04/05/2024
⛔️ EXPERIENCIA DE UN REPARTIDOR ⛔️
Eran las nueve de la noche. Me llegó la notificación de una entrega que estaba un poco cerca y decidí aceptarla. Luego de eso, puse la dirección en Google Maps y empecé mi viaje.
Al principio, nada me hacía sospechar de que algo raro iba a suceder. Sin embargo, a minutos más tarde la pantalla de mi teléfono comenzó a parpadear. Enseguida, la dirección del pedido se cambió.
Asumí que yo me había equivocado de calle y que el mapa (Google Maps) simplemente había hecho una corrección. Pero sin darme cuenta, la dirección se había alargado por varios kilómetros más.
El pedido era solo un cupcake al domicilio indicado, me puse nervioso. De repente, ya no me encontraba en la ciudad, ya estaba en la carretera. ¿Quién pidió un cupcake tan lejos y tan tarde? Pero como ya estaba más cerca del lugar de la entrega que de regresar, decidí terminar el viaje.
Tiempo después, llegué hasta una entrada con forma de arco; se trataba del ingreso a una hacienda de cultivo de agave. Al parecer, estos diseños son comunes en la zona.
En el mapa me indicaba que ya había llegado a mi destino. Así que entré en el lugar. Al bajar, me di cuenta de que estaba iluminada con antorchas. La hacienda estaba en muy buenas condiciones. Había un establo con caballos. Yo pensé que estaba en una boda.
En ese momento le envié un mensaje al cliente del pedido, aunque no tuve ninguna respuesta. Esperé por varios minutos hasta que las dudas llenaron mi cabeza otra vez.
¿Será esto una broma? ¿Me irán a secuestrar?
Había leído de casos en los que hacían se pedidos y la gente que los llevaba, los robaban o secuestraban. No iba a arriesgar mi vida por un cupcake, cuando decidí irme escuché unos gritos medio desgarradores que provenían de aquel lugar no lo pensé más así que regresé.
Cuando volvía, la pantalla de mi smartphone empezó a parpadear de nuevo. El mapa me indicaba que me encontraba lejísimos de mi destino, y que además no iba a llegar a tiempo para entregar el