14/06/2022
Pecados Ocultos
¿Sabía usted que aún dentro del pueblo de Dios existen pecados ocultos? Que aún aquellos que dicen yo no adoraré a nadie más que a Dios o yo no me arrodillo ante más nadie que Jehová, ¿También ocultan pecados? Muchos piensan que Dios no sabe, que no se dará cuenta o que pasará desapercibido, pero veamos lo que nos dice el siguiente pasaje:
Hebreos 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
¿No le da miedo ese versículo? Fíjese que dice “todas las cosas” están desnudas (abiertas o evidentes) ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Cuando escondemos pecados y no lo atacamos, podemos caer en el peligro de pensar “todo va bien”, cuando escondemos pecados y no lo abandonamos, cuando no tomamos decisiones finales en contra de eso, usted puede decir, “por ahora todo va bien” pero permítame decirle que la caída es inminente, el precipicio está a la puerta.
LÉASE JOSUÉ 7:1-13
La orden para conquistar Canaán estaba confirmada, en Josué capítulo 6 Israel logra conquistar el fuerte pueblo de Jericó, donde por el poder de Jehová se derrumbaron las murallas. En el transcurso de la conquista de Canaán Israel vio un pueblo bastante pequeño “El pueblo de Hai” donde se cree que la población llegaba a unos 1000 habitantes aproximadamente, por eso subieron finalmente unos 3000 hombres de Israel (Josué 7:4) ya que en número, eran superiores. Pero para sorpresa de ellos, perdieron la batalla y murieron de Israel unos 36 hombres, por lo cual tuvieron que huir, el corazón del pueblo desfalleció, su valentía se desvaneció. Josué no lo podía creer, no había manera de que Israel perdiera una batalla, y por eso rasga sus vestidos y se queja delante de Dios, pero veamos que le dice Jehová en el versículo 10: Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?
En su humanidad Josué no podía asimilar lo que había ocurrido, al punto de repetir las palabras que los israelitas pronunciaron muchas veces en el desierto, cuando estaban atemorizados por lo que estaban viviendo, Josué no podía comprender los cambios que Dios estaba permitiendo, pero Él sabía que Dios es soberano y esperó que Dios escuchase su oración, sin embargo la derrota no era porque así Dios lo quiso, en el versículo 11 Jehová revela la raíz del problema “Israel ha pecado”. Si estudiamos la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis, notaremos que siempre lo que desencadena derrotas y que la presencia de Dios se apartara de su pueblo, es un pecado, sea cual sea la razón o cómo lo hicieron, los juicios que Dios enviaba tan brusca y fuertemente, era por un pecado. El creyente tiende a preocuparse cuando existen muchos pecados en su vida, pero lo que muchos ignoran es que un solo pecado es suficiente, para que Dios se aparte de nosotros. Jehová le dijo firmemente a Josué “Israel ha pecado”, algo que él no sabía, algo que no podía controlar, porque Acán no solo había pecado, sino que estaba ocultándolo. Josué no es Dios, el pastor no es Dios, los líderes de la iglesia no son Dios, por eso la culpa no es de Josué, a pesar que él confiaba en los hombres que tenía en su ejército, el los veía como hombres de Dios. Jehová en algunas batallas les permitía a los israelitas traer parte del botín pero en otras como en el caso de Jericó, indicó que la ciudad sería anatema, todo debía ser destruido, porque vendrían consecuencias y desgracias si desobedecían la voz de Jehová (Josué 6:17-18), solamente autorizó la posesión de la plata, el oro, utensilios de bronce y de hierro para que fueran consagrados a Jehová (Josué 6:19)
Pero Acán como muchos el día de hoy, no quieren hacer caso a la voz de Dios, quieren torcer la Biblia y a pesar de lo clara que es la Palabra, ellos persisten en el pecado. Si Dios dijo que algo no se podía usar, sea cual sea la intención que tenía Acán, no se podía usar. Él vio y codició un manto babilónico, 200 siclos de plata y un lingote de oro, pero sabiendo que no era correcto de igual forma lo ocultó debajo de su tienda. La codicia está acabando con este mundo, ya no se puede sostener, la corrupción está destruyendo a los países, los hombres viven ocultando pecados, pero para ignorancia de muchos, a Dios nada se le escapa, veamos completo el versículo 11: Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Jehová dio detalles de lo que hizo Acán, porque al llegar al punto de mentir, quizás alguien le preguntó si con algo se había quedado, pero en vez de corregir, prefirió negar y ocultar.
LO QUE MUCHOS NO SABEN DE LOS PECADOS OCULTOS:
• Es una bomba de tiempo: Va a explotar tarde o temprano, la única forma de evitar que explote, es desactivar la bomba inmediatamente
• El pecado es oculto para todos, menos para Dios: Nadie sabe todas las cosas de los demás, pero a Jehová nadie le engaña, cuando hay pecados ocultos no hay más avance, no hay más crecimiento y la derrota está garantizada. Dios está sobre todo, pero Él no está en todo, Dios está donde se está haciendo su voluntad.
• Vives una vida falsa: Es lamentable, muchos cantan, levantan las manos, ofrendan, se amoldan a la liturgia, pero no están viviendo para Cristo, el que anda con pecados ocultos vive una vida falsa, porque el que está en los cielos discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, podrán de labios honrar a Dios, pero su corazón está lejos de Él. La adoración, el deseo de estar con Dios, es una señal de amar a Dios, es señal de santidad.
• Dios no está contigo, sino en tu contra: Está molesto contigo, está enojado contigo, no te engañes a ti mismo, porque puedes estar viviendo lo que le pasó a Acán, podrás decir que Él te guarda, que Él te ha librado de muchas, pero su favor y cuidado no te acompañan, de eso puedes estar seguro.
• Afecta también a otros: Afecta a la esposa (o), a los hijos, no enseriarse con el Señor daña el evangelio, daña a otros. Pecados ocultos en la parte sexual, destruye la relación del matrimonio, te hace esclavo de la pornografía, de la masturbación, las mujeres infieles, no pueden satisfacer al esposo. El pecado es algo muy serio, que debe tratarse inmediatamente. Lamentablemente la familia completa de Acán, aún sus bueyes, asnos, ovejas y todo lo que tenía, pagaron con su muerte las consecuencias del pecado de Acán
• Es cuestión de tiempo para Dios te exponga a la vergüenza pública: Leemos todos los días, descubrieron a tal pastor en adulterio, a tal cristiano en fornicación, y como este cristianismo es tan humanista, muchos dicen “no juzguéis” un argumento tan tonto para seguir pecando. Cuando Dios decida exponerte a la vergüenza pública, fallará el pr********vo, descubrirán tus páginas en internet, te verán entrando al hotel con quien no es tu esposo, te equivocarás enviando el mensaje, expondrás los pecados ocultos en las conversaciones.
Muchos esperan ser avergonzados públicamente para después arrepentirse y tomar acciones contra el pecado, pero no debemos ser como Sansón, sino como José, quién huyo en la oscuridad, quien escapó en lo oculto de la esposa de Potifar, porque él si era un hombre íntegro delante de Dios. Arrepentimiento no es cuando te descubren, es cuando abandonas el pecado antes que la bomba explote. Acán no se arrepintió, a él lo descubrieron, no fue que preocupado por la derrota, manifestó lo que había hecho, Jehová expuso que él era el culpable
¿CÓMO LIBRARSE DE LOS PECADOS OCULTOS?
• Con un verdadero arrepentimiento: Un arrepentimiento inmediato, póngase a cuentas con Dios, no esperes a ser expuesto públicamente. David el hombre conforme al corazón de Jehová, David el más grande salmista, adulteró con Betsabé y planificó el as*****to de Urías, pero a pesar de la amonestación que Dios le hizo por medio del profeta Natán y que reconoció haber pecado, un año luego de los sucesos, David escribe el salmos 51, confesando su sincero arrepentimiento. No así en el salmos 32, cuando escribe cómo se siente por no confesar su pecado, expresa que su cuerpo se consumió y gemía todo el día (Salmos 32:3). ¡Cómo pesa y cómo duele cuando alguien te dice varón de Dios, o hijo de Dios! Pero en tu interior, sabes que tu vida no agrada al Señor, sin embargo el que quiere vivir con esto, es porque así lo quiere
• Apartándose de estos pecados antes de ser expuestos a la luz por el Señor:
Mateo 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Mateo 5:23-24 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano (Pecados ocultos), y entonces ven y presenta tu ofrenda
Lo que nos toca es rendirnos delante de Dios, viviendo una vida intachable en obediencia y santidad, así muchos lo crean o no lo crean, les guste o no, todos daremos cuentas a Dios de cómo actuamos y para quién vivimos
• Volver al lugar secreto con el Señor: Hacemos mucho énfasis en el cristianismo visible, en sólo hacer y cumplir con nuestras responsabilidades dentro de la congregación, y no es que esté mal, pero somos tan absorbidos en las cosas de Dios, que no tenemos tiempo para Dios, pero la Biblia enseña que es a Dios a quién debemos buscar, allí es donde tomamos fuerzas, donde se forman los caracteres, no hay otra manera, si no estamos alimentando el espíritu, se tornará difícil vivir en santidad, nuestra forma de hablar, como actuamos, deben ser moldeado a como lo enseña la Biblia, hay que fortalecer el lugar secreto. Hay que sacar el anatema de nuestros hogares (Música del mundo, películas satánicas, etc.)
• Entender de una vez por todas que a Dios no podemos esconderle nada
• Cultivar una vida santa, pública y privada
El Señor nos está llamando vivir una vida sin pecados, pero confiando en que si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, el ladrón, el asesino que se entrega voluntariamente, puede que al final le reduzcan los años de sentencia, puede que no le apliquen la pena de muerte, no así con el que huía todo el tiempo, que fue atrapado y por intentar burlar a la ley, pagará consecuencias más severas, arrepentimiento no es cuando te descubren, es cuando decides antes que sea demasiado tarde, ponerte a cuentas con el Señor y encaminar tu vida a aquella que agrada a Dios. No esperes que Dios te atrape, te recomiendo que te entregues.