Alex Font chose the fascinating word "Acmé” to name his new record project and it has a good meaning behind it too; it hasn't got that name just because it sounds good; it's not a way to make it look cool... at all. Acme comes from the Greek word ἀκμή which means "the highest point you can get" - and applying this word to the world of art means the highest point of perfection of a work of art. And
it's here where this Spanish DJ and producer, throws himself at the stormy fights of the album, from a very personal view, to impregnate his own values as an artist: Professionalism, reliability, sophistication and a tireless pursuit of maximum quality music. Acme, with a well constructed, timeless "modern art" image, only presents vinyl launches, up to 250 limited edition copies, which takes care of its extremely unexpected contents and continents. The "real house" -in very different and vast ways- already has a new form of expression and dissemenation/broadcast. This way, Alex Font has access to his own platform where he can create, express and publicise his music without any constraints, market dictatorships, nor any prebends, allowing him to take his artistic freedom to his own limits. However, Font's artistic position is always to be humble; it's used, essentially, as a channel of musical expression to the dance services and overall to the emotions. Only to be at its expected heights of its demanding and mind-blowing meaning...
Que Alex Font haya escogido la fascinante palabra “Acmé” para nominar su nuevo proyecto discográfico no es algo banal ni gratuito; tampoco es porque suene bien o mole; para nada es producto del postureo imperante… en absoluto. Acmé proviene del griego ἀκμή -que significa “el punto más alto al que se puede llegar”- y que aplicado al mundo del arte sustancia el punto más alto en lo que afecta a la propia perfección de una obra en sí. Ni más allá, ni más acá… justo y precisamente ahí. Y es en este virtual extremo culminante es en el que, este DJ y productor español, se lanza a las procelosas lides de lo discográfico, desde una visión personalísima del asunto, para impregnarlo de sus propios valores como artista: profesionalidad, seriedad, sofisticación y búsqueda incansable de la maxima calidad musical. Acmé, tras una imagen "modern art" bien construida, tan atemporal como avant, presenta lanzamientos solo en vinilo, en ediciones limitadas de 250 copias, en la que se cuida hasta extremos insospechados sus contenidos y continentes. El “real house” –en muy diferentes y amplias vertientes- ya tiene un nuevo espacio de expresión y difusión. De esta forma Alex Font ya dispone de su propia plataforma para crear, expresar y publicar su música sin ataduras, dictaduras del mercado, ni prebendas de ningún tipo, llevando así su libertad artística hasta los límites que el mismo disponga. No obstante la posición de Font como artista es siempre humilde; se tiene, esencialmente, como un canal de expresión musical al servicio del baile y sobre todo de la emoción.
¿Qué podemos esperar de Acmé, el nuevo sello de Alex Font? Solo que esté a la altura de su exigente y alucinante significado…