15/08/2023
"El alcohol te destruye a ti mismo, destruye tu familia, tus seres amados y destruye la felicidad de tu pasado, presente y futuro. Si te arrepientes ante Dios de tú pecado. Encontrarás la paz que tán solo él Señor te la puede dar".
Proverbios 23 : 20 - 35...
¿Para quién será el ay?
¿Para quién el dolor?
¿Para quién las rencillas?
¿Para quién las quejas?
¿Para quién las heridas en balde?
¿Para quien lo amoratado de los ojos?
Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura.
No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa.
Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.
Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.
Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero.
Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.
Salomón advierte contra la ebriedad. Los que serán resguardados del pecado, deben ser guardados de todos los comienzos de este, y temer ponerse al alcance de su seducción.
Prevé el castigo, lo que al final le pondrá término, si el arrepentimiento no lo evita. Hace pelear a los hombres. Los ebrios se lamentan y lloran por sí intencionalmente.
Hace impuros e insolentes a los hombres.
La lengua se pone rebelde; el corazón dice cosas contrarias a la razón, la religión y el civismo corriente. Aturde y envilece a los hombres.
Corren peligro de muerte, de condenación; están
tan expuestos como si durmieran en la punta de un mástil y se sintieran seguros.
No temen peligro cuando los terrores del Señor está ante ellos; no sienten dolor cuando los juicios de Dios están actualmente encima de ellos.
Tan perdido está el ebrio para la virtud y el honor, tan desgraciadamente sellada está su conciencia, que no se avergüenza de decir:
Lo buscaré de nuevo.
Con buena razón se nos dice que paremos antes del comienzo.
¿Quién con sentido común contraería un hábito, o se vendería a un pecado, que traiga consigo tal culpa y desgracia, y exponga al hombre
diariamente al peligro de morir insensible, y despertar en el in****no?
[1 Corintios 6: 10].