Medio Siglo Azul y Oro

  • Home
  • Medio Siglo Azul y Oro

Medio Siglo Azul y Oro Anécdotas y datos de la historia Xeneize

EL METROPOLITANO DEL 76(cuarta parte)El Metropolitano de 1976 volvía a cambiar de formato. Sin descensos la temporada an...
26/01/2025

EL METROPOLITANO DEL 76
(cuarta parte)

El Metropolitano de 1976 volvía a cambiar de formato. Sin descensos la temporada anterior, Quilmes y San Telmo se sumaron como ascendidos desde la Primera B y entonces ya eran veintidós los equipos de primera. Se dividieron en dos zonas de once que jugarían dos rondas de once partidos más el clásico interzonal, que clasificarían a los seis primeros de cada zona a una segunda fase (para disputar el título) y relegaría a los diez restantes (cinco de cada zona) a luchar por no ser el último, que descendería a la segunda categoría. En esa segunda fase de ambas nuevas zonas, no habría ida y vuelta, sino que todos los enfrentamientos de cada fecha serían a partido único en cancha neutral.
Con Potente desvinculado del club, en ese primer encuentro la camiseta 10 fue para el Chino Benítez, Trobbiani se corrió a la derecha, Suñé pasó al centro del medio campo y se incluyó a Pernía como lateral derecho. Gatti, Gutiérrez, Mouzo, Tarantini, Mastrángelo, García Cambón y Felman completaron los once titulares.
El partenaire era All Boys, que con la incorporación de Alfredo Obberti (temible delantero de Newell’s Old Boys), Miguel Ángel Raimondo (multicampeón de América con Independiente y que el año anterior había recalado en el River de Labruna), el Japonés Osvaldo Pérez (también procedente de los millonarios), más una base interesante (integrada por el arquero Spilinga, Dragonetti, Insaurralde, Mamberto y Zilli), parecía una buena prueba.
Poco había pasado cuando Bordolino Felman ya comenzaba a sorprender gratamente a Lorenzo con su velocidad, marcando el primer gol del ciclo del Toto.
Luego, la monotonía: un partido chato y aburrido (según la reseña de la revista El Gráfico fue el peor de la fecha).
Recién cuando faltaba un cuarto de hora para que finalizase, García Cambón venció a Spilinga (con un típico gol de pescador), enviando a la red un balón que boyaba en el área chica.
Más allá del triunfo, nada nos hacía presagiar a los afortunados que habíamos ido esa tarde a la Bombonera, que así daba inicio una de las Eras más brillantes de toda la historia del Club Atlético Boca Juniors.

continuará...

Extracto del capítulo 1-04 “El inicio de una Era” del libro Medio Siglo Azul y Oro 2 – Segundo Tiempo.

EL METROPOLITANO DEL 76(tercera parte)Durante la pretemporada, tres jugadores estaban teniendo un conflicto contractual ...
19/01/2025

EL METROPOLITANO DEL 76
(tercera parte)

Durante la pretemporada, tres jugadores estaban teniendo un conflicto contractual con el club, Miguel Nicolau, Osvaldo Potente y Carlos García Cambón.
El Flaco, como se mencionó, partió a Gimnasia y Esgrima La Plata (que había contratado como técnico a Rogelio Domínguez).
El “10” había tenido además un problema disciplinario con el preparador físico Jorge Castelli (detallado en el capítulo 1-39 “La Patota se pasó de la raya” del libro Medio Siglo Azul y Oro). En el caluroso verano de 1976, el preparador físico de Lorenzo les estaba exigiendo entrenar a doble turno. Según el relato de alguien allí presente (nunca confirmado por los protagonistas), agotado de correr una y otra vez, Patota decidió hacer una picardía: se escondió detrás de un árbol mientras sus compañeros seguían corriendo. No tuvo en cuenta que el Profesor era muy metódico y tomaba nota de la performance de cada uno de sus entrenados. Castelli visualizó el ardid y se lo comentó a Lorenzo, quien era absolutamente inflexible en cuanto a las responsabilidades de sus dirigidos.
Como consecuencia de ello, el Toto dijo que “esta persona no juega nunca más conmigo” y entonces Osvaldo Potente, un ídolo de la hinchada, fue silenciosamente cedido a Rosario Central.
Finalmente, “Engañaduza” Cambón fue el único de los tres que terminó arreglando, poniéndose a disposición del técnico.
Luego de en enero competir en la Copa de Oro de Mar del Plata (campeón, venciendo al Kimberley local y a Olimpia de Paraguay) y de jugar diversos amistosos en Necochea, Córdoba y Mendoza, el 15 de febrero a las 17.30 era la fecha y hora del debut oficial.

Continuará

EL METROPOLITANO DEL 76(segunda parte)Como parte de las condiciones impuestas por Lorenzo para asumir la dirección técni...
12/01/2025

EL METROPOLITANO DEL 76
(segunda parte)

Como parte de las condiciones impuestas por Lorenzo para asumir la dirección técnica de Boca, estuvo la incorporación de tres jugadores que lo habían acompañado en su paso por Unión de Santa Fe: Hugo Gatti, Ernesto Mastrángelo y Rubén Suñé.
El Toto hubiera querido sumar a esa lista también a Leopoldo Jacinto Luque, pero River se había adelantado seis meses y lo había adquirido para reemplazar a Carlos Morete, el centrodelantero goleador que había emigrado a España.
Con el Loco y el Heber, el presidente Alberto J. Armando no puso objeciones, pero no quería saber nada respecto del Chapa. Habían tenido un enfrentamiento unos años antes por el cual el Puma poco menos que lo había echado del club.
Sin embargo, para Lorenzo, Suñé era esencial, no solo dentro de la cancha, sino fundamentalmente en el vestuario: era su caudillo. Por eso no le importaba que como 5 Boca tuviera a uno de los mejores valores del futbol argentino, Marcelo Trobbiani; pese a todo lo que el Chapa le había rendido como volante con los santafesinos, no desestimaba ubicarlo en la posición donde se había desempeñado con mucho éxito en sus años anteriores en Boca: lateral derecho.
El Toto insistió tanto que finalmente Armando “indultó” al jugador, dándole el gusto al técnico.
Además de los tres refuerzos “santafecinos”, debido a la partida del zaguero Miguel Alberto Nicolau, retornó al club Osvaldo Edmundo Gutiérrez, un exquisito defensor que había hecho las inferiores xeneizes y que se venía destacando en Atlanta. Junto con Roberto Mouzo iban a ser la dupla central de la defensa.

Así, una de las primeras conformaciones que pasó por la mente del técnico era: Gatti; Suñé, Mouzo, Gutiérrez y Tarantini; Benítez, Trobbiani y Potente; Mastrángelo, García Cambón y Felman. Es decir, mucho del equipo que había brillado con Rogelio Domínguez, reforzando la parte defensiva (lo más criticado) y sumando un oportunista goleador arriba (el Heber).
Pero, sobre todo, lo que el Toto le iba a agregar era mucha más disciplina táctica y pragmatismo. Lo primero que dijo al llegar fue: “yo no vine a jugar lindo, yo vine a ganar”.
Más tarde también se inmortalizaría otra de sus frases: “¿Quieren chiches? Vayan a una juguetería”.
No obstante, de a poco algunos hechos trastocaron ese primer equipo pensado.

Continuara

Extracto del capítulo 2-10 “El equipo del Toto” del libro Medio Siglo Azul y Oro 2 – Segundo Tiempo.

EL METROPOLITANO DEL 76(primera parte)Había que contrarrestar el hecho de que River había roto el maleficio de 18 años s...
05/01/2025

EL METROPOLITANO DEL 76
(primera parte)

Había que contrarrestar el hecho de que River había roto el maleficio de 18 años sin poder festejar y entonces, a principios de 1976, el mítico presidente Alberto J. Armando contrató a un técnico de mucho renombre como Juan Carlos Lorenzo, con amplia experiencia no solo en Argentina sino también en Europa (Italia y España).
El Toto había jugado en Boca tres temporadas, 45 a 47, luego de ser adquirido a Chacarita (donde había debutado en primera cinco años antes, después de haber hecho inferiores en Nueva Chicago). Al principio fue suplente del gran Severino Varela, pero cuando “la boina fantasma” volvió a Peñarol de su Uruguay natal, tuvo más presencia en el equipo titular. Luego de un breve paso por Quilmes, su trayectoria continuó en Europa, primero en la Sampdoria de Italia, después en el Nancy de Francia y finalmente se mudó a España. Allí jugó en el Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y terminó en Mallorca, donde en 1958 fue técnico y jugador a la vez.
Ya consolidado solamente como entrenador del Real Club Deportivo Mallorca, logró la sorprendente marca de ascender desde tercera categoría hasta la primera división en años consecutivos. San Lorenzo lo fue a buscar en 1961, donde tuvo una destacada campaña obteniendo el subcampeonato debajo de Racing. Eso le valió para ser designado técnico de la Selección Argentina en el mundial de Chile 1962, donde el combinado nacional quedó eliminado en primera ronda.
Lorenzo regresó a Europa para dirigir a la Lazio y a la Roma, para luego, en 1966, volver a dirigir a Argentina en un Mundial, el de Inglaterra. Allí nuestra Selección cumplió un gran papel, terminando quinta, habiendo sido eliminada en cuartos de final por el local (posterior campeón), en el famoso partido en el que Rattín fue expulsado y se sentó en la alfombra roja reservada para la Reina.
De vuelta en Buenos Aires dirigió a River (sí, Lorenzo dirigió a los de la banda roja), pero enseguida fue llamado por la Lazio italiana (que había descendido a la Serie B), a la que devolvió a la primera división.
Unos años después, ya en 1972 fue San Lorenzo que nuevamente lo buscó y el Toto hizo historia: bicampeón (Metropolitano y Nacional) en el mismo año.
Con los festejos todavía frescos, aceptó el ofrecimiento del Atlético de Madrid, club al que llevó hasta la final de la Copa de Campeones de Europa de 1974. Como se ha mencionado anteriormente, estuvo a segundos de ganarla: hasta el minuto 30 del suplementario iba ganando con gol de Luis Aragonés (golazo de tiro libre), pero cuando el árbitro belga Alfred Delcourt estaba por pitar el final del encuentro, el defensor alemán del Bayern Munich Georg Schwarzenbeck sacó un bombazo desde fuera del área que se le metió junto al palo derecho al arquero madrilista. En ese entonces no se definía por penales, así que se debía disputar otro encuentro, donde los “colchoneros” cayeron sin atenuantes ante los poderosos bávaros (base del seleccionado que ganaría el Mundial de Alemania al mes siguiente).
Poco tiempo después Lorenzo dejaría el cargo (justamente en manos de Luis Aragonés, quien decidió “colgar sus botines”) y descansó unos meses.
No duró mucho inactivo, ya que, como también se ha mencionado anteriormente, a principios de 1975 el recientemente ascendido Unión de Santa Fe le ofreció tomar las riendas del equipo y el Toto cumplió una sorprendente campaña (tal vez la mejor de la historia tatengue en primera división).
Con todo ese bagaje sobre sus espaldas, en los primeros días de enero de 1976, a un año de que se cumpla ya medio siglo, Juan Carlos Lorenzo se hacía cargo del plantel profesional del Club Atlético Boca Juniors.

(continuará)

EL NACIONAL DEL 75(las estadísticas)
22/12/2024

EL NACIONAL DEL 75
(las estadísticas)

EL NACIONAL DEL 75El fin de la racha sin títulos por parte de River caló hondo en la moral xeneize y el comienzo del tor...
15/12/2024

EL NACIONAL DEL 75

El fin de la racha sin títulos por parte de River caló hondo en la moral xeneize y el comienzo del torneo Nacional no hizo más que acrecentar el bajón. El domingo 21 de septiembre, en la Bombonera Boca perdió 2-1 con River
La holgada victoria 3-0 ante Juventud Alianza de San Juan a mitad de semana no sirvió de mucho, ya que enseguida devino una derrota 3-2 ante Atlético en Tucumán.
Luego, a tres goleadas seguidas a Ferro Carril Oeste (3-0), Aldosivi en Mar del Plata (4-1) y Gimnasia y Esgrima La Plata (5-2) (que al menos nos hizo festejar muy lindos goles), le siguió una caída 3-1 en el viejo gasómetro ante San Lorenzo.
Para finalizar la primera ronda, un triunfo 2-1 ante Argentinos Juniors nos dejó en el segundo puesto en la zona B (detrás del Ciclón).
En lo que tal vez fuera una de las pocas alegrías en ese Nacional, en la fecha siguiente se obtuvo un festejado triunfo 2-1 ante River en el Monumental, con goles de dos pibes, Hugo Paulino Sánchez y Abel Anibal Alves, quienes, curiosamente, con 9 y 7 dianas terminarían siendo los máximos artilleros del equipo en ese torneo.
Dos nuevas goleadas (3-0 otra vez a Juventud Alianza de San Juan y 4-1 a Atlético Tucumán) ponían a Boca en la cima de la tabla de su zona, pero a partir de allí un tobogán descendente que comenzó con la derrota 1-0 ante Ferro, continuó con una caída 2-1 ante Aldosivi en la Bombonera (el mismo al que se había goleado en Mar del Plata) y otra 3-2 frente a Gimnasia (al que en la primera ronda también se había vapuleado). Pero lo peor aconteció después, dos estrepitosas goleadas en contra frente a San Lorenzo (5-3 en Brandsen 805) y Argentinos Juniors (6-3 en la cancha de Huracán), que dejaron a Boca en el cuarto puesto de su zona, fuera del octogonal final, al que clasificaron los de Boedo y Atlético Tucumán.
Solo 69 días duró para Boca ese torneo Nacional de 1975, con un sube y baja constante. Fueron 8 triunfos y 8 derrotas (sin empates), goleadas a favor y en contra; 39 goles convertidos, 31 goles recibidos.
Finalmente, River volvería a alzarse con el título, superando en la ronda final por un punto a Estudiantes de La Plata.
Así terminó el ciclo Domínguez. Tres años de partidos memorables, goleadas espectaculares, fantasía y magia inolvidables… pero ningún título.
Sin embargo, como se dice, “no hay mal que por bien no venga”. De haber salido campeón en alguno de los torneos que dirigió, tal vez hubiera continuado en el puesto. Pero el estilo lírico de Rogelio no hubiera servido para jugar la Copa Libertadores y difícilmente se hubiera alcanzado la gloria allí (basta ver cómo le fue a ese brillante Huracán del Flaco Menotti).
Para competir en América se necesitaba otra cosa, el pragmatismo de alguien que el presidente Alberto J. Armando fue a buscar a Santa Fe: Juan Carlos Lorenzo.

TORNEO ESPERANZAS DE TOULON 1975 - TROBBIANI Y TARANTINI CAMPEONES.En mayo de 1975, mientras en Argentina se estaba disp...
08/12/2024

TORNEO ESPERANZAS DE TOULON 1975 - TROBBIANI Y TARANTINI CAMPEONES.

En mayo de 1975, mientras en Argentina se estaba disputando el campeonato Metropolitano, en Francia se llevó a cabo el Torneo Esperanzas de Toulón.
Era un sub-21, donde participaban jugadores nacidos después de mayo de 1954. Sin embargo, se permitía a dos mayores, por lo que el técnico César Luis Menotti llevó a José Luis Pavoni de Newell’s (que festejaba los 21 el 23 de ese mismo mes y por 7 días hubiera quedado fuera) y a Passarella de River, que cumplía los 22 años el 25 de mayo (era el mayor, de 1953). Marcelo Trobbiani y Alberto Tarantini, las dos joyas boquenses (que en inferiores habían integrado una excepcional clase 1955 del club), fueron titulares y figuras relevantes de ese seleccionado. Los demás integrantes fueron: Américo Gallego, Jorge Valdano y Jorge Salas (Newell’s), Ricardo Ferrero (arquero) y José Van Tuyne (ambos de Rosario Central), Carlos Suárez (arquero) y Rubén Giordano (los dos de Racing), Aldo Espinosa (Huracán), Daniel Olivares (Colón), Jorge Forgués (Platense), Armando Quinteros (Vélez Sarsfield) y José Daniel Valencia (Gimnasia de Jujuy). Seis de ellos serían campeones mundiales en mayores (Passarella, Tarantini, Gallego y Valencia en 1978, Trobbiani y Valdano en 1986).
Argentina venció 1-0 a Hungría en el debut (gol de Jorge Forgués luego de un jugadón de Rubén Giordano), después derrotó con igual resultado a México (gol de Marcelo Trobbiani) y en la final, con tanto de Jorge Valdano a los 6 minutos del segundo tiempo, superó por el mismo marcador al local Francia (que en el camino había dejado atrás a Checoslovaquia e Italia),.
Argentina se consagró así campeón del torneo. Fue el primer título a nivel mundial de un seleccionado argentino de fútbol, ya que ese torneo se consideraba como mundial juvenil, predecesor de los que vendrían cada dos años a partir de 1977 (y que Maradona y compañía conquistarían inmediatamente después en Japón 79).

EL METROPOLITANO DEL 75(Las estadísticas)Boca fue el equipo que más goles convirtió (80) y el segundo al que menos goles...
01/12/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(Las estadísticas)
Boca fue el equipo que más goles convirtió (80) y el segundo al que menos goles le convirtieron (40), solo dos más que River (38). También fue el que menos veces empató (6). Unión, dirigido por el Toto Lorenzo, terminó invicto de local (al igual que su vecino Colón) y fue el que más puntos sacó en esa condición (34). Boca, por su parte, obtuvo 30 puntos en la Bombonera (cuarto mejor registro del torneo detrás de los santafesinos y de Estudiantes de La Plata), mientras que de visita su performance fue más baja, 30 puntos, aunque alcanzó para ser la tercera mejor marca luego de River y Huracán.
Si el torneo se hubiera desdoblado en dos rondas (como se comenzó a hacer en la década del 90), Boca hubiera obtenido el “Clausura”, mientras que River hubiera terminado en el noveno puesto en ese “torneo corto”. El mal desempeño en la primera ronda (con esos dos primeros partidos “regalados”), condicionó el global xeneize.
Héctor Horacio Scotta fue el máximo artillero del torneo con la escalofriante cifra de 32 goles en 34 fechas. Ese año el “Gringo” alcanzaría la cifra de 60 goles en un año calendario, récord absoluto para una temporada en el fútbol argentino, superando ampliamente el que tenía Arsenio Erico de 47 goles en el campeonato de 1937. Es dable recordar que, en 1982, ya en el ocaso de su carrera, Scotta vistió la azul y oro.
De Boca, el que más goles convirtió en el Metropolitano 75 fue Marcelo Trobbiani con 11, aunque hay que destacar que 9 de ellos fueron de penal. Carlos María García Cambón hizo 10 (8 de jugada y 2 de cabeza), completando el podio Osvaldo Potente con 8.
Boca utilizó 42 jugadores, resaltando que 13 de ellos fueron juveniles que debutaron en primera con motivo de la huelga de profesionales. Vicente Pernía, Darío Luis Felman y Enzo Ferrero fueron los que más partidos disputaron (32), pero el Tano jugó más minutos que Bordolino y el Piqui.

EL METROPOLITANO DEL 75(séptima parte)Lamentablemente duró poco la ilusión. En la fecha siguiente al superclásico no pud...
24/11/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(séptima parte)

Lamentablemente duró poco la ilusión. En la fecha siguiente al superclásico no pudimos aprovechar que River empataba con Temperley en el sur, puesto que en la Bombonera no supimos vulnerar la valla de Banfield defendida por Ricardo La Volpe, pese a que los visitantes jugaron desde los 40 minutos del primer tiempo con un hombre menos por la expulsión del defensor Alberto Barril. Luego, una derrota ante Huracán en Parque Patricios nos dejó sin chances, al River vencer 2-0 a San Lorenzo.
Faltaban solo dos fechas y los millonarios nos sacaron cinco puntos de ventaja y tres al nuevo segundo, justamente el Globo.
Después, lo que todos recuerdan. Antes de que se jugara la anteúltima fecha, el Ministerio de Trabajo del gobierno presidido por la viuda de Juan Domingo Perón, María Estela Martínez (cuyo mandato presidencial fue interrumpido luego por el golpe de estado de 1976), no pudo (o no supo) atemperar el conflicto con los futbolistas profesionales del país y éstos, descontentos por las condiciones salariales, representados por Futbolistas Argentinos Agremiados emprendieron una huelga.
Con pibes dirigidos por Bernardo Nano Gandulla, Boca venció 7-0 a All Boys, pero ya de nada servía. Esa misma noche, los juveniles de River vencieron 1-0 a los de Argentinos Juniors (con gol de Rubén Bruno) y, para desazón de todos los xeneizes, ponían fin al “maleficio”.
Con un triunfo 4-0 ante Independiente en la última fecha, Boca finalmente terminó tercero con 50 puntos, a cinco del campeón y a uno del escolta Huracán.

La historia está escrita por y para los vencedores y siempre se muestra un Metropolitano 1975 con un River plagado de estrellas victorioso y arrollador, dejando fuera de la memoria ese final en el que Boca lo asustó (y mucho).
La duda que nos quedó a todos los que recordamos ese torneo fue, ¿qué hubiese pasado si no se hubieran desperdiciado esos cuatro puntos de las primeras dos fechas…?

(continuará, con todas con las estadísticas)

17/11/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(sexta parte)

En la fría tarde noche del 27 de julio de 1975, los de Núñez se presentaban con su elenco estelar, con Fillol, Perfumo, Merlo, J.J. López, Pedro Alexis González, Morete y Oscar Más. Solo faltaba Norberto Alonso, quién cumplía una sanción de seis partidos por haber sido expulsado ante Independiente en la fecha 29.
Rogelio, por su parte, hacía malabarismos para armar su equipo, ya que unas semanas atrás, tanto el capitán Roberto Rogel como el arquero Rubén Sánchez habían partido a México y el Flaco Nicolau justo se había lesionado en el partido ante los rosarinos.
De este modo, el equipo salió con Enrique Vidallé (un producto de la cantera, que más tarde brillaría en el Argentinos Juniors campeón de América) en la valla y en la zaga Luis Lafuente (el peruano que había llegado con Bailetti) junto con Roberto Mouzo. El resto, la gran formación que había maravillado el año anterior, con el Tano Pernía y el Conejo Tarantini en los laterales, el Chino Benítez, Mandrake Trobbiani y Patota Potente en el medio, más García Cambón y Ferrero adelante, acompañados por el incorporado Darío Luis Felman.
Hay que reconocer que el curso del partido le estaba siendo más favorable al local, pero pasaba el tiempo y el marcador no se abría.
A los 70, Tarantini rechazó fuerte un balón desde su campo. Eso generó un contragolpe por intermedio del correntino Hugo Paulino Sánchez (que había entrado por Benítez). El pibe se acercó al área y el Mariscal Roberto Perfumo le cometió falta muy cerca de la línea que la delimita.
Mouzo comenzó a acomodarse, pero Patota Potente se apresuró a rematar, enviando el balón al ángulo superior derecho de un Pato Fillol que solo atinó a seguirlo con la mirada. Fue un calco de lo que al año siguiente haría Suñé en la histórica final del Nacional 76 (solo que en el vértice opuesto). El propio 10 dijo después “lo vi a Fillol cerca del otro palo y le di fuerte con la parte de adentro del pie derecho”.
Enseguida Labruna hizo ingresar a Sabella en lugar de Raimondo, en busca de un empate que nunca llegó, mientras los contraataques de Boca convirtieron a Fillol en figura al evitar una goleada.
Tercera derrota consecutiva 1-0 de River cuando se estaba llegando al final del torneo y más fantasmas para los de la banda roja. Nos poníamos como únicos escoltas a solo 3 puntos (48 contra 45), soñando con que una vez más los primos se quedaran en la orilla de un campeonato y que, además, fuésemos nosotros los que se lo birláramos.
(continuará)
Extractos del Capítulo 1-39 “La ilusión la tuvimos” del libro Medio Siglo Azul y Oro 3 – El Suplementario.

10/11/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(quinta parte)

Faltando dos fechas para terminar la primera ronda, Boca se encontraba en el puesto 14 de veinte, con nueve derrotas en su haber. En 17 fechas, el líder River nos había sacado ¡16 puntos de ventaja!
Los simpatizantes boquenses criticaban a todos, al técnico Domínguez, a los jugadores y al presidente Armando.
Sin embargo, con el citado empate ante Huracán, el equipo comenzó a encadenar una sorprendente racha invicta que para la fecha 31 ya acumulaba 15 partidos y que nos colocaba en el tercer lugar de la tabla, aunque a 9 puntos de River y a 3 del segundo, Unión, que aguantaba pero que poco a poco parecía que se le iba agotando el combustible.
En el medio de las 15 jornadas estuvo esa inolvidable remontada en Avellaneda ante Racing, de 0-3 a 4-3, con dos goles sobre el final del pibe correntino Hugo Paulino Sánchez, pero también un 6-2 a Gimnasia y buenos triunfos ante Independiente (2-0), San Lorenzo (3-2) y Estudiantes (3-1).
De todas formas, más allá de esa extraordinaria escalada en la tabla de posiciones, a 7 jornadas del final (recordando que en ese entonces se daban solo 2 unidades por triunfo eran 14 puntos en juego), esa diferencia de 9 parecía indescontable.
Sin embargo, en las fechas 32 y 33 a los millonarios les aparecieron nuevamente los fantasmas de las casi dos décadas de frustraciones al perder 1-0 tanto ante Atlanta como con Newell’s Old Boys.
Boca, por su parte, goleaba 5-1 y 3-0 a Chacarita Juniors y Rosario Central respectivamente y extendía su racha a 17 partidos sin derrotas, con 13 triunfos y 4 empates, acercándonos a solo 5 puntos de River.
¡Y el domingo siguiente debíamos enfrentarlos en el Monumental!

(continuará)

EL METROPOLITANO DEL 75(cuarta parte)Cuatro días después, el peruano fue titular en la visita a Estudiantes en La Plata,...
03/11/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(cuarta parte)

Cuatro días después, el peruano fue titular en la visita a Estudiantes en La Plata, en un partido malo y muy trabado, donde los “Pinchas” ganaron 1-0 con un penal convertido a 15 minutos del final. Como anécdota queda que los platenses eran dirigidos por un novel Carlos Salvador Bilardo (de 37 años recién cumplidos), quien unas fechas antes había hecho debutar en la zaga de su equipo a un juvenil José Luis Brown.
El domingo siguiente en la Bombonera llegó el desahogo con un 5-1 al siempre complicado Vélez Sarsfield. Bailetti marcó allí su primer gol con la camiseta azul y oro (el 3-0). Ferrero, Trobbiani (de penal), Nicolau y Pernía fueron los otros que vieron puerta.
Sin embargo, a los tres días (el miércoles 2 de abril) nuevamente un paso para atrás, derrota 1-0 ante Colón.
Boca daba una de cal y otra de arena, el domingo posterior otra goleada, esta vez 4-0 a Chacarita con dos goles del peruano, marcando Felman y Trobbiani los otros.
Luego de esa alegría, de nuevo la amargura, y esta vez por varias fechas. Tres derrotas seguidas ante Rosario de visitante 1-0, Ríver en la ribera 2-1 y Banfield en el sur (también por la mínima), para recién sacar un magro empate 1-1 ante Huracán en la Bombonera. En esos partidos Bailetti hizo muy poco, incluso fue reemplazado en tres de ellos.
La ilusión se fue desvaneciendo. Luego de su auspicioso comienzo, con el correr de los partidos el peruano se iba diluyendo. La realidad es que su excesivo individualismo no congeniaba con el esquema colectivo que planteaba el técnico Rogelio Domínguez y, por sobre todas las cosas, contaba con 28 años no muy bien cuidados y tenía cierto exceso de peso que nunca se preocupó por perder, lo que hacía que 90 minutos se asemejaran a una eternidad para su físico.
Poco tiempo después volvería a su país, quedando casi en el olvido para la mayoría de los xeneizes.

Extractos del Capítulo 1-10 “La ilusión de un baile” del libro Medio Siglo Azul y Oro.
(continuará)

27/10/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(tercera parte)

Con el retiro de los grandes próceres brasileños (empezando por Pelé), en Sudamérica se estaba terminando la hegemonía verdeamarelha y el mejor fútbol de estas latitudes lo estaba brindando Perú, con jugadores de gran talento y/o renombre como Teófilo Cubillas y Héctor Chumpitaz. De hecho, ese año 75, el seleccionado incaico alzaba la Copa América por segunda y última vez en su historia.
El Club Atlético Boca Juniors anunciaba entonces la contratación de “la estrella del fútbol peruano” Héctor Alberto Bailetti. Con él llegaba su compatriota y zaguero Luis Meraldo La Fuente.
Luego de triunfos ante San Lorenzo (2-1) y Argentinos (4-1), la tarde del domingo 23 de marzo, por la novena fecha, en la Bombonera se recibía la visita de Racing, con el condimento que en el banco de suplentes iba a estar el tan mentado peruano Bailetti. La posibilidad de que debutara ese día matizaba el mal humor que teníamos durante el entretiempo, ya que, con goles de Hugo Gottardi y Néstor Scotta, los de la Academia estaban al frente en el marcador por 2-0.
Pasado el cuarto de hora del segundo tiempo, del banco de suplentes se levantó un jugador algo rechoncho que tenía puesta la camiseta número 16. Hay que recordar que antes nadie tenía el número fijo, sino que, en cada partido, a los titulares se les otorgaba las camisetas 1 a 11, la 12 era para el arquero suplente y de 13 a 16 se les asignaba a los otros cuatro que acompañaban al técnico en el banco.
A poco de entrar, recibió el balón en tres cuartos de cancha (del lado que mira al Riachuelo), eludió a su marcador con un movimiento de cintura impensado para su volumen, se quitó de encima a otro y al entrar al área sacó un violento remate. Impactó en el poste derecho del arquero, cruzó hacia el lado opuesto por encima de la línea de gol, pegó en el otro palo y mientras todos nos llevábamos las manos a la cabeza, el rebote cayó en las del guardameta. Unos minutos más tarde participó en la jugada que terminó con el gol de Felman que puso a tiro el empate. Faltando poco para terminar, Bailetti recibió otro balón, se desmarcó, encaró hacia el arco y sacó un bombazo que dio en el travesaño ante otro “uuhhh” de toda la Bombonera.
El partido terminó 1-2, pero la amargura de la derrota fue amenizada por la creencia que efectivamente Armando había cumplido su promesa de traer a un crack.

(continuará)
Extractos del Capítulo 1-10 “La ilusión de un baile” del libro Medio Siglo Azul y Oro.

EL METROPOLITANO DEL 75(segunda parte)Por aquellos años, los clubes realizaban pocas modificaciones en sus planteles. As...
20/10/2024

EL METROPOLITANO DEL 75
(segunda parte)

Por aquellos años, los clubes realizaban pocas modificaciones en sus planteles. Así, temporada tras temporada, sus alineaciones podían ser recordadas “de memoria”. Debido a eso y a la mencionada delicada situación económica por la que atravesaba Boca, la única incorporación de renombre que hizo (en principio), fue la del mendocino Darío Luis Felman, para ocupar el lugar que había dejado Ramón “Mané” Ponce, quien (como se indicó) se había marchado a Gimnasia de la Plata.
Sin embargo, en la vereda de enfrente, los de Núñez (que venían de un 1974 aciago en cuanto a performances) “tiraron la casa por la ventana” para intentar terminar con el citado “maleficio” y provocaron una revolución en el mercado de pases.
Contrataron a Angel Labruna como técnico, que venía de hacer descollar a Talleres de Córdoba en el último Nacional y repatriaron del exterior a tres grandes figuras: Roberto Perfumo, campeón de todo con el Racing de “José” en la década anterior y considerado por muchos el mejor zaguero de la historia del fútbol argentino, Oscar “Pinino” Más, que venía de brillar en el Real Madrid y Pedro Alexis González, puntero derecho de los “Matadores”, el San Lorenzo campeón del Metro 68 y que estaba siendo estrella en Perú. Desde Córdoba, el “Feo” (así le decían a Labruna) llevó además consigo a dos excelentes defensores, como lo eran Héctor Ártico y Pablo Comelles.
Ellos se sumaron a jóvenes talentos que ya se habían afianzado en primera división, como Juan José López, Norberto Alonso o Carlos Manuel Morete y también un gran arquero como ya lo era Ubaldo Fillol.
Comenzaron el torneo de forma arrolladora y solo un equipo les podía seguir el pulso: un sorprendente Unión de Santa Fe, que había ascendido recientemente (desde el torneo de Primera B, detrás del campeón Temperley) y que para su aventura en la categoría mayor había contratado a un experimentado técnico: Juan Carlos Lorenzo.
El Toto venía de una extraordinaria experiencia en Europa, donde había logrado llevar al Atlético de Madrid a disputar la final de la Copa de Campeones de Europa ante el poderoso Bayern Munich de Beckenbauer y Gerd Müller. Estuvo a solo un minuto de llevarse la “Orejona”; un gol de Schwarzenbeck en el minuto 30 del alargue lo impidió.
Los tatengues nutrieron al nuevo entrenador de muy buenos jugadores que habían sido descartados por River con motivo de la citada renovación (como Baudillo Jáuregui, Víctor Marchetti y Ernesto Mastrángelo) y también de otros experimentados como Roberto Espósito y Victorio Nicolás Cocco (de San Lorenzo), Miguel Angel Tojo (de Racing), Rubén Suñé (de Huracán) y Hugo Orlando Gatti (de Gimnasia La Plata). Con ellos habían encadenado cuatro triunfos en las primeras cuatro fechas.
Por su parte Boca, ya solucionado el conflicto con los profesionales, en la tercera jornada había vencido a Atlanta (2-0) y luego a Newells (2-1), pero enseguida cayó 2-1 justamente contra los del Toto y a continuación, empató 3-3 con el otro ascendido, Temperley.
Ese mencionado arrollador comienzo de los millonarios (que en la quinta fecha golearon 4-2 a los santafesinos) y lo relegado que estaba quedando Boca, hizo que los simpatizantes xeneizes comenzaran a achacarle al presidente Alberto J. Armando que se “había dormido en los laureles”.
El Puma, que era muy pícaro, empezó entonces a hacer circular el rumor de que no era así, sino que lo que pasaba era que se estaba demorando la incorporación de una figura internacional que dejaría boquiabiertos a todos, equilibrando la balanza con los “primos”.
En esos tiempos el palco presidencial estaba entre los sectores A y B de las plateas que daban a las vías del tren y los plateístas le pedíamos a Armando a viva voz que diera un indicio de quién era.
Poco tiempo pasaría hasta que el misterio se develara.

(continuará)

Address


Website

Alerts

Be the first to know and let us send you an email when Medio Siglo Azul y Oro posts news and promotions. Your email address will not be used for any other purpose, and you can unsubscribe at any time.

Videos

Shortcuts

  • Address
  • Alerts
  • Videos
  • Claim ownership or report listing
  • Want your business to be the top-listed Media Company?

Share