02/08/2021
Esta imagen me representa, me inspira y dice claramente uno de mis anhelos más profundos, el italiano Gianmarco Tamberi estrechando la mano de Mutaz Essa de Qatar, rompiendo así, entre los dos, un récord de más de un siglo!
Si mis queridos seguidores, han pasado 109 años desde la última vez que dos personas, se atrevieron a romper las reglas de la competencia y aceptar una regla de oro: compartir.
La sensación de adrenalina y el desafío que genera en la mente competir, no superaron la inteligencia emocional del alma de estos dos hombres.
Llenos de disciplina y pasión, llegaron a la final para demostrar que mantienen vivo el niño interior lleno de inteligencia, esperanza y bondad, que todos seguro llevamos dentro.
Ya todos sabemos que ganar en una competencia mundial es una sensación inolvidable, pero ahora aprendimos algo muy interesante: compartir la medalla de oro es posible!
Y eso ya no es una sensación, es un ejemplo mundial y extraordinario.
Y es que la competencia hace parte de nuestra naturaleza, quiero decir es natural, pero compartir, damas y caballeros, eso hace parte de nuestros instintos de humanidad más bellos, y es ser extraordinario.
Seguramente la competencia no tiene por qué acabarse nunca, pero compartir no debe ser sinónimo de d***lidad, pasar de moda ni olvidarse jamás.
Anhelo profundamente tener la gracia de Gianmarco y Mutaz, pues lo que hicieron no es gracioso, ¡Es lleno de Gracia!
Si lo que hicieron sólo fue inteligente, pues hace 109 años no se hacía, y cuando las cosas tienen Gracia, son sabias y tienen vida y vida en abundancia.
Yokoi Kenji