28/07/2023
MONS. LUIS M. CASEY
Tenía 30 años cuando llegó a Bolivia. Había nacido el 23.06.1935, en Potosí, una ciudad ubicada en el condado de Washington, a orillas del río Misisipi, fruto de la unión de sus padres: Antony Casey y Margaret Pinkley; le sobrevive Antony, con el cual disfrutaron la vida de un tercer hermano Faherty ya fallecido; a sus 27 años había sido ordenado sacerdote diocesano por la Arquidiócesis de San Luís, una circunscripción eclesiástica latina de la Iglesia católica en Estados Unidos.
Los primeros años de sacerdocio los ejerció en Santa María Magdalena en San Luis, instalándose en Cochabamba en 1965, para estudiar español y aymara, idiomas dominantes en la colectividad altiplánica del país; dos años después fue destinado a Viacha como vicario cooperador para convertirse en su párroco, donde fundó el Hospital de dicha localidad y se dio a la tarea de fortalecer el funcionamiento del Seminario San Jerónimo de La Paz, fundado en 1610, primer centro de formación superior de La Paz, formando sacerdotes que han aportado de una o de otra manera en la historia de Bolivia, donde cumplió tareas de Rector y Director Espiritual.
El Padre Luis Casey fue nombrado Obispo Auxiliar de La Paz el 03.11.1983 y ordenado Obispo en Viacha el 29.01.1984, y cumplió funciones como Vicario de El Alto, La Paz y la Zona Norte del Altiplano. Mientras continuaba su trabajo en el Seminario San Jerónimo de La Paz; le llegó el nombramiento para conducir los destinos de la Iglesia de nuestro Vicariato, cuatro años después, es decir el 15.06.1988, de esa forma, nuestro querido Mons. Casey tomó posesión en su cargo de Obispo del Vicariato Apostólico de Pando, que como sabemos, incluye a la provincia Vaca Díez y todo el Departamento Pando en su jurisdicción administrativa.
Este nombramiento, da inicio a una gran cruzada iniciada Mons. Luis, quien-a la par-sería elegido como Presidente de la Comisión Económica y Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Bolivia, que enfrentó el reto de articular una Iglesia local, con enormes desafíos por su extensión territorial, la ausencia de vías de comunicación y la falta de vocaciones sacerdotales.
La obra de Mons. Luis Morgan Casey es realmente grande y no se la puede resumir en un solo artículo, sin embargo, por su importancia resaltamos las siguientes:
La construcción e inauguración de la Catedral Nuestra Señora del Carmen en 1999; construcción de los Colegios de Fe y Alegría Nuestra Señora del Pilar en Cobija, Colegio Nuestra Señora del Carmen y San José, monumentales obras realizadas en Riberalta, el Centro de Retiros San Luis en Tumichucua, construcción del edificio de Radio San Miguel; reconstrucción del Colegio San José en Guayaramerín, construcción del nuevo edificio para el Centro de Educación Alternativa “San Luis”, construcción de canchas deportivas y tinglados en predios de varias capillas en las parroquias de Nuestra Señora del Carmen y Cristo Rey en Riberalta, así como la construcción del Coliseo en Nuestra Señora del Pilar en Villa Busch de Cobija, en el Departamento Pando.
Por si fuera poco, la gestión de Mons. Luis se abocó a la creación de la Misión en Palma Flor, carretera a Santa Rosa, en 1994, impulsó el trabajo pastoral y de evangelización en Porvenir y Puerto Rico, erección de la Parroquia Cristo Rey en Riberalta, Parroquia Jesús Nazareno, construcción de varias capillas en diferentes barrios de Riberalta y otras poblaciones del Vicariato, construcción de Centros Pastorales en las parroquias Inmaculada Concepción (Guayaramerín), Cristo Rey y Nuestra Señora del Carmen (Riberalta), Inmaculada Concepción (Porvenir) y Nuestra Señora del Pilar (Cobija). Año 2009.
Si hasta aquí convenimos que la labor de Mons. Luis Morgan Casey es inmensamente grande para nuestro Vicariato y consecuentemente para el país en su conjunto, debemos resaltar la fortaleza humana con la cual tuvo que realizar su trabajo pastoral desarrollándolo en una extensión territorial inmensa, con constantes reclamos de parte de la feligresía que claman por las visitas de su obispo, los pedidos de nuevos ministros, sacramentos del matrimonio y confirmación en toda esta vasta extensión territorial, las reuniones, conferencias, asambleas a nivel de Vicariato y Conferencia Episcopal de Bolivia, realmente constituían labores para corroer la más férrea voluntad.
La educación, la salud y la formación de los seminaristas, tuvieron en el corazón de nuestro magnánimo Obispo, la atención que se puede considerar prioritaria para él, en estos campos las tareas ejecutadas fueron realmente inmensas y son imposibles de resumir.
Finalmente, Mons. Luis Morgan Casey, desarrolló una trascendental y magnífica obra que ni siquiera el Estado boliviano pudo desarrollar a favor de sus destinatarios. En efecto, preocupado por ocupación de nuestras fronteras por súbditos brasileros, Mons. Luis, suscribió junto con Dom MOACIYR GRECHI, Obispo de la Diócesis de Río Branco, Estado de Acre en la República Federativa del Brasil, un convenio muy poco conocido en nuestro medio relativo a la realidad de los siringueros brasileros en Bolivia, este acuerdo permitió realizar una pastoral social acorde a las necesidades.
El Estado de Derecho, la titulación de la tierra a favor de campesinos e indígenas, tuvieron en los desvelos de Mons. Luis una preocupación especial, estos temas y sus efectos en el tiempo merecen un estudio especial.
El 27.07.2022, es decir hace un año, a la edad de 87 años, nuestro insigne Obispo entregó su alma al Señor en la ciudad de San Luis de Missouri Estados Unidos y, a un año de su muerte física, he querido escribir este modesto homenaje, que resulta minúsculo frente a la monumental y trascendental obra de Mons. LUIS MORGAN CASEY, cuyos restos mortales descansan en nuestro pueblo, honrando su deseo de quedarse aquí para siempre.
Honor y Gloria querido Monseñor Luis!
Riberalta, 26 de julio de 2023
Escrito por Dr. Ricardo Chávez