21/01/2020
Respuestas
1. Rechazo
Cuando empezamos a separarnos de nuestros padres, alrededor de los dos años de edad, empezamos a buscar la aceptación de otras figuras importantes para nosotros, como pueden ser nuestros hermanos mayores, primos, etc.
Si elegiste la primera imagen, puede ser que ese momento de identificarte con personas que no son tus padres haya sido negativa. Es decir, te hayas sentido rechazado por aquellos que eran más importantes para ti.
Si ese es el caso, seguramente eres una persona bastante insegura, y con baja autoestima. Te cuesta relacionarte con los demás; de hecho siempre temes el rechazo. Por eso, cuando alguien dice algo malo hacia ti, lo tomas como algo sumamente personal, y ratifica tu idea de que no eres suficientemente bueno.
Tu gran desafío es entender que tu vida depende de ti. De cómo te veas a ti mismo, mucho más de cómo te ven los demás. La confianza en tus propias capacidades te ayudará también a generar vínculos sanos con los demás.
2. Traición
Los padres muchas veces traicionan la confianza de sus hijos, casi sin darse cuenta. Prometen algo que no pueden cumplir o hacen bromas pesadas (teniendo en cuenta que hablamos de niños, una "broma inocente" puede ser pesada).
Si elegiste la segunda imagen, es posible que en algún momento tus padres o tus referentes hayan traicionado tu confianza, y eso haya quedado grabado muy dentro tuyo. Entonces, eres una persona que siente que no puede confiar en nadie.
Eres una persona más bien fría que, incluso aunque sea muy extrovertida y sociable, nunca abre del todo su corazón. Escuchar, sales, eres un buen compañero. Pero rara vez alguien consigue tocar la fibra más sensible de tu alma, y entender quién eres realmente.
Debes saber que las personas a veces pueden dañarnos, pero ese daño nunca es mayor que el que te haces a ti mismo no siendo auténtico.
3. Humillación
Si elegiste la tercera imagen, es posible que hayas tenido un trauma vinculado con la humillación. Es decir, a muy temprana edad, cuando empezaste a querer identificarte con tus pares y con la gente importante de tu entorno, te han desaprobado. Quizá con cosas pequeñas, como decirte torpe o gordito.
Eso te ha marcado, y hoy eres una persona un poco dependiente, que siempre necesita la aprobación de los demás. Te preocupa tanto no ser perfecto que intentas siempre dar lo mejor de ti; pero no para ti mismo, sino para los otros.
Vamos, que no estás tan mal parado. Está muy bien que te esfuerces cada día por ser la mejor versión de ti mismo. Pero recuerda que esa mejor versión depende de tus propios intereses y de tu autenticidad. No dejes que los demás impongan su vara.
Sé libre, y no te dejes llevar por lo que otros digan, pues sino nunca te sentirás suficiente.
4. Abandono
Tal vez en tu infancia no ha habido padres presentes, o quizá sufriste una gran pérdida siendo pequeño. Lo cierto es que si elegiste la figura 4, tienes un serio problema con el miedo al abandono.
Eres alguien muy sociable, que siempre está rodeado de amigos y gente querida. Pero la verdad es que te preocupa mucho quedarte solo. Te cuesta mucho enfrentarte a tu propio ser, pues te da miedo encontrar allí algo que no te guste, o peor, algo que no guste a los demás.
Puedes tener cierta tendencia a la depresión, por lo que debes intentar hacerte fuerte. La verdad es que las personas entran y salen de nuestra vida, pero si somos auténticos, solidarios y buenas personas, nunca estaremos solos. Las pérdidas pueden ser duras, pero eres capaz de seguir adelante a pesar de ellas.