03/11/2024
CARTA ABIERTA A LIN-MANUEL MIRANDA
Admirado Colega:
Es probable que tú, o tu venerable padre, el Maestro Luis Miranda, no tengan ya mucho que ver con los resultados de las subvenciones otorgadas por la Fundación Flamboyán ni con la Junta que las otorga. Pero sus voces tienen ecos que no se escuchan en el vacío.
Si no me equivoco, esta prestigiosa Fundación se nutre con parte de los fondos que tu obra HAMILTON ha generado en sus muchos años de éxito. La beca de LETRAS BORICUAS fue creada para ayudar a los escritores puertorriqueños, tanto los de aquí como los de allá. Cuando fue anunciada, nos llenó a todos de gran entusiasmo, porque, como debes saber, los escritores puertorriqueños carecen de ayudas, espacios y subsidios para sus trabajos. Estas oportunidades que promociona la Fundación Flamboyán no tienen paralelo en nuestro país y son muy pocas y altamente competitivas en Estados Unidos, donde los puertorriqueños somos hijos de una "Isla de basura".
La convocatoria de este año de la estupenda beca LETRAS BORICUAS se abrió por primera vez a los dramaturgos puertorriqueños de la Isla. Cuando la recibí, pensé que tú debías haber tenido una influencia importante en esta decisión, dado que eres esencialmente un dramaturgo, y tanto yo, como muchos otros dramaturgos puertorriqueños te consideramos un colega hermano.
Yo mismo me encargué de repartir la convocatoria a más de 50 dramaturgos activos de Puerto Rico. A todos los animé a aplicar: envié correos, llamé por teléfono, expliqué los pasos para llenar los formularios y hasta certifiqué, con mi nombre y el de mi Instituto Alejandro Tapia y Rivera (un instituto dedicado a la defensa y divulgación de la dramaturgia puertorriqueña de la Isla y la diáspora, que te invito a conocer en www.institutoalejandrotapia.org y que lleva el nombre del más importante dramaturgo de nuestra historia), la pronta publicación de muchos de ellos que hemos venido realizando con los escasos fondos privados que conseguimos.
Pero, cuál no ha sido nuestra sorpresa —la mía y la de todos los que invité a participar— al descubrir que solo se ha considerado a un colega dramaturgo como ganador de la beca de este año. Uno solo de más de 25 que deben haber solicitado. Mientras, los poetas, los narradores y los novelistas ya han disfrutado de cuatro ediciones ¡desde el 2021! , siendo subvencionados más de 60 escritores boricuas: ¡MÁS DE 60 ESCRITORES CONTRA UN DRAMATURGO!, -que bien merecido debe tenerlo-, pero ciertamente no deja de sorprendernos este severo golpe a nuestra estima como escritores de teatro que fuimos convocados por primera vez a esta solicitud. Te soy muy franco, colega, nos sentimos que fuimos convocados a un engaño. Y no soy el único -por viejo y atrevido que soy- que lo ha manifestado.
Lin-Manuel, colega, tú eres dramaturgo. Eres un dramaturgo puertorriqueño. Tú mismo lo has dicho y te has arropado orgullosamente con nuestra mutua bandera, logrando grandes éxitos y reconocimientos de públicos exigentes en Estados Unidos. Por esa sangre y ese suelo que nos une, te pido que lleves en tu nombre y en el nuestro, un enérgico reclamo a la Fundación Flamboyán, para que a través de ti se consolide una edición de becas PARA LOS DRAMATURGOS PUERTORRIQUEÑOS DE LA ISLA Y DE ESTADOS UNIDOS que deseen solicitarla, sin que tengan que competir con más de 400 poetas, cuentistas y novelistas en cada edición.
No estamos reclamando un privilegio ni una superioridad, sino equidad. La dramaturgia, y esto es innegable, no es solo la voz de un autor, también es la voz de un pueblo. El teatro es la memoria de la civilización y de aquellos que la han construido con sus contradicciones y sus heroísmos.
No merecemos ser menos. Y, acá entre nos, pienso que es tu deber en solidaridad con la patria que te ha dado tu nombre. Estoy seguro de que tu padre —a quien conocí recientemente— recuerda cuando le dije: “Dígale a Lin que no se olvide de nosotros”. Y esto, porque quien está arriba, siempre debe acordarse de los que están abajo. Y ha sido tu obra la que promovió estas necesarias y tan importantes y prestigiosas ayudas a la creatividad nacional.
Recibe siempre mi admiración y mi orgullo por el excelente trabajo que haces por nuestro arte y por tu país. Y aquí quedamos a tus órdenes, en tu patria.
Roberto Ramos-Perea
Dramaturgo Puertorriqueño
*****
OPEN LETTER TO LIN-MANUEL MIRANDA
Dear colleague:
It likely that you, or your venerable father, Maestro Luis Miranda, no longer have much to do with the decisions on grants awarded by the Flamboyán Foundation or the Board that allocates them. Yet, your voices have echoes that do not fall into a void.
If I’m not mistaken, this prestigious Foundation is funded in part by proceeds from your work, Hamilton, which has seen many years of success. The LETRAS BORICUAS scholarship was created to assist Puerto Rican writers, both those on the island and those living abroad. When it was announced, it filled us all with great excitement because, as you may know, Puerto Rican writers lack support, spaces, and subsidies for their work. These opportunities promoted by the Flamboyán Foundation are unparalleled in our country, and they are scarce and highly competitive in the United States, where Puerto Ricans come from an "Island of trash."
This year’s call for the outstanding LETRAS BORICUAS scholarship was, for the first time, opened to Puerto Rican playwrights on the Island. When I received the announcement, I thought you must have had a significant influence on this decision, given that you are essentially a playwright, and many Puerto Rican playwrights, myself included, consider you a kindred colleague.
Personally, I distributed the call to over 50 active playwrights in Puerto Rico. I encouraged everyone to apply: I sent emails, made phone calls, explained the steps to complete the forms, and even certified, with my own name and that of my Institute, Alejandro Tapia y Rivera (an institute dedicated to advocating and promoting Puerto Rican dramaturgy on the Island and in the diaspora, which I invite you to visit at www.institutoalejandrotapia.org, bearing the name of the most important playwright in our history), the upcoming publication of many playwrights which we have been able to carry out with the few private funds we secure.
But imagine our surprise — mine, and that of all those I encouraged to participate — upon discovering that only one fellow playwright was selected as a winner of this year's scholarship. Just one out of more than 25 who likely applied. Meanwhile, poets, storytellers, and novelists have already enjoyed four editions since 2021!, with over 60 Boricua writers funded: more than 60 writers against one playwright! —a recognition certainly well-deserved—, but this undeniable blow to our esteem as playwrights invited for the first time to this call has not gone unnoticed. To be frank, we feel as if we were invited under false pretenses. And I am not the only one, — as bold as I may be in expressing this — who has shared this sentiment.
Lin-Manuel, my colleague, you are a playwright. You are a Puerto Rican playwright. You have proudly declared this and have wrapped yourself in our shared flag, achieving great success and recognition from demanding audiences in the United States. For that blood and soil that unite us, I ask you to make a forceful appeal to the Flamboyán Foundation on behalf of us all, so that through you, a scholarship edition FOR PUERTO RICAN PLAYWRIGHTS FROM THE ISLAND AND THE UNITED STATES can be established for those who wish to apply, without having to compete with more than 400 poets, storytellers, and novelists in each edition.
We are not asking for privilege or superiority, but rather equity. Dramaturgy, and this is undeniable, is not only the voice of an author; it is also the voice of the people. Theater is the memory of civilization and those who have built it with all its contradictions and heroism.
We do not deserve to be seen as lesser. And, just between us, I believe it is your duty, in solidarity with the homeland that gave you your name. I am sure your father, whom I recently met, recalls when I said to him, “Tell Lin not to forget about us.” This is because those above must always remember those below. And it has been your work that has promoted these necessary, important, and prestigious contributions to our national creativity.
Always accept my admiration and pride for the excellent work you do for our art and for our country. Here we remain, at your service, in your homeland.
Roberto Ramos-Perea
Puerto Rican Playwright