14/12/2022
Hacía rato que no publicábamos, culpo a las gambetas que en este partido nos toca hacer en el día a día para sortear las duras condiciones del rival, rival harto conocido que no es más que nuestra misma política y organización social, manteniéndonos alejados de compartir alguna idea, alguna reflexión, de alguna manera algún tipo de acercamiento.
Este post quiero creer que nos acerca o nos recuerda la importancia de estar juntos ya sea motivada desde la pasión del deporte o desde esa pulsión interna que nos empuja para no aflojar y llegar a los 90 minutos reglamentarios.
Alejandro Dolina es un gran responsable, siempre lo fué para nosotros, en la convocatoria a la reunión, al estar cerca, desde un relato que nos lleva hasta la línea final de nuestras emociones o desde una reflexión que nos hace pisar firme en el potrero de lo incierto. Aquí una muestra de lo profundo que puede ser tomarse un ratito para ´´descreer´´ y de esa manera mejorar por un instante la vida.
ALEJANDRO
🇦🇷❤️
"Vivimos en un mundo y en un país dónde las alegrías no son muy frecuentes, de manera que ilusionarse con los partidos, no está tan mal.
Pero, si uno tiene un ataque de realismo, y dice: "Bueno, vamos a ver cómo es esto..." y se da cuenta de que la vida va a seguir más o menos igual, gane o pierda Argentina... entonces, ¿Sabe qué? El fútbol nos sirve más...
Si uno no tiene esa ilusión, al menos por un rato... si vos te sentas en la tribuna y decís, bueno: "Ojalá gane Argentina, pero si pierde, yo voy a estar igual que ahora, y si gana, no voy a estar mejor, mi vida tendrá la misma duración, estaré siempre sujeto a que me pasen cosas más o menos desagradables"...
Eso es igual a lo que decía Coleridge (1772 - 1834). El amigo Coleridge decía que: "Para disfrutar el fenómeno artístico había que tener fe poética y suspender la incredulidad".
Entonces, cuando vos ibas al teatro no decías: "No, no, en realidad este señor no se ha mu**to, porque es un actor, no es el Rey de Dinamarca... es un actor y en realidad está vivo, y cuando termine la obra, van a ir todos a la esquina a comer pizza".
Entonces, tenes que suspender la incredulidad, tenes que creértelo, aunque sea por un ratito.
Cuando vas al cine, sabes que son fotografías, que en realidad ni siquiera de mueven, que la retina, etc. etc.
Coleridge decía: "hay que suspender la incredulidad, cuando uno va al cine, cuando uno lee poesía" y yo agrego, cuando uno va a ver un partido de fútbol.
Hay que suspender la incredulidad y entonces entregarse a la fe poética, que consiste en creer que un gol de Messi, nos va a mejorar la vida, y en la medida que lo creamos, un poco la va a mejorar".