Me quedo con tu escorpión Charly. La otra es una fórmula maravillosa, música para los oídos -esta vez del pueblo- para épocas de bienaventuranza, de grandeza política y de equilibrio social: del trabajo a casa y de casa al trabajo-aunque en el fondo llame a despolitizar-. No es este el caso a partir de lo que estamos padeciendo. En el tránsito entre casa y el trabajo, para conquistar una cosa y la otra, que es lo mismo que decir “derechos elementales de la humanidad” y en palabras peronistas movilidad social ascendente, en ese tránsito tendremos que manifestarnos y producir las condiciones que sólo puede resolver la acción ¿Dónde está la CGT me pregunto? Organizándose, se escucha. Pero si por definición los sindicatos son movimientos organizados y acción política para proteger los convenios laborales y los intereses de los trabajadores. Nuevamente, ¿dónde está la CGT?
Qué suerte que estás vivo Charly, porque en tu voz y en la de tus amigos, también los músicos que te acompañaron durante tantos años, vibra también una voz más plena y más amplia que ningún veto y ningún decreto presidencial autocrático pueden acallar. Qué suerte que en esa lógica del escorpión haya tanto muerte como ganas de vivir, y no como el caso de otros escorpiones rastreros.
Es inevitable escuchar que en tu voz resuenan otros gritos, no solo los del rock argentino y los poetas malditos, La Pesada del rock and roll, el Flaco, Manal, Arco Iris, por qué no, y Vox Dei, también los BA Rock esenciales, “hasta que se ponga el sol”, de la dictadura que le temía a la noche, porque en la noche nos vampirizamos, nos mancomunamos, nos multiplicamos, procreamos, sentimos, y también parimos la revolución. No tenemos remedio Don Borges, seremos incorregibles o no seremos.
Charly, hoy tenemos que ser escorpión, como vos, también. Puede decirse que el 2001 propuso, como algunos dijeron ahora, un gobierno que viniera del establishment, que viniera del lobby institucional para pasar la época y soportar el caos social. Muchos estuvimos ahí, en esos días. Una masacre, como dice la página oficial del Gobierno de la Nación, con treinta y nueve mu***os y más de quinientos heridos, acontecimientos luctuosos a partir del 19 de diciembre de 2001 que desmienten otra cosa. El que vino temporalmente fue un supuesto gobierno del lobby y la unción de Néstor Kirchner como delfín de Duhalde parecía llegar debilitada y amenazada, adquirió fuerza política no sólo por sus actos valientes de gobierno, sino porque las fuerzas vivas y transversales de la política social, que se expresa de manera espontánea y se reagrupó, se transformó en movimiento de base y movimiento organizado, duró hasta bien entrado el nuevo milenio. Asambleas populares diseminadas por todo el territorio, movimientos sociales, piqueteros, jubilados, docentes, gremios, clubes del trueque, en pie. Ranas y escorpiones, mezclados, intentando juntos. Como dijo Cristina, “acá no sobra nadie”. Y el límite es la dictadura, los pensadores y hacedores filo castrenses, y nuestros 30.000 desaparecidos.
Hoy las universidades estamos de pie.
También hubo un gesto, el de bajar los cuadros nefastos de los represores genocidas que usurparon el poder durante la última dictadura, fue en el Colegio Militar, tan valioso como tu lógica del escorpión, ¿no es cierto Charly? Para ciertas cosas no pedimos permiso.
Querido Charly, nuestro compañero de rutas y dictaduras padecidas, ¿Cómo no escuchar en tu voz desgarrada a un poeta como Leonard Cohen o el propio Tom Waits? ¿O las voces imperecederas de Edmundo Rivero y Goyeneche? ¿O el alarido inmortal de Luca Prodan con Sumo?
Me pregunto Charly, ¿quiénes son estos del gobierno?, ¿quiénes son y cuántos son los entregadores? Sabemos qué intereses funcionales representa Milei gozando de los fragmentos de nuestra república.
¿Por qué no decir que, de alguna manera, hoy, y a pesar de las palizas que estamos recibiendo, de los golpes sin pausa, todos somos como vos Charly, todas y todos somos Los García? Y tarde o temprano, rana y escorpión, a su modo, envenenados, llegaremos a la otra orilla, nos pondremos a salvo y a resguardo de los represores, genocidas, aduladores, aulladores de la entrega con sordina, al otro lado del río. Gracias Charly, porque detrás tuyo, junto con vos, vibran músicas de pueblo argentino, en sus muchas versiones. En tu desgarradora voz hay una voz que es hoy, ahora, en presente, tu tiempo es hoy, nuestro tiempo es hoy, ya lo verán.
Cristian Rodríguez

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