13/06/2024
Maria, quien vivía en un orfanato desde que era muy pequeña. No sabía nada sobre sus padres o su familia, y siempre se preguntaba por qué había sido abandonada. A pesar de esto, Maria era una niña alegre y amigable, siempre tratando de ver el lado positivo de las cosas.
Un día, una pareja llegó al orfanato en busca de una niña para adoptar. Inmediatamente se enamoraron de Maria y la llevaron a vivir con ellos. Finalmente, Maria había encontrado un hogar y una familia.
Pero su felicidad fue corta. Poco después de la adopción, los padres adoptivos de Maria murieron en un accidente de coche. Maria se quedó sola nuevamente, con el dolor de haber perdido a sus segundos padres y la sensación de no pertenecer a ninguna parte.
Maria regresó al orfanato, pero nunca volvió a ser la misma niña alegre de antes. Pasaba sus días en silencio, con una tristeza en su rostro que nadie podía curar. Aunque las personas del orfanato hicieron todo lo posible por ayudarla, nunca lograron sacarla de su dolor. Maria creció sola, con el peso de la soledad y la pérdida en su corazón.