08/05/2024
Funcionaria del Poder Judicial denunció
tortura y extorsión en manos de policías
Una dactilógrafa del Poder Judicial de Ciudad del Este denunció haber sido torturada durante varias horas por personal de la subcomisaría 12ª de Presidente Franco, tras quedar demorada por un supuesto hecho de violencia familiar que no habría ocurrido.
La víctima, de profesión abogada, señaló que el suboficial mayor Becker Aquino Ávalos solicitó 6 millones de guaraníes a sus familiares para liberarla junto a su esposo, pero que no accedieron y por ese motivo quedaron detenidos durante 24 horas. Ahora pide la inmediata detención de los policías involucrados en el grave hecho.
La denuncia fue presentada por la abogada Noelia Raquel Cáceres Ríos, dactilógrafa de un Juzgado de Sentencia de Ciudad del Este.
La acción es contra el suboficial mayor Becker Aquino Ávalos y sus camaradas, quienes ejecutaron el procedimiento el pasado miércoles 1 de mayo (Día del Trabajador), a las 18:30 horas sobre la avenida Monday en Presidente Franco.
Los otros policías involucrados todavía no fueron identificados por la afectada, pero según el escrito de promoción de la denuncia, las identidades constan en el acta de procedimiento.
Aquino Ávalos y sus camaradas fueron denunciados por los hechos punibles de extorsión, producción de documentos públicos de contenido falso, privación ilegítima de libertad y tortura.
INTENTARON OBLIGARLA A FIRMAR
“Siendo aproximadamente las 18:30 horas del día 01 de mayo de 2024 en la avenida Monday de Presidente Franco, en las inmediaciones de la subcomisaría n° 012, circulaba en compañía de mi esposo (Ceferino Suárez Ayala) dirigiéndonos a nuestra casa, en dicho lugar vimos un control policial donde los oficiales intervinientes nos hicieron una señal para parar a lo que accedimos e inmediatamente nos pidieron ingresar al predio de la subcomisaria a lo que también accedimos”, según la denuncia.
“Posteriormente nos encaminaron hasta la oficina de guardia donde primeramente fui preguntada por mis datos personales a lo cual contesté a todas las preguntas y posteriormente me dijeron que estaban buscando a una pareja que supuestamente había estado peleando y que estarían circulando en una motocicleta de color azul y me preguntaron si yo había sido víctima de violencia por parte de mi pareja o de alguna persona a lo que inmediatamente le contesté que no, que estaba viniendo de la casa de un amigo de mi pareja en compañía de él pero que no habíamos tenido ningún tipo de peleas ni inconvenientes”, refiere Cáceres Ríos.
Agrega: “Seguidamente escuché decir a uno de los agentes que seguro éramos nosotros y que me haga firmar como sea el acta. Entonces yo le aclaré vehementemente que no éramos nosotros y que no firmaría acta alguna, porque no había tenido ningún tipo de problemas con nadie y mucho menos con mi pareja. En ese momento el suboficial mayor Becker Aquino Ávalos intentó obligarme a firmar una supuesta acta de procedimientos para lo cual me pasó un bolígrafo y me agarró del brazo con fuerza y al ver mi negativa a firmar, tras sacudirme de él, me volvió a agarrar del brazo y le dijo a su compañero que pase la almohadilla que me iban a entintar el dedo para dejar mi huella dactilar en el acta ya que me niego a firmar. En ese momento volví a sacudirme para que me suelte y él me sujetó fuertemente del brazo derecho causándome heridas y rasguños en todo el brazo”.
TORTURA
La mujer continuó resistiéndose cuando supuestamente el suboficial mayor Aquino Ávalos le aplicó golpes de puño en la cabeza y el rostro, produciéndole lesiones severas. La funcionaria del Poder Judicial seguía resistiéndose a firmar el documento y a gritos les dijo a los uniformados que no podían someterle a tortura y que conocía sus derechos. Entonces, según la denunciante, Aquino Ávalos la agarró del brazo y la tiró en el piso, pisándola en la espalda, mientras sus camaradas le colocaban las esposas de seguridad. Luego, fue llevada esposada hacia el fondo de la sede policial, donde estuvo incomunicada y sin la posibilidad de llamar a un abogado.
También mencionó que los policías le robaron un par de aros de oro. Posteriormente, llegaron al lugar el padre y familiares de la pareja. Según la denuncia, Ávalos Aquino habría solicitado al padre de la mujer, 6.000.000 guaraníes de coima a cambio de liberar a la pareja.
Sin embargo, no aceptaron la propuesta. Finalmente, Cáceres Ríos y su esposo fueron trasladados a la Dirección de Policía en carácter de detenidos. La funcionaria judicial fue llevada a la sede de la comisaría 25ª de mujeres, mientras el hombre en el calabozo de la Dirección.
Tras 24 horas de permanecer detenidos, fueron puestos en libertad, pero bajo un proceso de resistencia y supuesta violencia de género, hechos que no ocurrieron, según la funcionaria judicial.
La víctima denunció que durante el lapso que fue detenida y torturada, en ningún momento intervino personal policial femenino. Aseguró que fue maltratada verbalmente y menoscabada en su condición de mujer.
Cáceres Ríos solicita a la Fiscalía la inmediata detención de los policías involucrados en el hecho y la constitución fiscal en la sede policial para incautar evidencias relacionadas con los hechos denunciados.