10/03/2021
HAY UN MUNDO DE RUTAS 24
Como usuario de transporte público me es de mucho interés darles seguimiento a las notas en torno al tema y últimamente el asunto de la Ruta 24 resuena mucho. Primero resumamos, el jueves 4 de marzo, entre la secretaría de transporte y la secretaría del trabajo se realizó un operativo para detener y “clausurar” 9 camiones de la Ruta 24 que circula en el AMG ¿El motivo? Va por dos vertientes, trabajo y transporte.
Para el día miércoles 10 de Marzo las unidades ya vuelven a circular por orden de los tribunales que fallaron a favor de las unidades.
En cuestiones de trabajo, la secretaría del trabajo señala que las condiciones laborales son malas dentro de la ruta, que faltaban prestaciones como seguro social o aguinaldo, entre muchas otras irregularidades basándose en la Ley Federal del Trabajo, por tal motivo dichas unidades debían retirarse.
Por otro lado, la Secretaría de Transporte optó por “desaparecer” la ruta ¿El motivo? Diego Monraz, titular de la institución lo dijo:
“La terrible ruta 24 era la que lideraba la cantidad de quejas de todo tipo como circular con puertas abiertas, el chofer fumando distraído en el celular, manejando a exceso de velocidad, maltratando a las y los usuarios se volvió una constante y por eso se ganó el título de la ‘ruta de la impunidad’. Les queremos decir de una vez por todas que esto ya se acabo. El día de antier se extinguió la ruta 24”
Hasta ahí está claro que puede clasificarse como una legítima acción para regular el transporte por parte del estado, se puede aplaudir el hecho de que se haga valer la ley, pero intentemos ir más al fondo, porque hay más de un personaje y una trama en esta obra.
Desde el vamos pongamos el foco en los usuarios, la secretaria de planeación y participación ciudadana hasta 2017 son aproximadamente 1.5 millones los usuarios del transporte público en Jalisco, con tendencia a aumentar, esto indica que 2 de cada 10 personas en Jalisco son usuarias de transporte público. Creo que no es ningún secreto lo que se tiene que vivir siendo pasajero, choferes sin actitud de servicio, unidades en mal estado, tarjetas que no pasan, maquinas que no funcionan, exceso de pasajeros; viajar en camión es toda una aventura, una ruleta donde no sabes qué te va a tocar, y es por eso que difiero con Monraz en señalar a la ruta 24 como terrible, la realidad es que todas las rutas tienen los problemas de la 24 y todas padecen de su propia impunidad.
Claro que desde aquí hago reconocimiento a los choferes que realizan bien sus labores a pesar de las condiciones en las que estas ocurren, porque aquí llega la otra cara de la moneda, altas temperaturas, sin tiempo específico para ir al baño, tener que ir apretado en un camión todo el tiempo, tener la presión del pasaje, honestamente no es algo sencillo de lidiar y es por eso que la capacitación es importante, desde el manejo de las emociones, hasta las medidas de seguridad, se vuelve importante también darles condiciones dignas de trabajo, que de nueva cuenta difiero con la secretaría de trabajo, porque hablando incluso fuera de la industria del transporte, hay muchas empresas que pasan por encima de la ley y no se les toca.
Entonces algo especial ha de tener la ruta 24 para que haya parado sus actividades, y no solo eso, sino que en su lugar entró la ruta 153 para sustituirla, que claro que se señala que en la resistencia de la 24 por sobrevivir la 153 se ponía a jugar carreritas, cosa que los usuarios sabemos que no es nuevo.
¿Qué la vuelve tan especial? Es una de las rutas que no se habían adherido al nuevo modelo de transporte ruta-empresa, en términos sencillos, el dinero de la ruta lo sigue administrando un particular y no el estado, que claro, la implicación directa de esta afirmación es que todo fue orquestado por el estado para tomar el control de una sobreviviente ruta del viejo sistema. Digamos que sí, que el estado lo tenía todo planeado, pero ese no es el punto, no vengo a hablar de un estado acaparador.
Considero importante que vayamos, más allá, no existe una ruta de la impunidad porque todas las rutas lo son, todas están fuera de las medidas COVID, con sus excepciones y el problema es ese, que las pequeñas diferencias son las positivas y no al revés, el estado y los particulares siguen usando la ley solo como instrumento de ataque entre sí para determinar quién mueve los hilos y el dinero, sin terminar de aplicarla, porque al final si la ruta 153 se hubiera quedado es posible que los choferes tuvieran de igual manera malas condiciones laborales, inseguras y estresantes; y el usuario hubiera tenido que esperar mucho para abordar un camión lleno, sin medidas de sanidad, apostando a que el chofer maneje de forma moderada y le dé una atención mínima de respeto.
Desde lejos se nota la alegocía y ventaja con la que actuó la SETRAN y la secretaría del trabajo, nunca en favor de los transportistas o en favor del usuario, ni siquiera en favor de la ruta; y desde lejos se nota el cinismo de la ruta de alegar que no es justo que la señalen de esa manera, porque se sabe de la mala calidad del transporte.
Lo mismo aplica a otras empresas y servicios públicos con malas condiciones laborales, o un mal servicio, pero que no se atiende porque no hay ningún interés importante ahí, o el interés yace en las malas condiciones laborales y el mal servicio.