16/12/2024
URUBAMBA Y SU “PLAN DE DESARROLLO URBANO”
Fuente: LAMPADIA/ FAUSTO SALINAS
Lo que ocurre en Urubamba, en la sierra del Cusco, con un Alcalde cuya aspiración es convertir la Villa de Urubamba (creada en 1825 y convertida en benemérita en 1839 por Agustín Gamarra), en una ciudad de tercera, no es una novedad.
Es una muestra más, tal vez la más grave, de lo que el hombre y sobre todos sus autoridades, pueden hacer para destruir el paisaje y el futuro. Convertir el Valle Sagrado de los Incas en una “urbe” puede ser una aspiración personal o social de algunos, pero no por ello deja de ser un grave error.
El Valle Sagrado de los Incas ya está deteriorado, como toda la sierra, por la acción, la inacción y el mal gusto de sus habitantes y autoridades. No ha sido necesario que llegue el Aeropuerto de Chinchero para que lo destruya. Lo que urgía era recuperarlo, preservarlo, conservar este espacio rural como una gran reserva rural que tenga pequeños centros urbanos modernos (Urubamba, Calca) cuya emergencia y crecimiento se debe encauzar y ordenar.
Convertirlo todo en una gran urbe es un grave error de concepto. Este es un espacio rural del cual nos tenemos que sentir orgullosos y preservarlo. Es su potencial agrícola, con especies con denominación de origen y cultivos alternativos el que debe ser potenciado, no el uso irracional y efímero del suelo para fines inmobiliarios. Es su potencial turístico, compatible con su desarrollo agrícola el que debe ser protegido no espantado. Convertirlo en un todo urbano, amorfo, sobrepoblado, tugurizado, habitacionalmente denso, puede ser una medida popular entre la clientela política pero es un grave error. Convertir la carretera de Pisaq a Ollantaytambo en una fila de edificios puede ser la bendición para la edificación ilegal de algunos amigos, pero no una muestra de compromiso con el futuro ni el desarrollo.