10/11/2023
: HASTA SIEMPRE, PROFESOR FERNÁN MOLINA BOZA Y BREVE HISTORIA QUE FORJO SU TIERRA LIVITAVICA – CHUMBIVILCAS A BASE DE SU EMPEÑO Y EL ESTIRPE DEL QORILAZO A TRAVÉS DEL TIEMPO- 1933 -2023.
Nace el 16 de marzo de 1933 en Livitaca Chumbivilcas su distrito y provincia de abundantes riquezas culturales y naturales.
Desde muy joven asume el desafío de darle continuidad a la construcción de la imagen, el perfil y la estirpe del qorilazo como pueblo y territorio.
Para esa ardua tarea acude a darle melodía, armonía y ritmo a su manifestación de verdadero amor, tenaz admiración, insuperable valoración e inquebrantable identidad con Livitaca y Chumbivilcas a través de sus 57 composiciones musicales en huayno, danza, estampa, marinera, lírico e himno, muchas ya grabadas, cantadas y otras aún inéditas. Todas responden a contextos históricos sociales, estados anímicos y manifestaciones de sentimientos individuales y colectivas. Por ejemplo “Adiós Corrida Tradicional”, “Aytata”, “Yawarmayo”, “Toro Negro”, “Puente Natural”, “Warari”, “Livitaca es mi tierra”, “Idolatrado Warari”, entre otras.
Siempre supo que la cultura, el paisaje y la historia de Livitaca y Chumbivilcas -por su valor y aporte- debía tener un lugar privilegiado y que le corresponde en la región y el país. Es la danza “Toro baile” de su composición la que se convierte en la embajadora chumbivilcana iniciando esa misión en Santo Tomás el año 1971, en el Festival Raqch’i el año 1973 y presentación estelar en nada menos el Teatro Nacional de Lima el año 1974. El “Toro Baile” es inmediatamente adoptado por el Centro Qosqo de Arte Nativo para sus presentaciones frecuentes y progresivamente se convierte en danza representativa en festividades de principales ciudades como Cusco, Arequipa y otras.
Promueve y lidera la presencia de decenas de livitaqueños montados a caballo el 18 de mayo de 1981 con motivo de la conmemoración del “Bicentenario de Martirologio de Túpac Amaru II” en el Waqaypata o plaza de armas del Cusco, como una muestra de la participación de Chumbivilcas y Livitaca y aporte fundamental a la gesta revolucionaria. Este hecho impactó en la sociedad regional, académica y política, rompió esquemas ampliándose la mirada y reconocimiento por Chumbivilcas.
Para fortalecer ese impacto en la sociedad regional, organiza la presencia de los “Ayarachis” de Huaylla Huaylla y la “Banda de Músicos Yawarmayo” de Jalcco en la ciudad del Cusco con motivo del “Día de Música Andina” (1989) con programa especial organizada por el Instituto Nacional de Cultura INC (hoy Dirección Regional de Cultura). Posteriormente la presencia de los “Ayarachis” en la explanada Saqsaywaman con motivo del Inti Raymi a invitación de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco EMUFEC (1990).
La estrategia rodante e itinerante por poblados, ciudades, centros de investigación y actividades académicas culturales es “Sala de Recuerdos Wakawaqra” que registra hitos de la historia socio económica, cultural y deportiva de Chumbivilcas, la que proyecta sus aportes a construcción de región y país. En los últimos años se ha convertido en el espacio de visita e inmersión de estudiantes y docentes de diferentes niveles de educación de Livitaca y otras localidades.
Está seguro de la necesidad de fortalecer la identidad y las relaciones como pueblo y con las localidades limítrofes, a estas le dedica sus composiciones musicales, décimas, poemas e impulsa actividades que hoy están institucionalizadas. Promovió la creación del Festival Warari 1988 (es el tercer festival más antiguo de la región después de Raqch’i y K’anamarka) para evidenciar el carácter acogedor de Livitaca, para mostrar su guapeza a través de la danza, para que reconozcan la fortaleza del linaje descendientes de los liwitaqas y Wakari, y para que los visitantes admiren y se rindan ante el significado y majestuosidad de la Gruta Warari.
Impulsó y organizó el “Trote a Caballo: Por las Rutas del Qorilazo” actividad estratégica para los aficionados a la crianza del caballo chumbivilcano; acción transportadora a una etapa de la historia basada en relaciones de intercambio múltiple entre los pueblos cercanos; estrategia que fomenta la coordinación, acercamiento e integración a las autoridades y habitantes de los pueblos. Imposible olvidar la recepción y partida desde Pampamarca, Chamaca o la llegada a Santo Tomás con motivo del aniversario provincial.
Su carisma innata y desarrollada de cultor de las manifestaciones chumbivilcanas hace de su destreza por el toreo a caballo que participe de la última corrida en la plaza de armas de Santo Tomás el 09 y 10 de setiembre de 1957 y al finalizar dicha corrida en momento de singular sentimiento compone su huayno “Adiós Corrida Tradicional”. Su afición por la crianza de caballos, el toreo a caballo y laceo a sincha fue mostrada en festividades importantes de las localidades alto andinas como Colquemarca, Velille, Chamaca, Santo Tomás, Langui, Pampamarca, Yanaoca, Yauri, Coporaque, Pomacanchi, Totora Oropeza y en el estadio Garcilaso del Cusco. Fueron sus pícaros, nobles y dóciles caballos como “Vendaval”, “Orqon Taki”, “Rompe Sincha”, “Veneno”, “Araña”, “Castaño”, “Recuerdo”, “Bayo”, “Wayra Bolsillo” y otros los que lo acompañaron y son parte de sus huaynos. Su afición y participación en las carreras de caballos dejaron huellas, el testimonio secuencial armónico de la tradición agro productiva, social y cultural es interpretado por muchos en su huayno “Aytata”.
Como ciudadano elaboró una fundada y consistente iniciativa para que en 1993 el Congreso de Alcaldes de Chumbivilcas reconozca a su pueblo y le otorgue la mención y título justo “Livitaca: Capital Folklórica y Turística de Chumbivilcas” Cuando le tocó ejercer el cargo de Alcalde Distrital de Livitaca eran tiempos extremadamente diferentes donde las municipalidades tenían competencias limitadas y no tenían transferencias de recursos económicos, dependía de la capacidad de gestión y la vocación de servicio. Entonces, lideró e implementó una política de fomento cultural y reconocimiento de Livitaca en la historia, así se consiguió la construcción del busto de Túpac Amaru II en la plaza Leguía de Livitaca, logró el reconocimiento como patrimonio y restauración del arco en el que fue colgado una pierna de Túpac Amaru II, convocó a prestigiosos historiadores para la profundización de estudios sobre la participación de Livitaca y Chumbivilcas en la revolución liderada por Túpac Amaru II y así fundamentar el reconocimiento como pueblo Túpac amaristas. También inicia la relación con el Instituto Nacional de Cultura INC para los estudios arqueológicos y puestas en valor de los vestigios como Mawk’a Livitaca, Ch’iñisiri y otros históricos de la época pre inca, inca y coloniales.
También fortalece el programa de aniversario distrital Livitaca y patronal religiosa a “San Sebastián” iniciándose la organización de la feria agropecuaria con juzgamiento y premiación de la ganaderìa y artesanía local.
Una cualidad que tiene es su vocación por fortalecer la identidad del Qorilazo, para ello acude a compartir de manera amena con las nuevas generaciones, jóvenes chumbivilcanos que, en espacios festivos, plazas y en la mínima oportunidad, comparten sus vivencias, las vivencias amenas y tensas que se daban entre las familias que ejercían poder, del pasado hacendario y de la intelectualidad local y regional. Su ímpetu por la investigación, la colección bibliográfica y de testimonios gráficos, fundamentan sus hallazgos de la historia social, económica, política, cultural, folklore y las relaciones de poder que se tenían en la vida republicana y contemporánea en Chumbivilcas. En ese marco tiene su libro Wakawaqra todavía en condición de inédito.
La década de los años 90 e inicios de los años 2000, participa activamente como expositor y/o como organizador de los recordados Congreso de Folklore Chumbivilcanos junto a jóvenes profesionales chumbivilcanos como Claudio Mendoza, Melquiades Valencia, Florentino y Víctor Layme, David Vera, Milton Barrionuevo, Nolberto Valencia, entre otros y docentes de Antropología como los doctores Demetrio Rocca, Jorge Flores, Aurelio Carmona, Abraham Valencia, David Ugarte, entre otros. La riqueza de los congresos es que se constituyeron en las actividades movilizadoras en los distritos anfitriones y la provincia en general, la profundidad de los debates y sus conclusiones señalaron el quehacer no sólo de cultura sino del desarrollo con identidad.
Su carácter multifacético lo muestra como deportista y futbolista. Integrante de aquella selección chumbivilcana de los años 50 a sólo 17 años compartió junto a Alberto “toco” Cuba, Felipe Góngora, Mario Boza, Hubert Ugarte, “qhasu” Ugarte, entre otros, en los clásicos disputados con selecciones de Espinar y Canchis que normalmente estaban reforzados por jugares de Arequipa y extranjeros de trabajaban en la fábrica Marangani (arquero Favarato) y en Enafer Perú (delantero Lewis). En la liga del Cusco, integró el equipo Sport San Blas compartiendo con Figueroa y Gonzales.
Y, como dice el Profesor Eusebio Villena Casto, director del Conjunto “Pancho Gómez Negrón”: “Fernán Molina Boza, tus composiciones serán eternos himnos de nuestra amada Chumbivilcas”
HASTA SIEMPRE PROFESOR FERNÁN MOLINA BOZA
Fuente. Tribuna del Pueblo