08/10/2024
LA LEY Y EL DESORDEN
Mario E. Fumero
El principio básico de la física es establecer leyes fijas para evitar el desorden, y establecer un orden que evite el caos. Un ejemplo lo tenemos en la ley de tránsito, cuando la gente se movía a caballo y en carreta, y no había velocidad, no fue necesario poner un semáforo y establecer leyes para obtener una licencia, pero una vez que los carros alcanzaron alta velocidad, y empezaron a aparecer accidentes y problemas, entonces apareció la ley de tránsito, y los semáforos aparecieron para regular la circulación.
De la misma forma, cuando Dios creó el universo, estableció leyes para todo, desde una molécula, átomo, y microbio, hasta para el inmenso universo, con sus estrellas planetas y galaxia, las cuales se mueven de una forma precisa, estableciéndose las leyes físicas, que rigen la rotación y traslación de los planetas. Desde la maravilla de las galaxias, hasta la composición de los seres humanos, todo obedece a unas leyes bien diseñadas, programadas, e incluso clasificadas por la ciencia, de manera que nada ocurre por casualidad, ni sin sentido. Todas estas leyes las conocemos como las leyes físicas y químicas, las cuales son sumamente precisas, para la sostenibilidad tanto de la vida, como del universo.
Al establecerse un gobierno humano, lo primero que requiere, para que la convivencia social sea pacífica, es el establecimiento de las leyes civiles, que se desprenden de la ley moral y de la lógica. Ningún gobierno, ya sea familiar, social, tribal, político o universal, podrá subsistir si no se deja llevar por ciertas leyes y normas que regulen todos los aspectos de la vida humana. A esto le llamamos constitución o normas sociales.
En Honduras las leyes que regulan la convivencia social y política se encuentran plasmadas en la Constitución y las leyes secundarias. Esta establece las pautas para evitar el caos, y sirven para definir los límites de la libertad y de los derechos individuales en el diario quehacer.
Cuando en una ciudad no hay leyes de tránsito, y la libertad de circulación es alterada por los caprichos humanos, y se toman los centros públicos y de servicio humanitario, para impedir el acceso, no sólo se está violando la ley constitucional que garantiza la libre circulación, sino que se está estableciendo el caos social, y la pregunta que hago al respecto es; ¿para qué son las leyes? Para regular la libertad y evitar que el derecho de uno perjudique a otros. Sería absurdo hacer una ley de tránsito que estableciera semáforos para que cada cual no les hiciera caso, y pudiera circular como le dé la gana. ¿Qué ocurriría en esta situación? inevitablemente habría muchos accidentes, muertes y caos vial.
En nuestro país se está viviendo actualmente un deterioro respecto al cumplimiento de la ley que garantiza la libre circulación, ya que la misma parece ser papel pintado, pues a pesar de que se prohíbe la interrupción a la libre circulación, la gente, para protestar, se toma las carreteras, los edificios, las escuelas, los centros de salud, y todo lo que es de servicio público, queriendo afectar con ello al gobierno de turno, pero ¿quienes pagan las consecuencias de esas tomas? es el trabajador a pies, que tiene que ir a su trabajo para ganar su salario, son los que tienen empresa y llevan los alimentos para abastecer a los mercados, y una la larga de personas que son el pueblo pobre. Qué triste es ver que la Constitución dice que no hay acepción de persona, pero el que tiene poder económico y político se burla de la justicia. Es inaceptable que, en un país de derecho, cualquiera pueda hacer lo que le dé la gana, violando todas las normas de convivencia establecidas. Cuando esto ocurre, creamos un caos social, y a la larga, tendremos un estado fallido que nos llevará a un anarquismo.
Las leyes tienen que cumplirse para que haya orden y son iguales para todos, y no debe hacer excepción, ni siquiera para aquellos que supuestamente la tienen que hacer cumplir. Por ejemplo, si la policía me exige que tenga el cinturón de seguridad cuando manejo, ellos también deben tenerlo. Si la policía me prohíbe llevar gente en la paila, también ellos deben hacerlo, porque las leyes no hacen excepción. Cuando la más mínima ley biológica o física se altera, el caos aparece. De igual forma, en la convivencia social, cuando la Constitución se prostituye y se viola descaradamente, aparecerá el desorden y la corrupción, entonces iremos irremediablemente a una terrible decadencia social. Si queremos salvar a HONDURAS del caos, tenemos que respetar las leyes, sin excepción de persona, porque ellas son la única que podrán hacer que nuestra convivencia sea pacífica, y nuestra estabilidad de vivir en paz sea permanente.
[email protected]
www.contralaapostasia.com