06/02/2019
¡MUCHO CUIDADO CON LAS CAÍDAS!
Por la doctora Aliza
El envejecimiento es algo inevitable y a todos nos debe interesar cómo envejecer saludablemente.
En las películas cómicas, las caídas y los tropezones nos matan de la risa, y ni qué decir de las peripecias de los payasos del circo… mientras más escandalosas, mejor. Claro que todos se levantan, se sacuden y aquí no ha pasado nada. Eso es en el mundo del espectáculo y de la diversión. Sin embargo, en la vida real las caídas son algo muy serio. Pueden ser muy peligrosas para las personas de todas las edades, y en particular para los más vulnerables: los niños y los ancianos. La buena noticia es que la mayoría de las caídas puede prevenirse. Aquí te decimos cómo.
Trata de imaginarte un lugar peligroso. Seguro que ni remotamente te pasó por la mente un terreno para juegos infantiles o tu cuarto de baño, ¿cierto? Y sin embargo, cientos de personas llegan a diario a las salas de emergencia de todo el mundo para el tratamiento de lesiones sufridas por caídas producidas mientras jugaban en el parque, practicaban un deporte, se daban una ducha o bajaban las escaleras en su propio hogar. Las caídas, además de lesiones y fracturas, pueden incluso resultar fatales. Por eso queremos que aprendas a evitarlas y así que te protejas tú y que protejas a tus seres queridos.
Todos podemos sufrir una caída, pero hay dos segmentos de la población especialmente vulnerables: los niños y los adultos de más de 65 años. Las estadísticas te darán una mejor idea de la seriedad del asunto:
Las caídas en los adultos de más de 65 años: un problema muy serio. Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, 1 de cada 3 adultos de más de 65 años se cae cada año. En las personas de esa edad, las caídas son la causa principal de muerte por lesiones y heridas. También son la causa más común de las heridas que no son fatales y de las admisiones al hospital debido a traumas.
Las cifras son alarmantes: solamente en el 2009, las salas de emergencia trataron a 2.2 millones de personas mayores con lesiones no fatales y 581,000 de ellas requirieron ser hospitalizadas. La tasa de mortalidad por caídas en las mujeres y los hombres de más de 65 años se ha disparado en la última década.
Las consecuencias son serias para este grupo de adultos: De un 20 a un 30% de las personas que se caen, sufren lesiones moderadas a severas (laceraciones, fracturas de cadera y traumas en la cabeza). Estas lesiones les dificultan vivir de manera independiente y aumentan su riesgo de morir anticipadamente. Las caídas son la causa más común de lesiones traumáticas al cerebro.
La mayoría de las fracturas en las personas mayores son causadas por caídas. Las más comunes son las fracturas de columna, cadera, antebrazo, pierna, tobillo, pelvis, brazo y mano. Muchas de las personas que se caen, aunque no se fracturen, temen volverse a caer. El temor limita sus actividades, y al moverse menos, pierden control y tono muscular lo que aumenta aún más el peligro de volverse a caer.
Lo que se puede hacer para prevenirlas: Practicar ejercicios regularmente: aproximadamente un 75% de los adultos de este grupo llevan una vida sedentaria y pierden hasta un 2% de fuerza muscular cada año entre los 65 y los 85 años. La pérdida de fuerza y el tono de los músculos, unidas a otros problemas como la falta de equilibrio, aumentan las probabilidades de caerse. Cuando un adulto de esta edad se cae, pierde confianza y se vuelve más sedentario aún, aumentando, como mencionamos anteriormente, las probabilidades de volverse a caer.
Los ejercicios deben enfocarse en fortalecer las piernas y mejorar el equilibrio. Para aumentar la fuerza muscular, también pueden realizar ejercicios con pesitas de dos a tres veces a la semana. Lo ideal es que los dirija un profesional o un terapista físico. Para ponerse en contacto con los terapistas de su área, pueden hacerlo a través de una compañía proveedora de cuidados de salud o de su médico.
Ejercitarse durante 30 minutos por lo menos 3 veces a la semana reduce el riesgo de las caídas en un 50%. Puede por ejemplo, caminar a un ritmo moderado durante media hora varias veces a la semana.
El médico o el farmacéutico deben revisar los medicamentos que está tomando para evitar las interacciones entre ellos, y los efectos secundarios que incluyan mareos o adormecimiento. Cuando las personas mayores no están alertas, corren más peligro de caerse.
Los medicamentos para bajar la presión arterial aumentan el riesgo de las caídas cuando la presión arterial baja y se desarrolla hipotensión ortostática (se produce al levantarse la persona después de haber estado sentada o acostada y se siente mareada). Lo mismo sucede con algunos los antidepresivos, algunos antihistamínicos y algunos sedantes.
El uso de varios medicamentos a la vez puede producir mareos, inhibir la conexión entre los nervios y los músculos y desencadenar la hipotensión ortostática.
Hacerse una revisión de la vista por lo menos una vez al año y renovar sus lentes, en caso necesario, para asegurarse que ve lo mejor posible.
Comer alimentos ricos en calcio y vitamina D (o suplementos si se lo indica su médico) para combatir la osteoporosis
Ser cautelosos: muchas caídas ocurren cuando la persona mayor quiere seguir realizando las mismas actividades de siempre, sin darse cuenta de que su capacidad ha mermado. Las personas con problemas del oído interno (que causa vértigo y dificulta el equilibrio), con artritis o con disminución en la sensibilidad en las piernas debido a mala circulación de la sangre, deben tener más cuidado.
Evitar beber alcohol. Usar zapatos de suela de goma y tacón bajo para evitar resbalones, evitar caminar en pisos húmedos o mojados o subirse en sillas o en escaleras para buscar objetos.
Cuidados especiales en el hogar: Agarrarse bien del pasamanos al bajar las escaleras. Usar un bastón o un andador en caso necesario
Cuidado con el cuarto de baño: es una de las áreas más peligrosas del hogar, no solamente por las superficies resbalosas del suelo o la bañera, sino porque al levantarse de la taza sanitaria o al salir de la bañera se pueden producir cambios en la presión arterial que causen mareos y hasta desmayos. Instalar alfombras antideslizantes en el fondo de la bañera, y barras en la bañera y al lado de la taza sanitaria.
Eliminar las alfombras de paso que no estén adheridas al piso para evitar resbalarse o tropezarse con ellas. Mantener el hogar bien iluminado. Evitar cables en el piso y objetos regados que puedan producir caídas. Distribuir los muebles de forma que quede suficiente espacio para caminar. Mantener a la mano (cerca de la cama, por ejemplo), una lista con los teléfonos de emergencia.
Como ves, las caídas no suceden porque sí. La mayoría puede evitarse con un poco de precaución. Revisa bien tu hogar y toma las medidas necesarias para proteger a todos los miembros de la familia de caídas potencialmente peligrosas.