Capicúa (2024)

Capicúa es un Estudio de Comunicación, generamos contenidos, conectamos iniciativas con medios de información y diseñamos estrategias que fortalezcan y posicionen lo comunicacional. Capicúa es un Estudio de Comunicación compuesto por comunicadores con experiencia en generar contenidos, conectar diversas iniciativas con medios de información y diseñar estrategias que fortalezcan y posicionen lo comunicacional. Desde nuestro equipo queremos ser facilitadores de esta dinámica.

13/09/2022

Dentro del equipo de Capicúa, una de las líneas de trabajo que desarrollamos en los últimos años es la comunicación interpersonal.

Hasta ahora vinimos trabajando talleres sobre esta temática solamente con instituciones y organizaciones.

A pedido de muchas personas, es un placer compartir con ustedes nuestro primer taller abierto al público en general, que será facilitado por Jorge González S.

Gracias a varias herramientas específicas de la Comunicación No-Violenta y otras fuentes, podemos relacionarnos de forma más auténtica con las demás personas en distintos ámbitos de vida: en la familia, en el trabajo, en el diálogo interno, en las relaciones sociales ocasionales…

En los grupos en que facilitamos estos talleres, estos recursos les ayudaron a funcionar mejor como equipo para alcanzar objetivos, también a gestionar conflictos de manera más eficiente.

En este taller de octubre, trabajaremos:

🤭 Expresión
-Identificar emociones y pensamientos cuando nos comunicamos con las demás personas.
-Tener claro lo que queremos comunicar.
-Expresarnos de forma a reducir posibles incomunicaciones.
-Identificar lo que necesitamos pedir a las demás personas.
-Pedirlo de la manera más respetuosa y clara para conseguir lo que necesitamos.

🤫Escucha
-Gestionar nuestras emociones cuando recibimos mensajes de las demás personas, especialmente mensajes difíciles.
Escuchar mejor a las personas (predisposición corporal y predisposición mental/emocional).
Escuchar a las demás personas como fuente de nuevas posibilidades de acción y solución.

🤔Límites
-Poner límites a través de una comunicación respetuosa con las demás personas, pero también con nosotros mismos/as (principios no negociables, aprender a decir NO, aprender a discrepar).
-Gestionar conflictos a través de una comunicación honesta y empática (identificar las necesidades en juego)

El taller está dirigido tanto a personas individuales como a líderes de grupos.

29/04/2022

Últimamente cuando hacemos trabajos de edición de textos, sentimos una presencia respirándonos en la nuca. No se trata de ningún evento paranormal. Es nuestra hija preadolescente que se ubica detrás para ver, muy interesada, cómo es el proceso. ¿Y les pagan por hacer eso?, pregunta sorprendida.

Ella, mucho antes que nosotros y desde una experiencia vincular muy distinta, siente a los libros, a las palabras, como muy cercanos. A veces elige alguna página de un libro y la transcribe de manera textual, pero plagada de errores. V donde debería ser B, S en vez de Z, G donde debería haber una J… luego recorre con su papel, muy contenta por su travesura ortográfica.

También sucede que cuando estamos redactando algo, ya sea un mail, una gacetilla o algún texto más distendido, la sentimos detrás, en estos casos no solo respirándonos en la nuca, sino alterada por los errores que ve y que no corregimos hasta escribir por completo y releer como paso previo antes de enviar o publicar. No tolera que en el mismo proceso de redactar no corrijamos las tildes, mayúsculas, puntuaciones.

El escritor Pablo d'Ors habla de aquello que sale del esfuerzo, contrario a lo que sale de la entrega. Pienso que editar se hace con esfuerzo y no está mal, porque este pone en funcionamiento la voluntad y la razón; en cambio, en el acto de escribir -como en el amor, dice el mismo- es necesaria la entrega que pone en funcionamiento la libertad y la intuición.

Nuestro caso es que somos buenos lectores, y eso está bien porque nos da entrenamiento para apoyar a quien necesite una mirada crítica de sus contenidos. Pero, también es cierto que cada tanto logramos salirnos de lo técnicamente “correcto” donde hay esfuerzo para disfrutar por haber parido algún que otro relato desde la libertad.

26/10/2021

Uno de los mayores desafíos que se nos abre cuando somos trabajadores freelance o emprendedores es tratar con clientes, un esfuerzo que combina componentes profesionales y comerciales, pero además involucra componentes interpersonales, emocionales y afectivos.

-“Cerré trato con una cliente en torno a servicios muy específicos, pero en el camino me dijo “en realidad no era eso lo que estábamos necesitando, nos dimos cuenta que era esto otro”.

-“Cuando le entregué el producto terminado un cliente me dijo “Esperaba más””.

-“Cuando le pasé mi presupuesto, una cliente me dijo: “¿Y cómo tu colega Fulana cobra tanto nomás?”

-“Una cliente me llamó a las 6.30 de la mañana para decirme que urgentemente necesitaba reunirse en un rato conmigo. Cuando le expliqué que a esa hora me dedico a otras actividades, me respondió que en este tipo de trabajo hay que estar disponible a cualquier hora”

-“Una clienta, si no le atendía el teléfono, ocho minutos después ya estaba llamando o escribiendo a sus socios para que a su vez me llamen y me pidan que atienda el teléfono”

¿Te suenan estas y muuuchas otras situaciones similares!!!

Cada vez que vamos a comunicarnos con clientes podemos mostrar una sonrisa profesional, decir sí a todo y representar un papel. Pero esto, además de ser muy agotador, nos asegura un burnout tarde o temprano.

Otra opción que tenemos es asumir una comunicación verdadera, asertiva, humana, con los clientes, que más que una fuga de energía es una recarga.

En ella asumimos que nuestra función es facilitar que los clientes cumplan con sus objetivos o satisfagan sus necesidades, pero nunca a costa de nuestras propias necesidades, objetivos, valores, valía…

No se trata de decir siempre SÍ ni tampoco de decir siempre NO. Se trata de decir SÍ cuando podemos dar eso que nos piden o de decir NO cuando no podemos o no estamos dispuestos porque confronta con cosas nuestras innegociables.

Tener siempre presente los objetivos o necesidades de los clientes es muy importante, así cuando le damos un NO lo podemos convertir en una nueva oportunidad de hacerle una contrapropuesta.

- “Entiendo que necesitás para el lunes a la mañana el producto porque hay reunión del consejo. No voy a poder adelantarlo para ese día, pero puedo prepararte una muestra para que expongas”.

-“Lastimosamente no puedo hacerte más barato ese servicio, pero puedo prepararte una opción más y así elegís la que se ajuste mejor a tus prioridades”.

-“Puedo hacerte otro ajuste más al producto. Pero como ya hicimos los tres acordados en el contrato, este ya tendría un costo extra de xx”.

-“No puedo darte eso que me pedís porque ya sale del trato acordado, pero una opción puede ser no darte esto otro que está en el paquete para darte lo que me estás pidiendo. Avisame qué hacemos y le metemos”.

-“Lastimosamente no voy a poder participar de esta reunión porque ya tengo otro compromiso. Como me gustaría mucho priorizar este proyecto, te ruego que para la próxima me avises al menos un día antes”.

Cuando nos comunicamos de este modo no aceptamos un trato o situación que no nos conviene. Decimos NO al cliente, pero a la vez nos mostramos predispuestos a contribuir con lo que necesita.

Pero más fundamental que tener siempre presente las necesidades/objetivos de los clientes, es tener en claro que hacemos un mejor trabajo cuanto más vinculado esté a la satisfacción de nuestras propias necesidades, objetivos, organización de vida o propósitos de vida. Sin eso ningún emprendimiento es humanamente sostenible.

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