09/21/2024
Hermione Granger, contrario a la idea de sentir vergüenza, se muestra consistentemente orgullosa de sus padres muggles, a pesar de las diferencias culturales entre el mundo muggle y el mágico.
Desde el principio, Hermione menciona a sus padres con cariño y respeto. Son dentistas, una profesión que, aunque humilde en el contexto del mundo mágico, es honorable y respetable en el mundo muggle. Hermione habla abiertamente sobre sus padres y su trabajo a sus amigos en Hogwarts, demostrando que valora su profesión y no tiene ningún complejo de inferioridad al respecto.
De hecho, la serie a menudo resalta cómo Hermione educa a sus amigos sobre la vida de los muggles y corrige cualquier malentendido o prejuicio que puedan tener otros estudiantes de sangre pura. En lugar de sentir vergüenza, Hermione utiliza su posición única como una bruja nacida de muggles para tender puentes entre los dos mundos y abogar por la igualdad y el entendimiento.
Durante el desarrollo de la serie, Hermione enfrenta discriminación y burlas de algunos de sus compañeros, especialmente de aquellos que valoran la "pureza", como Draco Malfoy. Sin embargo, lejos de avergonzarla, estas experiencias la fortalecen y la impulsan a luchar contra tales injusticias, destacando su resiliencia y su capacidad para mantenerse fiel a sus principios.
En resumen, Hermione no solo no siente vergüenza por sus padres muggles, sino que se siente genuinamente orgullosa de ellos y de su herencia. Su amor y respeto por sus padres muggles son parte integral de su carácter, contribuyendo a su desarrollo como una defensora apasionada de los derechos y la igualdad en el mundo mágico.