27/07/2022
María de las Mercedes "Meche" Carreño Nava
Una de las más grandes estrellas del cine mexicano de los años 70, símbolo sexual de una década en la que miles de mexicanos fantaseaban con la belleza mexicana que hacia los más audaces desnudos en cine nacional, nos referimos a Meche Carreño.
En los años 60 del siglo pasado, María de las Mercedes Carreño Nava vivía en una tempestuosa calle colindante con la avenida Niño Perdido, como se llamaba lo que hoy es el Eje Central Lázaro Cárdenas. Nacida en la ciudad de Cosoleacaque. Veracruz en 1947, tenía cuatro años cuando su madre emigró con ella a la ciudad de México, dejando atrás los vahos petroleros y una relación conflictiva, según rememora el escritor y ex obrero petrolero Gerardo de la Torre.
La televisión se iniciaba en México y la niña cursaba la primaria con notas excelentes, pero por las tardes miraba con devoción películas y telenovelas. En el espejo del ropero de su departamentito imitaba poses y gestos de modelo, de actriz o de bailarina. En sus sueños se veía dueña de un escenario, bañada de aplausos y reflectores.
Cuando María de las Mercedes terminaba la secundaria, ya su garbo y buena construcción llamaban la atención unánime. Meche, como todos la conocían, demostró desde niña una suprema afición por la representación, desde los festivales escolares y los bailes del barrio, hasta los circos fugaces y las películas mexicanas de las que no se perdía una, asistente asidua como era a aquellos cines que, como ballenas mitológicas, albergaban en sus enormes vientres a miles de espectadores.
Su madre, alerta ante la gracia de la chamaca, no obstruyó su vocación, pero tampoco le quitó un ojo de encima. La acompañaba a sus clases de danza, la recogía en la escuela, le medía los horarios y alejaba a los merodeadores. Apenas cumplidos los 15 años le ofrecieron a Merceditas trabajar en el cercano Teatro Blanquita. Fue la mamá quien decidía con los empresarios cocodrilos en qué podría actuar su hija, y se encargó también de mantener a raya a lagartos pretendientes, a viejos habitués de primera fila, y a fotógrafos y periodistas que ofrecían el estrellato a cambio de un desnudo artístico.
Señorita Bikini.
Meche Carreño tenía 17 años cuando el periódico Cine Mundial convocó en 1964 al concurso Señorita Bikini. En Europa, los trajes blindados de una sola pieza para nadar habían pasado a la historia. Luego, del traje de dos piezas correosas se pasó a finales de los años 50 al untuoso bikini, llamado así en extraña remembranza del atolón de Bikini, en la Micronesia, donde los estadunidenses probaban desde 1946 sus bombas de hidrógeno.
El concurso se llevó a cabo en el balneario Bahía y lo ganó Meche Carreño. Días después el fotógrafo Enrique Magaña la fotografió emergiendo por la escalerilla de la misma piscina, sonriente y con los jóvenes pechos al aire y el sostén como un trofeo en la mano.
La publicación de la foto en la revista Siempre! causó sensación, con una nota lírica del periodista Alberto Domingo elogiando la frescura y el atrevimiento renovador de la desconocida muchacha.
La censura habíase replegado y ya no exigía cuadritos o esferas negras sobre los pezones o el p***s. El semidesnudo de la joven vedette haría época y obligaría a las otras aspirantes a nudistas del cine nacional a enseñar más, aunque no tuvieran la juventud y la firmeza deportiva de la Carreño.
Meche se convirtió en el blanco de decenas de fotógrafos que intentaban repetir, sin imaginación, la fotografía de Magaña. Pero ella y su mamá supieron administrar el tesoro, y fueron desechando a las parvadas de paparazzi de las revistas para caballeros y similares. La farándula había quedado atrás, y a la joven veracruzana la esperaban el éxito y la fortuna.
Actriz y productora.
Se inicio como actriz de cine en 1964, con un papel secundario en el filme El picaro de Alberto Mariscal; un año despues tuvo su segunda aparicion como actriz secundaria en la cinta Baron Brakola (Dir. Jose Diaz Morales, 1965). Al poco tiempo se caso con el fotografo y productor Jose Lorenzo Zakani, quien se propuso lanzarla como primera actriz; para lo que creo la productora cinematografica Uranio Films, en la que ambos participaban como productores.
De esta forma en 1966, Mercedes Carreño hizo su debut como actriz protagonica, argumentista y productora en la cinta Damiana y los hombres, dirigida por Julio Bracho. Siguio su participacion en No hay cruces en el mar, dirigida por Julian Soler basada en otro argumento suyo. Esta cinta tambien fue producida por Uranio Films.
Durante esta epoca, actuo ademas en las peliculas Andante (Dir. Julio Bracho, 1967), con locaciones en diversas ciudades de Europa;
La sangre enemiga (Dir. Rogelio A. Gonzalez, 1969) y La inocente (Dir. Rogelio A. Gonzalez, 1970).
Despues se traslado a Inglaterra donde estudio Arte Dramatico. A su regreso a Mexico reinicio su carrera como actriz y logro importantes reconocimientos por sus actuaciones en filmes como:
La Choca (Dir. Emilio Indio Fernandez, 1973), por la que obtuvo en 1975 el Ariel a la Mejor Coactuacion Femenina;
La otra virginidad (Dir. Juan Manuel Torres, 1974); La vida cambia (Dir. Juan Manuel Torres, 1975);
El mar (Dir. Juan Manuel Torres, 1976) y La mujer perfecta (Dir. Juan Manuel Torres, 1977), de estas peliculas el realizador era su esposo.
A partir de 1979 radico en Estados Unidos en donde participo como actriz en la obra de teatro Doña Rosita la soltera y realizo la pelicula en video Dios nunca muere, que ella escribio y su hijo Jose Zakany dirigio. En 1980 actuo en la pelicula mexicana El noa noa 2 (Dir. Gonzalo Martinez Ortega) y en 1986 volvio a radicar una temporada en Mexico, durante este tiempo participo en la obra teatral Don Juan Tenorio. En 1988 actuo en las cintas nacionales Durazo. La verdadera historia (Dir. Gilberto de Anda) y El dia de las sirvientas (Dir. Rene Cardona)
Hace muchos años salió de México para radicarse en Nueva York, donde obtuvo su nacionalidad americana. Posteriormente, vivió algunos años en París y después el destino la trajo a vivir a Los Ángeles, California
Meche Carreño, actriz y productora, falleció el 21 de julio a los 74 años. Su deceso fue en Estados Unidos (EEUU) a causa de un cáncer de hígado.