24/04/2022
El sistema esclavista nos conlleva a hablar de cimarronaje, revueltas y escape como sus contrapartes clásicas, pero también es importante a prestar atención la cotidianidad diaria y otras formas simbólicas de resistencia de parte de la población esclavizada. Aunque en muchos momentos obedecían, también podrían optar por la holgazanería ante las órdenes del amo o los capataces. También, las mujeres decidirían abortar y así se evitaría la reproducción biológica del orden. En momentos, incluso, optarían por el uso de la “brujería” contra sus opresores.
Adicionalmente a estas formas, hubo una medida extrema que podía ser individual o grupal: el suicidio. Esta extrema fatalidad fue recurrente. Por ejemplo, para el gran historiador Moreno Fraginails, los angoleños en Cuba eran muy conocidos por practicar el suicidio grupal y durante el siglo XVIII ya autoridades, como Bernardo de Urrutia, decían que eran poco dóciles y se les acusa de practicar el suicidio.
A pesar de la distancia temporal, en 1972 el antropólogo y musicólogo cubano Rogelio Martinez Furé entrevistó a un negro, conocido como “conguito” de 95 años, natural de Santa Rita, Bolonrón. Este anciano relato que los angolas eran muy rebeldes al cautiverio y se empedraban con mucha facilidad.
😥😥 “Y que una noche cansados ya de tanto cuero, danzaron y cantaron, subiendo hasta lo más alto de la loma. Después vino la tormenta y no se volvió a saber más de ellos, porque se fueron volando a África”.
Este relato muestra las formas de resistencia en un primer momento eran la danza y el canto, pero estas eran el preámbulo a lo que sería el suicidio colectivo. Así, como la narración del anciano conguito se aprecian relatos similares. Esto nos reafirma que el suicidio fue una de las formas más extremas y a la vez más dignas de resistencia de estas personas. No hay otra forma más extrema en contra de la explotación que el suicidio.
Fuentes:
- Martinez Furé, Rogelio. Diálogo imaginario sobre Folklore 1973
- Moreno Fraginais, Manuel. El ingenio. 3 volúmenes. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1978. | La historia como arma y otros estudios sobre esclavos. Editorial Crítca. Barcelona. 1979
Imagen referencial:
M. Chambon, Le commerce de l’Amerique par Marseille (Avignon,1764), vol. 2, plate 11, facing 400 (in Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora; courtesy of John Carter Brown Library at Brown University)
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Juan Antonio Lan
FLACSO-Ecuador
El sistema esclavista nos conlleva a hablar de cimarronaje, revueltas y escape como sus contrapartes clásicas, pero también es importante a prestar atención a la cotidianidad diaria y otras formas simbólicas de resistencia de parte de la población esclavizada. Aunque en muchos momentos obedecían, también podrían optar por la holgazanería ante las órdenes del amo o los capataces. También, las mujeres decidirían abortar y así se evitaría la reproducción biológica del orden. En momentos, incluso, optarían por el uso de la “brujería” contra sus opresores.
Adicionalmente a estas formas, hubo una medida extrema que podía ser individual o grupal: el suicidio. Esta extrema fatalidad fue recurrente. Por ejemplo, para el gran historiador Moreno Fraginails, los angoleños en Cuba eran muy conocidos por practicar el suicidio grupal y durante el siglo XVIII ya autoridades, como Bernardo de Urrutia, decían que eran poco dóciles y se les acusa de practicar el suicidio.
A pesar de la distancia temporal, en 1972 el antropólogo y musicólogo cubano Rogelio Martinez Furé entrevistó a un negro, conocido como “conguito” de 95 años, natural de Santa Rita, Bolonrón. Este anciano relato que los angolas eran muy rebeldes al cautiverio y se empedraban con mucha facilidad.
😥😥 “Y que una noche cansados ya de tanto cuero, danzaron y cantaron, subiendo hasta lo más alto de la loma. Después vino la tormenta y no se volvió a saber más de ellos, porque se fueron volando a África”.
Este relato muestra las formas de resistencia en un primer momento eran la danza y el canto, pero estas eran el preámbulo a lo que sería el suicidio colectivo. Así, como la narración del anciano conguito se aprecian relatos similares. Esto nos reafirma que el suicidio fue una de las formas más extremas y a la vez más dignas de resistencia de estas personas. No hay otra forma más extrema en contra de la explotación que el suicidio.
Fuentes:
- Martinez Furé, Rogelio. Diálogo imaginario sobre Folklore 1973
- Moreno Fraginais, Manuel. El ingenio. 3 volúmenes. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 1978. | La historia como arma y otros estudios sobre esclavos. Editorial Crítca. Barcelona. 1979
Imagen referencial:
M. Chambon, Le commerce de l’Amerique par Marseille (Avignon,1764), vol. 2, plate 11, facing 400 (in Slavery Images: A Visual Record of the African Slave Trade and Slave Life in the Early African Diaspora; courtesy of John Carter Brown Library at Brown University)
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Juan Antonio Lan
FLACSO-Ecuador