31/10/2023
Quisiera animarle a creer que lo mejor en su vida está aún por delante.
Con el pasar de los años he comprendido que gran parte de lo que ocurrió en
los primeros años de mi vida ministerial no era más que una preparación para lo
que venía por delante. Aún cuando Cristo me ha permitido vivir muchas
experiencias profundas y enriquecedoras, tengo convicción de que estoy en un
camino que promete mayores tesoros que los obtenidos hasta el momento. Esta
misma convicción es la que comparte Pablo, cuando declara: «pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús» (Flp 3.14). Aunque ya estaba terminando la carrera, el apóstol
continuaba con los ojos firmemente ruestos en el futuro.
No viva de los recuerdos de pasado. El Dios que lo ha acompañado
hasta este momento lo invita a creer que la aventura apenas está comenzando.
Atrévase a echar mano, una vez más, de sus sueños más alocados, y camine
confiado, con Aquel con quien está juntamente sentado en los lugares celestes.
¡Qué el Señor, en su misericordia, permita que usted alcance la plenitud
de su gozo!