20/09/2018
EN LA ESQUINA DE MI HABITACIÓN...
Desde que recuerdo siempre ha tenido esa sonrisa siniestra en su rostro, esa sonrisa que más bien parece una cortada de oreja a oreja y que nunca deja de sangrar; no tiene cabello, no tiene nariz y no tiene ojos, es como si fuera solo piel blanca y dura. Mide alrededor de dos metros, es tan pálido que casi parece blanco y sus largos brazos terminan en una puntiagudas y negras uñas podridas. Lo vi por primera vez cuando yo tenía 6 años, desperté agitado y al verlo comencé a gritar, mis padres fueron a ver que tenia pero al contarles ellos me dijeron que no había nada, por lo que comprendí que solo yo lo veía, y desde entonces, noche tras noche lo veo, siempre con el miedo de que algún día me haga daño. Hace poco, encontré en el periódico una psíquica local, y a pesar de mis bajas expectativas, fui a verla, pero cuando apenas iba a contarle, esa cosa apareció ahí, y asustado me di cuenta de que ella también lo veía, le rogué que me ayudara y me dijo que tenía que hablar con la gente sobre él, que les describiera lo más detallado posible como era y que así, alguien al imaginarlo como es, una noche volteara a la esquina de su habitación y ahí estará él, parado, inmóvil, con esa aterradora sonrisa…Así que espero que tú, que estás leyendo esto, puedas imaginarlo y llevártelo contigo…