31/10/2024
El texto a continuación podría entrar en la categoría de incunable. Es de un valor histórico excelso, de primera mano, testimonial.
Traducción realizada por Esther e Israel Breitman (sin fecha) de un artículo publicado el 15 de febrero de 1930 en el periódico riverense "Unzer Vort" escrito en Idish, titulado "De la historia de la actividad cultural en Rivera" escrito por G. Tasihin.
'En abril de 1905 llegan los primeros colonos al lugar donde se fundaría la gran colonia Baron Hirsch.
Ni bien los nuevos colonos se ubicaron precariamente en el nuevo suelo, la juventud más esclarecida comenzó a sentir nostalgia por algo, para ser más agradable y llevadero el prosaico diario vivir en los anchos campos de la Estancia Leloir. De las añoranzas pasaron a la realidad y decidieron realizar una actividad literaria y de inmediato se abocaron a llevarla a la práctica.
En el programa de la primera velada también estuvo incluida la representación, en un acto, de la obra "El oso" de Antón Chéjov; fue la primera representación teatral realizada en nuestra zona, tomaron parte de ella la Sra. F***y Brosky y los Sres. Saúl Stronguin y Moisés Smorodinsky. Actuaron en ruso, que era casi el idioma corriente.
Antes y después de la representación reinaba un entusiasmo sin límite entre los jóvenes activistas. Para llevar a cabo la interpretación tuvieron que realizar un trabajo físico arduo, hasta que limpiaron el galpón ofrecido por el finado Sr. Marcos Charny. Tuvieron que sacar varios cientos de bolsas de avena y grandes cajones de maquinarias y otros implementos. En los arduos preparativos tomaron parte los hermanos Beiser, Schpoliansky, A. Marchevsky, Kmiasitzky, L. Esevich (ferviente socialista en aquella época) y otros, entre los que también estaba el escritor de estas líneas, entonces un joven muchacho.
La recaudación neta fue de algo más de 100 pesos. Entonces entre los compañeros se planteó el interrogante ¿qué se hace con el dinero? L. Esevich propuso que se enviara el dinero a la biblioteca rusa en Buenos Aires. Su propuesta casi fue aceptada, porque todos los compañeros estaban embriagados del éxito de la interpretación. Pero llegó Aizik Marchevsky y, enfurecido, como era su costumbre, dijo ¿Por qué a la biblioteca rusa?¿Dónde estamos nosotros? ¿Para qué necesitamos el dinero? Se oían voces... -Para comprar libros para nosotros, contestó, ya tranquilo, Marchevsky. Su proposición se aceptó con entusiasmo y así se puso la piedra fundamental de la primera institución riverense: la biblioteca.
El dinero se le entregó al compañero Miguel Beiser quien lo envió a San Petersburgo para hacer una compra de libros cuyo saldo se pagaría en cuotas. Indescriptible fue la alegría de los compañeros cuando llegó el primer cajón de libros. Con manos temblorosas acariciaron los brillantes lomos de los libros, adorándolos como una reliquia.
A pesar de las difíciles condiciones los propulsores de la actividad cultural prosiguieron su difícil tarea llevando a cabo toda clase de actividad teatral. Se agregaron nuevas fuerzas, Tales como José Yusem y otros. También tomaron parte activa la señoritas Esther Beiser, hoy Sra. de Gueler y B. Kniasitzky, hoy Sra. de Guitelman.
Mientras el pueblo de Rivera fue muy pequeño la mayoría de las colonias se encontraban al Este del pueblo. Las interpretaciones se llevaban a cabo en el galpón de Charny a 5 km del pueblo. Con el tiempo el pueblo creció, se poblaron las tierras desocupadas del Oeste, había que buscar un lugar para las interpretaciones en el pueblo que se convirtió en el punto central. algunas veces actuaban en el gran galpón de la Estación del Ferrocarril; también la biblioteca se instaló en la casa del compañero Najman Schpoliansky, y el Sr. Gregorio Schneider fue nombrado bibliotecario.
Así siguió hasta el año 1912, cuando los compañeros Miguel Beiser, Israel Schpolliansky y Elías Schneider comenzaron a bregar por la fundación de una institución cultural sólida y por construcción de un salón propio para toda clase de actividad cultural, porque se vio que para que la biblioteca y todo el trabajo cultural en general pudieran prosperar era necesario tener un salón propio, sin el cual el trabajo se hacía imposible.
Los antes nombrados se aconsejaron con el culto activista comunitario Abraham Schlapacoff (sin el cual no se concretó ninguna institución de Rivera), se llamó una Asamblea General para el 5 de julio de 1912 en el edificio de la Cooperativa Barón Hirsch y se fundó una institución cultural con el nombre de "Club de la juventud israelita", con un subtítulo "para recreo y desarrollo intelectual" y se eligió la primera comisión. Inmediatamente después de la asamblea se abocaron a la construcción del salón y gracias al trabajo del presidente Abraham Schlapacoff con la colaboración de la Comisión, el sueño de los iniciadores se realizó en octubre del mismo año con la representación del drama de Jacob Gordin "El hombre salvaje", ya en el nuevo salón.
Para la primera representación el estudiante (ahora ya médico) Manuel Muchnik pintó un lindo telón como donación.
Es imposible describir el entusiasmo de los compañeros y con justa razón puede decirse que fue esa época romántica del trabajo cultural, se compraron libros para la biblioteca. En idish y en castellano.
Después, en 1915, se fundó en Rivera el "Centro obrero judío", que en los primeros tiempos en castellano se llamaba "Sociedad obrera de socorro mutuos".
El 15 de mayo el "Club de la juventud israelita" resolvió organizar un cinematógrafo en su salón. En la Asamblea General del 3 de septiembre de 1916 se cambió el nombre de "Club de la juventud israelita" por el de "Centro juventud israelita". Ambas instituciones, el "Centro juventud" y el "Centro obrero" prosiguieron exitosamente con el trabajo cultural varios años, después el entusiasmo fue enfriándose, los activistas anteriores se fueron, jóvenes capaces no se acercaron y el trabajo fue debilitándose.
A comienzos del año 1923 comenzó un movimiento para unir las dos bibliotecas que apenas subsistían y el 29 de julio se unieron bajo el nombre de "Biblioteca Unida". Luego de la unión de las bibliotecas las dos instituciones culturales quedaron agonizantes. Sólo trabajaba la "Biblioteca Unida" la cual no podía progresar, debido a la discordia de los dirigentes quienes eran elegidos de las dos instituciones. Así se prosiguió hasta el año 1925 en que algunos dirigentes vieron que de esta forma el trabajo sucumbiría, y se debía buscar la solución, y nació la idea de fundar de las dos instituciones agonizantes una vigorosa institución cultural.
El 11 de mayo de 1925 se decidió llamar a una asamblea organizativa para el 31 de mayo entre los activistas de las dos instituciones.
El 31 de mayo de 1925 se llevó a cabo la samblea y se fundó el "Centro Cultural Israelita". Con su fundación la actividad entró en una nueva fase, pero sobre ello escribiremos en un artículo especial.
Cuando escribimos sobre la actividad cultural de nuestra zona es digno recordar que cuando se colonizó la zona Oeste se fundaron bibliotecas en varios grupos, como por ejemplo en el grupo Ginsburg N 2 y en el grupo Leven N 1. Pero que tuvieron débil influencia sobre el desarrollo cultural, aunque organizaron varias veces representaciones teatrales y reuniones culturales con éxito. Las arribas mencionadas bibliotecas no tuvieron posibilidad de existir porque el pueblo de Rivera es el punto central de la región y todos consiguen libros a su gusto en la biblioteca del "Centro Cultural Israelita". El Centro tiene también mejores medios para llevar a cabo toda la vida cultural. Una de las bibliotecas del grupo Ginsburg N 2 ya desapareció y la otra, aunque vive, no progresa y también está sentenciada a desaparecer porque las mejores fuerzas culturales se concentran alrededor del "Centro Cultural Israelita".'