23/07/2022
Límites a la angustia. Acting out y pasaje al acto
Pisc. Martín Yacono
Desde el Psicoanálisis entendemos que tanto el acting out como el pasaje al acto, son modalidades de respuestas de un sujeto ante a la angustia. Freud ubica a la angustia en un lugar fundamental para la estructuración del psiquismo, y con ello introduce la noción de defensa, a partir de allí podemos concebir al aparato psíquico en una estructuración de defensa, defensa ante la angustia que configuraran diversos tipos clínicos, obsesión, histeria y fobias.
En “Inhibición, síntoma y angustia” Freud se refiere a la inhibición y al síntoma como respuestas posibles frente a la angustia, en este orden es posible sumar el pasaje al acto y el acting out. En esta línea, el acting out puede ser definido como un actuar súbito y sorpresivo, algo en la conducta del sujeto se muestra como un fenómeno sin palabras dirigido a un Otro, el valor mostrativo conforma el elemento esencial en el acting out, puesto que su acento recae en el elemento visual, es lo que “se da a ver” análogo al m***aje de una escena, y se presenta esencialmente en el plano de la imagen, la escena se sostiene con un llamado al Otro desfalleciente para “Hacerse ver”. En su seminario X Lacan dice que la angustia es el único afecto que no engaña ¿Por qué no engaña? Ante la aparición de una angustia que no cesa, en el acting out y pasaje al acto, la inconmovible certidumbre de una representación coagula al sujeto en un único sentido para su ser, sella la imposibilidad de dialectizar la certeza angustiante, un significante que no liga no deja margen al equivoco del inconsciente, para decirlo rápidamente, el sujeto se desorienta ya que su mundo que estaba organizado por identificaciones y lugares que el desempeñaba en su vida, comienzan a tambalear y no resultan para darle una explicación racional a su existencia en el mundo y a su relación a los otros. Entonces, el acting out y el pasaje al acto son manifestaciones urgentes para volver a localizar una escena equívoca “valencia significante diferente”, arrancando así la angustia a su certeza. En suma, estas manifestaciones urgentes, también impulsividades, comportan una particular función, son un modo de afectar y/o marcar al Otro, aquel Otro que aparece sin faltas, dado que se torna insoportable no aparecer en la escena reconocido como otra cosa, más que como un objeto con una única Valencia significante “ser una mi**da o ser nada”, el sujeto busca ser identificado en esa escena con otros significantes.
Mientras que en el acting out lo distintivo radica en una escena que se muestra, lo que distingue al pasaje al acto es la supresión o salida de esa escena, no hay en el pasaje al acto una escena fantasmática, las costuras de su entramado novelar quedan sin hilar, momento límite en el sujeto, puesto que se anula y queda reducido a una nada, identificado a un objeto que cae, sale de la escena sin ninguna esperanza de hacerse escuchar.
¿Qué tiene que ocurrir para que alguien busque como salida ante
la angustia un pasaje al acto?
Como se suele referir en nuestra jerga, para que alguien se caiga de la escena que organizaba y le daba diversos sentidos a su mundo, tiene que habitar en un sujeto un sufrimiento extremo y el detenimiento del curso significante, se rompen las ficciones estables que le sirven de brújula para orientar su vida y darle sentidos y surge un momento limite en su subjetividad, queda identificado y coagulado en una única significación, como resto o desecho, , entonces el pasaje al acto es un “Estar fuera de todo”, es una exclusión radical, en esta circunstancia se rompe la escena, no hay trama novelar que se le dirija a alguien y no espera interpretación, es una demanda de amor sobre un fondo de desesperación.
Recortes clínicos
Para finalizar este escrito me serviré de breves recortes clínicos con el propósito de hacer más aprehensible lo transmitido.
Viñeta - Acting Out
Miguel de 16 años, en medio de una crisis de excitación psicomotriz es internado en la sala de salud mental del Hospital Padilla, allí relata haber discutido con su padre, ya que decidió cambiarlo de colegio, a raíz de ello Miguel debe interrumpir su entrenamiento, abandonar su pasión y con ello las ilusiones de ser un futbolista profesional.
Miguel expresa que la relación con su padre ha cambiado desde que supo que tenía una hija extra matrimonial de su misma edad, refiere: “El ya no pasa tiempo conmigo y no compartimos nada de lo que hacíamos juntos, extraño las conversaciones después de los partidos, siempre buscaba hacer el gol para sacarle una sonrisa”
Luego de la internación, Miguel concreta una salida con su padre y este se ausenta, este hecho desencadena una serie de reacciones violentas que llevan a Miguel a enfrentarlo, sobre esta situación refiere: “me mande una cagada, le di una piña a mi viejo porque me acordé de lo que me hizo, estaba muy caliente e intente romper una maceta a las patadas, pero me caí, estuve tirado en el piso por veinte minutos y el no hizo nada para ayudarme, tuvo que venir un amigo de la familia para levantarme”. Parece que aquí un acting out se precipita y eso que Miguel no puede decir lo m***a en una escena “se queda tirado y su padre no lo ayuda”. Miguel ofrece una escena dirigida a llamar su atención, tirado en el piso es que intenta verificar que es el para su padre.
Viñeta - Pasaje al Acto
Victoria acude por la guardia del hospital del Carmen, no viene acompañada. Refiere en aquella ocasión: “Me vine sola porque no tengo a nadie”. El motivo de su consulta fue por un intento de suicidio por consumo de Psicofármacos en el contexto de un conflicto con su pareja actual. Creemos ante su relato que un acting se deja entrever “Su novio le expresa que iban a terminar la relación” ella se golpea la cabeza, se encierra en el baño a tomar pastillas y llama a una amiga que no le responde”. A los 3 días concurre nuevamente por la guardia, pero esta vez la traslada una ambulancia del servicio de emergencias 107, puesto que un vecino la encontró desmayada en la pensión donde vive. Posteriormente nos relata su amiga lo siguiente: Ante la insistencia de un vecino por llamar a su puerta y la ausencia de respuesta de victoria, deciden ingresar a la habitación, victoria estaba acostada boca abajo, con blíster de pastillas tirados en el piso y bebidas alcohólicas. Durante su internación en la sala de salud mental de dicho hospital, nos relata que no tiene a nadie, sabe que sus padres biológicos la dieron en adopción desde muy pequeña, esa misma familia que la recibe, la expulsa en su
adolescencia, dado que mantenían una relación muy estricta que se limitaba a tareas domésticas sin posibilidad de ofrecerle un lugar para sus deseos y proyecciones.
A los 13 años es institucionalizada en un lugar que recibe menores en situación de calle, allí al principio se pacifica, pero no tarda en ser expulsada también. Victoria inicia una relación de pareja a los 18 años, mantiene un vínculo de dependencia, su angustia por fantasías de exclusión organizan una serie de motivos y sospechas respecto a su pareja, “Cualquier actividad o discurso por fuera de esa relación se convierte en peligrosa”, ante la ruptura con esa pareja decide que no había nada más que la ligara a ningún deseo, no quería vivir más, “sentía que no tenía función ni lugar en este mundo, no servía para nada” su existencia era una mi**da ya que nadie la quería, “todos la expulsaban” significación coagulada que no abre otros sentidos posibles para ese ser, sin posibilidades para construir o vivir una realidad que le ofrezca mejores condiciones decide expulsarse ella misma de la escena que organizaba su realidad.