02/05/2024
https://www.facebook.com/share/p/v8MWACLKY1kb1Ymz/?mibextid=oFDknk
💬 Una profesión malinterpretada: Ser DJ va más allá de simplemente seleccionar y reproducir música. Requiere una habilidad técnica y artística para mezclar pistas de manera fluida, leer la audiencia y crear experiencias musicales inolvidables. Sin embargo, esta complejidad a menudo se subestima, lo que lleva a una percepción errónea de que cualquiera puede ser DJ sin un verdadero compromiso con el arte.
💬 El impacto de la cultura de los influencers: En un mundo donde la popularidad en las redes sociales es un indicador de éxito, muchos se aventuran en la profesión de DJ impulsados por el deseo de fama y reconocimiento en redes. Esta cultura de los influencers prioriza la imagen sobre el talento, promoviendo una percepción distorsionada del trabajo de ser DJ y contribuyendo a una saturación del mercado con actuaciones superficiales y carentes de autenticidad.
💬 La cultura del drop rápido: en un mundo donde la atención es un bien escaso y la gratificación instantánea es la norma, la música se ha visto afectada por una tendencia hacia la producción de drops rápidos y efectos impactantes diseñados para captar la atención del oyente de manera inmediata.
Esta cultura del drop rápido, si bien puede generar momentos de emoción intensa, también contribuye a la superficialidad y la falta de profundidad en la experiencia musical. Los DJ's se ven presionados para adaptarse a esta demanda, sacrificando la construcción de sets musicales extensos y significativos y la exploración de sonidos más complejos en favor de una entrega rápida y fácilmente digerible.
Como resultado, la música se convierte en un mero entretenimiento efímero, desprovisto de la riqueza emocional y cultural que la define como arte. La historia y la tradición musical se ven relegadas a un segundo plano, eclipsadas por la búsqueda constante de la próxima sensación viral en las redes sociales.