09/12/2024
México, un tablero de sombras: el narcotráfico y sus múltiples caras en 2024
El narcotráfico en México sigue siendo un pulso latente, un titán de mil cabezas que cambia de rostro pero no de propósito: el control. En 2024, la violencia y las estrategias criminales se han diversificado, dejando al país en una encrucijada donde cada región cuenta su propia historia de resistencia y sometimiento.
Los microestados del crimen
Los grandes cárteles, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), siguen siendo los protagonistas de esta tragedia nacional. Sin embargo, su hegemonía enfrenta un nuevo tipo de desafío: organizaciones locales más pequeñas que actúan como microestados en sus territorios. Estas bandas no solo controlan el narcotráfico; también regulan la vida cotidiana, imponiendo “impuestos” a comerciantes, vigilando rutas de transporte y administrando una justicia paralela.
En Michoacán, por ejemplo, células vinculadas a Los Viagras han instalado retenes en carreteras principales, cobrando “peajes” para garantizar la seguridad de los conductores. Estos grupos, aunque menos poderosos que los cárteles tradicionales, son igual de letales: en 2023, se registraron más de 3,500 asesinatos atribuidos a disputas entre facciones menores en todo el país.
La sombra del fentanilo y las tensiones internacionales
El tráfico de dr**as sigue siendo la piedra angular de estos grupos criminales, con el fentanilo como el oscuro protagonista. México se ha convertido en un epicentro de producción y trasiego de esta sustancia, cuyo impacto letal cruza fronteras. Según la DEA, más del 70% del fentanilo incautado en Estados Unidos tiene origen mexicano.
El contexto internacional añade otra capa de complejidad: las tensiones entre México, Estados Unidos y China por el flujo de precursores químicos han complicado los esfuerzos conjuntos para combatir esta epidemia. A pesar de las sanciones y acuerdos bilaterales, la producción del fentanilo sigue creciendo, alimentada por laboratorios clandestinos en estados como Sinaloa y Baja California.
Violencia interna: el Cártel de Sinaloa dividido
Dentro de los propios cárteles, la estabilidad es una ilusión. En Sinaloa, la pugna entre “Los Chapitos” (hijos de Joaquín Guzmán Loera) y la facción liderada por Ismael “El Mayo” Zambada ha transformado zonas rurales en campos de batalla. En Culiacán, el “jueves negro” de 2023 dejó un saldo de 29 mu***os, una cifra que refleja la magnitud del conflicto interno.
Estas divisiones no solo generan más violencia, sino que también abren puertas para que nuevos actores entren al juego, complicando aún más la respuesta del Estado.
Cifras que gritan: el sexenio más violento
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México alcanzó cifras históricas de violencia: más de 201,000 homicidios en seis años. Este es el equivalente a desaparecer a toda la población de ciudades como Campeche o Tapachula.
La nueva administración, encabezada por Claudia Sheinbaum, enfrenta una herencia pesada. Con un plan inicial que incluye la reducción de delitos de alto impacto y una cooperación internacional reforzada, el gobierno busca un cambio de rumbo. Sin embargo, los retos son monumentales: solo en los primeros meses de 2024, el promedio diario de homicidios fue de 91, mostrando que el camino hacia la pacificación será largo y tortuoso.
Esperanza entre ruinas
A pesar del sombrío panorama, la estrategia para combatir al narcotráfico debe ir más allá de las balas. El fortalecimiento de las instituciones, la cooperación multinacional y la inversión en el desarrollo social serán esenciales para romper este ciclo.
En palabras de un líder comunitario en Guerrero: “El narco no solo nos roba la vida, también nos roba el futuro”. En ese contexto, México debe decidir si seguirá siendo un tablero donde las sombras mueven las piezas, o si finalmente retomará el control de su propio destino.
Cifras clave y ejemplos concretos
Homicidios en México (2024): Más de 22,000 reportados hasta agosto.
Producción de fentanilo: Aumentó un 30% en comparación con 2023, según la ONU.
Impacto económico del narco: Más de 1.5 billones de pesos anuales en pérdidas relacionadas con la extorsión y el robo de mercancías.
El reto no es solo de México, sino de un mundo que aún debe aprender a enfrentar esta hidra moderna. Como el narcotráfico, el esfuerzo por combatirlo debe ser multifacético, coordinado y, sobre todo, constante.