Un espacio creado con el propósito de compartir, debatir y expandir distintas aproximaciones en torno a la actualidad y el arte. Sabemos que las dimensiones de la propuesta son múltiples, y esa diversidad lejos de abrumarnos, nos anima; porque si bien las delimitaciones de objeto sirven a una mejor metodología, también revisten el riesgo de retacear las posibilidades y la riqueza que, desde el pun
to del partida, consideramos infinitas, interminables. Entre las ventajas y los efectos colaterales, optamos por este camino amplio y coherente con la generosidad con la cual la realidad se nos ofrece y nos premia si sabemos esperar, si sabemos mirar y situarnos, si tenemos suerte. He aquí un lugar para compartir aquello que nos conmueve, que nos convoca, que nos interesa, que nos asombra, preocupa o interroga. El formato es tan variado y libre como las temáticas: crónicas, notas, comentarios, reseñas, apuntes, fragmentos de obras, fotografías. El único requisito: buscar la originalidad, ya sea en el asunto, el tratamiento, o el enfoque. Que dejen una marca personal, que manifiesten una apreciación, una preferencia, o un rechazo. Esta es una invitación a usar la creatividad, a moverse con gracia, sin preconceptos ni protocolos, a expresarse poniendo ganas, y atreverse a ser protagonistas, es decir, a salirse del papel de meros repetidores, jueces, seguidores, o peor, indiferentes. La Belleza Interminable tiene además unas pocas reglas al momento de las publicaciones:
- La principal consigna aquí es participar. Publicá lo que escribís y guardas por ahí; difundí y reseñá lo que leíste y te gustó; da tu opinión sobre el arte abstracto, sobre porqué te gusta cierto bar, sobre las últimas elecciones, o sobre los ojos de tu novia/o que cambian de color con el tiempo, en definitiva, opiná, pensá, sentí, mirá y contá; sé generoso y pródigo en los comentarios, da rienda suelta a tus palabras; poné la foto de tu pintura o escultura favorita y dejá suscrito tu encantamiento; ponenos al frente el libro o la película que te mantienen atrapado; descubrinos ese árbol nuevo, esa emoción incomparable, ese paisaje, esa admiración de último momento, esa manía de toda la vida. Sé partícipe sin más.
- Al publicar tomá en cuenta lo siguiente: en lo posible colocar primero una volanta que indique en forma general las características del texto y sirva como guía al lector (por ej. Artículo, Nota, Opinión, Reseña, Crónica, Entrevista, Comentario, etc.). Para distinguirla, agregale una / al final. Luego, abajo, el título del texto, siempre en mayúsculas, para que se diferencie. Podés colocar el autor al comienzo del texto, entre paréntesis (ej. Por Gerardo Luna) o al final, da igual, pero preferimos la primera opción.
- No hay límites en cuanto a la extensión, pero intentemos que sea acorde a su interés, pensando en el lector. Abstenerse lo más que se puede del simple "copiar y pegar", tarea facilista y, al fin de cuentas, intrascendente. No es esta la visión de esta página, preferimos la cita dentro de un contexto, y textos completos de otros autores sólo en la medida que se justifique por su novedad o impacto.
- Atribuir siempre las citas a sus respectivos autores cuando optemos por un texto que nos gusta o sirve a nuestros argumentos. Toma tiempo, parece cosa de intelectuales o para sacar "chapa", pero -simplemente- es lo que corresponde. Reconoce a los creadores y da chance de ampliar a partir de referencias. Las citas o fragmentos reproducidos -no está de más decirlo- llevan siempre comillas. Las fuentes (otros medios, otras publicaciones) de las que se toma información también deben ser consignadas.
- Podemos ilustrar libremente. Una foto, una pintura, siempre le dan dinamismo a la página, llaman la atención sobre el texto y expanden las interpretaciones. Agotemos la posibilidad de dar a conocer al autor del material que reproducimos. Sea Botero o "Juan Pérez", si hay forma de señalarlo, es bueno hacerlo.
- Con respecto a las ilustraciones, se valorará el hecho de que sean concordantes con lo que se expresa en el texto, también que reflejen cuidado, sutileza, creatividad, es decir, las mismas cualidades que se supone ponemos en los textos.
- Evitemos las publicaciones y comentarios ofensivos. Serán eliminados, y sus autores advertidos. Nos encanta el debate y lo impulsamos, pero cualquier intercambio de opiniones requiere respeto, altura, y no caer en el ataque personal o a determinados grupos, el sarcasmo, los señalamientos sin fundamento. Partamos de la base que nadie puede tener toda la razón, que las miradas pueden (gracias a Dios) ser más de una, que no es necesario llegar a un acuerdo terminante y hay que saber distanciarse.
- Las críticas se aprecian cuando son verdaderamente eso: críticas, y pueden fácilmente reconvertirse en aportes. Lo ideal es tener activo ese filtro que nos obliga a pasar cualquier expresión respecto al esfuerzo y la creación de otro: ¿es verdadero? ¿es útil? ¿es bueno? Hay otras alternativas donde fijar la atención. Y los más importante: está la alternativa de participar por nuestro lado, brindando un publicación que muestre el propio enfoque.
- Por las razones antedichas, no es este un sitio para publicaciones de las denominadas "virales" o panfletarias. En todo caso, se pueden tomar éstas e incorporarles un comentario propio, someterlas a un análisis, incorporarlas como referencia. Igualmente, se eliminarán directamente publicidades, ofrecimientos, invitaciones, no consentidas por el administrador de esta página y que no se ajusten a la línea editorial.
- El administrador de esta página es Javier Martínez, periodista. Será también el encargado de moderar el sitio para asegurar su normal funcionamiento. Actuará también como redactor y editor general del mismo. Podrá retirar aquellas publicaciones improcedentes y mantendrá contacto con los seguidores bajo criterios de interacción y dinámica. Su correo electrónico es [email protected]. Con gusto responderemos a tus consultas y sugerencias, y con mucho más gusto aún compartiremos ideas e inquietudes.
- La Belleza Interminable está a la vuelta de la esquina, de cualquier esquina. Se transparenta en la noticia cotidiana y en la de archivo; en las polémicas y en los abrazos fraternales; en las creaciones que deslumbran y son hallazgo, y siempre búsqueda; en la poesía de las bibliotecas y en la poesía de las charlas en los colectivos; en el dolor, la alegría, los placeres y las derrotas; en cualquier oficio y transcurrir que se transforma por medio de la pasión y la leyenda; en cualquier historia que se mira con la suficiente apertura, dedicación, intuición, delirio. La Belleza Interminable. La que sólo a vos te toca revelar. Y por eso también necesaria, intransferible y única.