Barrio Paranormal

Barrio Paranormal Podcasts dedicados a compartir historias urbanas, leyendas, que nace de la misma sociedad moderna y antigua, con el fin de entretener y entender sus orígenes

EL PUENTE DEL DIABLOEn las sombras de la historia arequipeña, se susurra el relato del Puente del Diablo, una estructura...
25/03/2024

EL PUENTE DEL DIABLO
En las sombras de la historia arequipeña, se susurra el relato del Puente del Diablo, una estructura que se alza majestuosa al final de la avenida Ejército, en la frontera con Cerro Colorado. Antaño, este puente era conocido por un nombre más siniestro, uno que los ancianos de la ciudad aún recuerdan y temen: “El puente del diablo”.

La leyenda comienza en una picantería escondida en las laderas de Cerro Colorado, famosa por ser la joya culinaria de la Ciudad Blanca. Su dueña, en busca de encanto y belleza para atraer a los comensales, contrató a una joven en la flor de la primavera. La muchacha, con su gracia y dulzura, no solo atrajo a los clientes sino también el afecto de la dueña, quien la acogió como si fuera su propia hija.

Con el tiempo, el corazón de la joven se enredó en un romance con un apuesto ranchero local. De su amor furtivo nació una criatura, un secreto que la dueña recibió con furia y desdén. En un acto de desesperación, convenció a la joven para que se deshiciera del fruto de su amor prohibido.

Bajo la penumbra de la noche, el destino del niño fue sellado y su cuerpo sin vida fue abandonado bajo el puente aún sin nombre.

Los años pasaron y la joven, marcada por el remordimiento, caminaba sobre aquel puente cuando un llanto desgarrador rompió el silencio. “¿Qué clase de madre abandona a su hijo en un lugar tan peligroso?”, pensó, mientras descendía resuelta a salvar al infante. Al envolver al niño en su manta, los llantos se transformaron en gruñidos aterradores. Al descubrir el rostro de la criatura, la joven se encontró con la mirada ardiente del mismísimo demonio, quien la atacó con furia, dejando su espalda marcada por las garras del mal.

La joven, herida y aterrorizada, buscó ayuda hasta que finalmente fue atendida, pero su historia nunca fue creída.

Desde aquel día, el puente lleva el nombre de “El puente del Diablo”, un recordatorio eterno de la oscura leyenda que lo envuelve, aunque ahora se le conozca como el puente “Juan Pablo II”.

Descubre la leyenda que protege los secretos más oscuros de la Amazonía. 🌿👣 ¿Te atreverías a encontrarte con el guardián...
25/03/2024

Descubre la leyenda que protege los secretos más oscuros de la Amazonía. 🌿👣 ¿Te atreverías a encontrarte con el guardián de la selva? Explora con nosotros el misterio del chullachaqui en nuestro último carrusel. Sumérgete en una historia donde la leyenda y la naturaleza se entrelazan de maneras inesperadas.

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25/03/2024

Atención, apasionados del misterio y lo paranormal! 🌌✨ Tenemos algo especial para ustedes. Sumérjanse en la enigmática leyenda del Chullachaqui, presentada en una versión narrativa única que los mantendrá al borde de sus asientos. 🚀👻 No se pierdan esta experiencia inolvidable, exclusiva de nuestro canal de YouTube. Hagan clic en el enlace, sientan la escalofría y ¡descubran los secretos que aguardan! ▶️ https://youtu.be/8XjKGZnMw0M

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LO QUE ACECHABA EN LA OSCURIDADEn las sombras de la noche, en un pequeño pueblo rodeado de vastos campos de maíz, comenz...
18/03/2024

LO QUE ACECHABA EN LA OSCURIDAD
En las sombras de la noche, en un pequeño pueblo rodeado de vastos campos de maíz, comenzaron a susurrarse historias sobre una presencia inquietante. La casa, desprovista de puertas y ventanas, se erguía solitaria en un terreno alejado de Sabandía, en Arequipa, Perú. Un hombre de 30 años había llegado allí con la tarea de pintarla, pero cada noche se convertía en el escenario de un encuentro sobrenatural. Algo desconocido, lo observaba desde las sombras, y su mirada penetrante le provocaba un dolor agudo en la frente, como si intentara comunicarse o influir en su mente. Los perros, sus únicos compañeros, percibían la presencia maligna y respondían con ladridos furiosos, pero la criatura permanecía inmutable, su figura apenas delineada por la luz de la luna. El hombre, armado solo con su valor y un palo de madera, se aventuró noche tras noche en las plantaciones de maíz, buscando confrontar a la entidad que perturbaba su paz. El vigilante del terreno, ajeno a estos encuentros nocturnos, no creyó la historia del hombre cuando este le confesó lo ocurrido. Los lugareños, por su parte, conocían bien la leyenda de la criatura que acechaba en la noche, pero guardaban silencio, quizás por miedo o por respeto a las antiguas historias que susurraban sobre seres de otros mundos. La tensión entre el hombre y la criatura creció hasta culminar en una noche en que, impulsado por la desesperación y la ira, el hombre lanzó una piedra hacia la sombra que lo atormentaba. La criatura, de piel grisácea, ojos negros, alto y delgado, desapareció, dejando tras de sí un misterio sin resolver y un hombre marcado por la experiencia, cuya mirada ya nunca sería la misma. La noche en que el hombre enfrentó a la criatura, un detalle se reveló ante sus ojos. Al lanzar la piedra, la criatura no solo desapareció en la oscuridad, sino que, con una agilidad y fuerza sobrenatural, trepó con una sola mano un muro de dos metros y medio de altura.
Esta hazaña dejó al hombre estupefacto, cuestionando las leyes de la naturaleza que él conocía. La imagen de la criatura escalando el muro con tal facilidad se grabó en su memoria, convirtiéndose en una anécdota que rara vez compartía, pero que nunca olvidaba. Era un recordatorio constante de que había cosas en este mundo que desafiaban la explicación, y que en los campos de maíz de Sabandía, había presenciado algo verdaderamente extraordinario. Aunque la criatura ya no se mostraba, el hombre sabía que los ojos que lo habían observado cada noche seguían presentes, ocultos en la oscuridad, vigilándolo desde un lugar donde ni la luz de su linterna ni el coraje de sus perros podían alcanzar. Y así, la casa sin puertas ni ventanas se mantuvo en pie, un monumento silencioso a los secretos que la noche esconde en los campos de maíz de Sabandía.
Autor: Paul

18/03/2024

Buenas dias, comunidad. Quería informarles que Youtube será reactivado para aquellos que prefieren escuchar nuestras narraciones. Hoy compartiremos ‘El Tunche’. 👇
https://youtu.be/xpexvDcQHSo

TUNCHE (Cuento Amazónico)En medio de la noche oscura y bulliciosa de la selva, un hombre preocupado estaba regresando a ...
04/03/2024

TUNCHE (Cuento Amazónico)

En medio de la noche oscura y bulliciosa de la selva, un hombre preocupado estaba regresando a su casa después de una jornada dura de trabajo, recorriendo los agrestes e intrincados caminos que se presentaban y hacían más tortuoso su viaje.

Es en ese trajín, que él llega a unas chacras que terminaban al pie de unos árboles, y viendo que todavía le faltaba un tramo más por recorrer, empezó a distraerse adivinando los diferentes sonidos de aves y otros animales que provenían de los alrededores. Al mismo tiempo, observaba el cielo nocturno despejado, que en su centro tenía una enorme luna llena que iluminaba tenuemente todo el paisaje.

Es por este espectáculo que su angustia parecía crecer más, debido a que el astro al estar al centro del firmamento, hacía suponer que ya estaba cerca a la media noche, por lo tanto, en su hogar su familia estaría sosegándose cada vez mas al sentir su ausencia.

Es por esa idea que acelero su marcha, mientras tanto en el horizonte, empezaron a aparecer unas nubes que poco a poco se acercaban a la luna, comenzando a cubrirla, provocando que el brillo tenue que le mostraba el camino se hiciera cada vez más oscuro, hasta que lo único iluminado fueron los faroles de las casas que se veían en la lejanía.

De repente, mientras estaba cerca del lugar donde se encontraba su hogar, se percató de algo, que el sitio donde transitaba estaba sumido en un silencio único, pues no se escuchaba los sonidos de las aves nocturnas cantar, ni de los perros ladrar, ni de las ramas de los árboles que se movían con el viento, era como si la vida hubiera desaparecido de la zona.

Entonces, una brisa tibia de viento paso, y trajo un sonido de silbido de una larga duración, pero con una entonación muy melancólica, como si alguien estuviera tocando la nota triste de una canción mediante una flauta. El hombre se detuvo y sintió un mal presentimiento, pues este era el único sonido que escuchaba en medio de la naturaleza, y pudo detectar que provenía de entre los arboles que estaban al margen del sendero que caminaba.

Es en ese instante, que de pronto el camino empezó a iluminarse, pues las nubes que ocultaban la luna se desplazaron, y la luz de este astro empezó a aclarar débilmente todo el lugar, es así, que de manera inmediata los sonidos de los árboles y de los animales propios de la selva regresaron, causando una sensación de estupefacción en el hombre.

No pensando más en aquel fenómeno que lo dejo anonadado, intento seguir su camino, pues el trayecto que le faltaba para llegar a su casa ya era poco, pero de nuevo, de entre todos los sonidos que volvía escuchar, empezó a percibir el mismo silbido, pero esta vez era de una nota más grave, con una entonación más lastimera, que se confundía con el sonido del viento que provenía de los árboles.

El hombre se volvió a turbar de nuevo, a la vez que se llenó de curiosidad, y asomándose entre los árboles de donde provenía aquel singular sonido, con ayuda de la débil luz que emitía la luna, pudo observar claramente como una sombra se alzaba desde el suelo de la floresta, y empezaba a deambular entre los troncos, con unos movimientos erráticos, pareciendo que no tenía una dirección a la que ir, de pronto, la sombra se detuvo y emitió el silbido lastimero que ahora parecía más un llanto desconsolado, una especie de quejido que solo personas que han pasado por experiencias desoladoras pueden imaginar. El hombre no pudo sopórtalo más, y atino a correr alejándose del sitio en dirección a su casa que estaba a pocos metros.

Ya en su hogar, entro estrepitosamente en el cuarto donde estaba su familia, y despertándolos los obligo a cerrar sus ventanas y puertas, su mujer algo confusa lo calmo y le pregunto sobre lo que le había ocurrido, este tartamudeando le contó lo que había visto, desde el ambiente sin sonido y el silbido melancólico, hasta la sombra que vio en los árboles.

Ella escucho cada palabra del apesadumbrado hombre, luego lo sentó en la mesa y le comento que lo que había visto y escuchado era un Tunche, un espectro de alguien que en vida fue una persona de malas acciones, producto del cual había mu**to y había sido condenado por dios a recorrer los sitios que en vida piso una y otra vez, hasta arrepentirse de sus pecados, llorando desconsoladamente maldiciendo su suerte, quejido que a lo lejos se parece a un silbido melancólico.

El hombre algo mas tranquilo, abrazo a su mujer y ella lo llevo a dormir, esa misma mañana, el les comunico a todos que desde ahora saldría más temprano a trabajar, pues quería regresar antes que la noche lo atrape, y así, evitar encontrarse con aquel espectro y otros seres que al amparo de la oscuridad aprovechan en salir, y hacer de las suyas a los incautos que tienen la mala fortuna de verlos o escucharlos, pues como dicen, las desventuras solo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos y solo uno mismo puede evitarlas.

FIN

CHULLACHAQUI (Relato)Recién entraba la tarde en medio de la selva amazónica, y todavía no he conseguido cazar nada, una ...
14/02/2024

CHULLACHAQUI (Relato)

Recién entraba la tarde en medio de la selva amazónica, y todavía no he conseguido cazar nada, una sensación preocupante embargaba mi pensamiento, acaso debía regresar a mi hogar sin ningún alimento que llevar a la boca de mis hijos, yo que les había prometido un festín a mi regreso.

Durante la mañana no pude atrapar a ningún animal, pues si bien había varios rastros, estos partían en diferentes direcciones y no sabía cuál seguir, no conseguí más que ver a monos juguetones en los árboles, a los cuales en un acto de frustración disparé con mi escopeta, pero no di a ninguno. Esto me hizo sentir muy abatido, pero el recuerdo de mi promesa me dio las fuerzas para no rendirme, y con la mente fija en mi objetivo, me adentre más y más en medio de los árboles, hasta que la espesura de la floresta era tal, que los rayos del sol apenas podían tocar el suelo.

Es entonces, que encontré un claro selvático, en el cual había un pequeño charco, iluminado por la luz tenue de la tarde, que al contacto con aquel cuerpo de agua, irradiaba de diferentes colores todos los árboles que al contorno estaban, esto hizo que me quedara extasiado, yo no sabía que tan maravilloso sitio pudiera estar oculto en el amazonas, y a la vez me atemoricé, pues no sabía que tan profundo en la selva había penetrado.

De repente, mientras mis pensamientos estaban perdidos entre el asombro y el temor, una manada de jabalíes ingreso por un contorno a aquel sitio, esto me hizo recapacitar, pues había logrado hallar una presa al fin, rápidamente recargue mi arma, apunte y dispare, logrando dar muerte a uno de ellos, ocasionando que la manada se dispersara.

Dejando mi posición, me acerque al cuerpo y con la ayuda de unos sacos sujete bien al jabalí, atándolo a mi espalda como si fuera una mochila, pero mientras realizaba todo esto, una sensación de culpa aguda me invadió, pues aquel hermoso claro selvático lo había manchado de muerte, empecé a cuestionar si obre bien, pero a la vez el recuerdo del hambre que pasaba mi familia, hacia que me repusiera de esos sentimientos.

Inmediatamente partí de regreso, la tarde estaba pasando, y empezaban a verse los rayos de luz anaranjados propios de la penumbra, además, yo no quería que la noche me alcanzara en medio de la selva, pues como todo cazador, sabia de los tantos peligros a los que uno está expuesto, recordando también algunas historias de partidas de hombres que nunca más regresaron, porque los alcanzo la oscuridad en el monte.

En aquel instante, mientras recorría rápidamente los enmarañados caminos selváticos, empecé a escuchar sonidos extraños que se sentían lejanos, pero a la vez bien claros, no eran de un animal que yo conociese, además tenían ritmo, parecían como si tocaran un tambor. Esto me confundió, me detuve por un momento y me cuestione, ¿Quién podría tocar un tambor en la tarde y en esa parte profunda del amazonas?, pensé que posiblemente fuera un loco o una tribu salvaje no contactada.

No dándole más importancia, seguí mi ruta de regreso, cuando de repente, escuche claramente una voz que me dijo - ¡papá¡. Esto me detuvo en seco, mire por todos lados y no había nadie, entonces volví a escuchar - ¡papi¡, mire atrás mío y había un niño, era mi hijo, me quede muy sorprendido, y le grite - ¡qué haces acá¡, ¿por qué viniste a buscarme?, entonces, mi hijo empezó a correr adentrándose en los árboles, yo instintivamente lo seguí, mientras le exclamaba - ¡espera¡, de pronto, el jabalí que llevaba se desajusto de mi espalda y se cayó al suelo.

Me detuve y me agaché para recoger al animal, en ese momento vi a mi hijo parado a unos metros de mí, y me volvió a decir - ¡papá¡, como estaba encogido pude verlo desde abajo hacia arriba y me llené de un espanto indescriptible, pues al verle detenidamente sus pies, pude darme cuenta que la pierna izquierda terminaba en pezuñas. Rápidamente me erguí y lleno de pavor, abandonando la presa y mi escopeta, corrí en dirección contraria escapando de aquel ser, que no era mi hijo, se había disfrazado de él, para que fines, no lo se.

Mientras corría la noche me atrapo, deprisa saque mi linterna que gracias a dios no la había dejado, y con la tenue luz que era a veces tragada por las sombras de los árboles, logre encontrar el sendero de regreso hacia donde estaba mi hogar, entonces, empecé a escuchar unos sonidos de tambor, que tocaban a un ritmo frenético, me di cuenta que esa cosa estaba cazándome, intente no perder la calma y aferrándome al recuerdo de mi familia, logre concentrarme y correr como nunca lo había hecho.

Ya muy fatigado, a lo lejos pude ver luces de alumbrado público, entonces, una sensación de esperanza me lleno, al mismo tiempo me di cuenta que los sonidos del tambor habían cesado. Al final, logre dejar la selva y llegar a una aldea, y con lo último de mis fuerzas me derrumbe en la puerta de una casa.

En la mañana recobre el conocimiento y estaba en la cama de una posta médica, intempestivamente entro mi familia y mis padres, y comenzaron a llorar y abrazarme, yo intente calmarlos, pues les decía que solo me había extraviado una sola tarde, entonces, ellos me dijeron que había estado perdido toda una semana, y que habían denunciado mi desaparición. Me quedé perplejo, todo lo que para mí había ocurrido en una tarde, había sido una semana completa, me trajeron un espejo y pude ver lo muy delgado que estaba.

Esa noche les conté todo lo que me había ocurrido, desde el descubrimiento de aquel lugar hermoso en medio de la selva, hasta la experiencia con aquella entidad que se disfrazó de mi hijo. De repente, mi padre me miro seriamente y comento, que esa entidad tiene varios nombres, pero es más conocida por estos lares como Chullachaqui, y que yo, era uno de los pocos afortunados que habían sobrevivido, además, agrego que ya me había encantado desde que vi aquel lugar en la floresta y mate al jabalí, porque ese ente es como un guardián del bosque amazonico, eliminando forasteros que para él son una amenaza.

Desde esa fecha he tenido más cautela a la hora de adentrarme en el monte, ya no voy solo y cada vez que lo hago por un motivo de fuerza mayor, rezo a dios para que me cuide, también me he vuelto una persona más respetuosa y prudente, pues no quiero volver a pasar lo mismo, no quiero ser víctima de los tantos misterios que rodean al amazonas, no quiero ser una historia que cuentan los abuelos, como advertencia a aquellos que todavía subestiman a la naturaleza.

Fin

EL INCIDENTE DEL PASO DYATLOVEn un invierno crudo del 27 de enero de 1959, en Rusia, 9 jóvenes entre 21 a 25 años, quien...
11/02/2024

EL INCIDENTE DEL PASO DYATLOV

En un invierno crudo del 27 de enero de 1959, en Rusia, 9 jóvenes entre 21 a 25 años, quienes contaban con la debida experiencia en montañismo, junto a su guía Igor Dyatlov de 37 años, decidieron incursionar en una aventura en los montes Urales sin saber que nunca regresarían, encontrándolos tiempo después a todos mu**tos de una manera tan extraña, que hasta el día de hoy no se ha podido explicar, dejando a criminalistas y demás expertos con la pregunta de, ¿Que ha sucedido en realidad?.

Todo esto comienza cuando el grupo de diez estudiantes rusos, ocho hombres y dos mujeres, pertenecientes al Instituto Politécnico de los Urales, parten en una expedición de 14 días acompañados de su guía Igor Dyatlov, un hombre que contaba con 23 años de experiencia en el montañismo y alpinismo. El objetivo del grupo era simple, consistía en practicar esquí cerca de las laderas de la montaña Gora Otorten, ubicada en la parte noroccidental de los montes Urales.

Según los testigos, la expedición parte el 25 de enero hacia el pueblo de Vizhai, ultima aldea del norte previo a los montes Urales, es en ese sitio que se abastecen de alimentos y otros enceres necesarios para el viaje, después, el día 27 de enero comienzan a recorrer el sendero hacia la montaña. Entonces, al día siguiente el único sobreviviente Yuri Yudin, abandona el grupo debido a una fuerte lesión en la espalda que le impide seguir, regresando al pueblo y dejando atrás al grupo, que ahora solo constaba de 9 personas y el guía Dyatlov.

Es a partir de este punto que empieza el misterio, debido a que hasta el 12 de febrero no había noticias del grupo, ni en el pueblo ni en el campamento en medio de los montes, sitio al que tenían que llegar. En un primer momento se pensó que estaban retrasados, como suele ocurrir a este tipo de expediciones, pero cuando se esperó hasta el 20 de febrero y no se tuvo noticias, comenzaron las labores de búsqueda y rescate.

Entonces, con ayuda del ejército y voluntarios del Instituto Politécnico, empezaron a investigar todo el camino hacia la montaña Gora Otorten, logrando hallar para el día 23 de febrero en un monte contiguo, el campamento abandonado de los desaparecidos, este se encontraba muy dañado, especialmente la tienda, que tenía cortes pequeños y grandes, situación que dio a entender que había sucedido algo siniestro con la expedición.

En seguida, los miembros del grupo de búsqueda comenzaron a investigar el campamento, logrando detectar huellas que se adentraban en el bosque y siguiéndolas, encontraron restos de una hoguera junto a los 2 primeros cadáveres, estos pertenecían a varones, estaban descalzos, vestidos solo con su ropa interior y tumbados boca arriba, tenían sus brazos y piernas magullados.

Con este hallazgo, todo el ambiente del equipo encargado de rescatar a los desaparecidos, paso de optimista a lúgubre, ya no esperarían encontrarlos vivos. Ese mismo día, entre el trayecto del campamento hasta el sitio donde hallaron los restos de las brasas, encontraron 5 cadáveres más, pertenecientes a 4 hombres y 1 mujer, entre estos restos, estaba Igor Diátlov, el más experimentado del grupo, su cuerpo se encontraba tendido de espaldas, con ambos brazos sobre el pecho sujetando una rama de árbol, que al parecer lo había usado como defensa.

Respecto al resto de la expedición, no se hallo esa misma semana, tuvieron que pasar mas de 2 meses, para localizar los 3 cadáveres restantes alejados medio kilómetro del campamento, estos cuerpos eran de 2 hombres y 1 mujer. Esta parte del grupo, al parecer había intentado huir del destino de sus compañeros , pero al final habrían perecido también.

Con la culminación de la operación de rescate, ahora seguía la investigación fiscal, pues había muchas preguntas que resolver, como ¿Por qué su campamento estaba abandonado y destruido?, ¿Por qué algunos de los cadáveres hallados en el interior del bosque, estaban con poca ropa en pleno invierno?, ¿Porque una parte del grupo se separo del resto y huyo, para morir de igual manera?, ¿Por qué la mayoría de cadáveres tenían lesiones en los brazos y piernas, como si hubiesen luchado?, etc.

Estas y otras preguntas se empezaron a formular, pero cuando se dieron a conocer los resultados de las autopsias practicadas a los cadáveres, todo se volvió aun mas complejo de resolver, pues en este último estudio, arrojo que se habían encontrado lesiones tan graves, como fracturas considerables en la cabeza y costillas rotas, ocasionadas por una fuerza contundente, lesiones en manos y brazos, producto de acciones de defensa personal, y la falta de globos oculares y lengua en algunos cuerpos, especificando que habían sido extraídos por una fuerza exterior que no utilizo un objeto filoso, sino solo los arranco.

Todo había dado un vuelco, pues si bien al comienzo se pensó que habían perecido por la inclemencia climática de los montes Urales, ahora se sabía que la mayoría de ellos habían sido asesinados y de la manera más cruel. La KGB, el servicio de inteligencia ruso de esa época, comenzó a entrevistar a todos los testigos que habían tenido contacto o habían visto a la expedición, en las localidades de Ekaterinburgo y pueblo de Vizhai.

Estas entrevistas y detenciones no arrojaron indicios nuevos que ayudaran a resolver el caso, es entonces, que la KGB fue informada que el grupo había tenido contacto con el pueblo indígena de los Mansi, que habitan esa zona de los montes Urales. Con esa información los agentes llegaron a la aldea y realizaron una pesquisa muy exhaustiva, pero también no hubo resultados, pues si bien los Mansi los habían visto y hablado con ellos, estos no los habían seguido, pues para ellos la montaña Gora Otorten a donde se dirigía la expedición, es un sitio peligroso que no frecuentan, pues en su lengua significa “No vallas ahí”.

Sin ninguna pista que seguir y viendo que el caso se volvía más polémico, la fiscalía de la zona decidió cerrar este macabro hecho, con la premisa que habían sido victimas de una fuerza externa muy violenta y desconocida.

Años después, con la caída de la Unión Soviética se lograron desclasificar más datos, primero, que la ropa de uno de los cadáveres tenía rastros de radiación, segundo, que habían mas de 100 fotos encontradas en las cámaras que llevaban las víctimas, de entre las cuales una llamaba la atención, era la fotografía que mostraba extrañas luces en el firmamento al pie de la montaña Gora Otorten, tercero, durante el velorio realizado a los cuerpos de las víctimas, los familiares denunciaron que la piel de los cadáveres tenían un extraño tono marrón.

Y el dato más misterioso, que detallaba los interrogatorios a los que fueron sujetos los miembros del pueblo Mansi, dentro de los cuales, destaca el testimonio de una mujer Mansi, que asegura haber advertido a la expedición, sobre los extraños sucesos que estaban ocurriendo en la montaña Gora Otorten, pues les advirtió que al parecer un “Menk” (gigante) estaba merodeando la zona, debido a que habían escuchado sonidos extraños en el bosque, y los cazadores de la tribu estaban encontrando ciervos mu**tos con las lenguas arrancadas, por lo cual ella les había recomendado no partir todavía, terminando su relato diciendo que el grupo la ignoro y los vio seguir su marcha.

Con toda esta información, se han sacado innumerables postulados que tratan de explicar las causas de la muerte del grupo, desde avistamientos extraterrestres, hasta experimentos militares soviéticos. El gobierno ruso, en un intento de acabar con este controvertido caso, lo reabrio en el año 2019, concluyendo que los excursionistas habían mu**to por una avalancha de nieve, veredicto que no satisfizo las dudas de todos, pues quedaban muchos cabos sueltos por resolver, como las lesiones contundentes que presentaban los cuerpos y la radiación hallada en la ropa de una de las víctimas.

Al parecer, nunca sabremos que le ocurrió a la expedición entre el 27 de enero y 20 de febrero de 1959, cual habrá sido la causa de tan infeliz desenlace, volviendo este caso un echo enigmático, a la vez que seguirá despertando la incertidumbre en las personas, que tienen la curiosidad de conocer más sobre los misterios que conforman nuestro mundo.

En la actualidad, el sitio donde ocurrieron estos eventos lleva el nombre de “paso Dyatlov”, en conmemoración a Igor Dyatlov, que era el guía de la expedición que pereció en tan extraño evento.

LA LEYENDA DEL PUEBLO DE LOS UROS La meseta del Collao, es un área geográfica en Sudamérica, conocida por estar a una al...
08/02/2024

LA LEYENDA DEL PUEBLO DE LOS UROS

La meseta del Collao, es un área geográfica en Sudamérica, conocida por estar a una altura superior a los 3800 msnm, este sitio es un lugar reconocido por tener entre sus atractivos naturales, al lago navegable mas alto del mundo, el lago Titicaca.

En este espejo de agua, han ocurrido un crisol de eventos, pues alrededor de este, se han formado comunidades que hasta la fecha viven y se han acoplado al ritmo de vida moderno, a excepción de los Uros, que son un pueblo que todavía vive como lo hacían sus ancestros, sobre islas flotantes en el Titicaca.

Esta comunidad es considerada la más antigua del altiplano, pues no son aimaras, ni quechuas, incluso según estudios que han realizado tratando de identificar su grupo genético, ha detectado que el ADN de los Uros, es similar al de otras poblaciones en la Polinesia (Oceania), al otro lado del mundo.

Es decir, que este grupo humano podrían ser los descendientes directos de las primeras poblaciones que migraron y poblaron el continente americano, hace 16 000 años, siendo un echo sorprendente, pues en Sudamérica, los pueblos se han mezclado producto de los diferentes hechos históricos que han acaecido, siendo muy pocas las comunidades que se han mantenido puras genéticamente.

Según los pobladores Uros, ellos son más antiguos todavía, pues cuentan que sus ancestros provienen de las Chullpas o Gentiles, que eran los primeros humanos que pisaron la tierra cuando solo había una noche perpetua, y la poca luz que había, solo se conocía por la luna y las estrellas.

En ese tiempo, dicen que los Chullpas habían dominado el arte de la pesca y caza nocturna, comentan que sabían leer el camino de las estrellas porque era lo único que brillaba, hasta que cierta ocasión, los Chullpas escucharon el rumor de una luz fuerte que iba aparecer, era el sol, según su leyenda, muchos Chullpas no creyeron ese rumor y siguieron sus vidas nocturnas de manera normal, pero otros decidieron esconderse en las aguas del lago, y cuando salio el astro, quemo a todos los Chullpas que no se habían ocultado, y los sobrevivientes son los ancestros de su pueblo.

Estos mitos y su destacada antigüedad, no es lo único que los caracteriza como etnia, sino también, el manejo maestro que le han dado a los recursos de la naturaleza, especialmente a la totora, planta abundante del lago Titicaca, de la cual construyen sus casas, herramientas, utensilios y las famosas islas, estructura por la cual son más conocidos.

Estas islas artificiales, son una tecnología muy única y autentica, pues hace siglos este pueblo utilizo la propiedad de flotabilidad de la totora, para construir islotes como barcos, que navegan sobre el lago, que es su principal medio de vida, ya que les provee de la pesca y caza, además, de mantenerlos seguros de las costas, debido a diferentes cambios sociales que ha atravesado la zona.

Por lo tanto, la leyenda de este pueblo radica en su originalidad, respecto a su antigüedad, su forma de vida, su mitología y su resistencia al cambio, según las diferentes etapas históricas que han afrontado. Pues al veces las leyendas no solo destacan por despertar el misterio, sino también por informar sobre hechos curiosos que están alrededor nuestro, como la existencia de este increíble pueblo, de los Uros, que forma parte de este mundo ancho y todavía tan ajeno al hombre.

LOS ALMASTYS – EL HOMBRE SALVAJE DE ASIA CENTRAL  Los pueblos de la zona de Asia Central, cuentan historias sobre criatu...
06/02/2024

LOS ALMASTYS – EL HOMBRE SALVAJE DE ASIA CENTRAL

Los pueblos de la zona de Asia Central, cuentan historias sobre criaturas bípedas parecidas al humano, que viven salvajemente en las cuevas de las montañas, formando manadas y solo dejándose ver, cuando el hombre invade su habitad o la naturaleza castiga esas tierras con sequías, terremotos u otros fenómenos naturales.

Estos seres son conocidos como los Almastys o Almas, que entre las muchas lenguas que hay en esa región, significa “Hombre Salvaje o Brujo Demonio”. La gente de esos lares, los describe como hombres desnudos con un pelaje marrón rojizo, que cubre todo el cuerpo menos su cara oscura, con una estatura que va desde los 1.50 a 2 metros, de piernas cortas y unos brazos largos que alcanzan a sus rodillas y terminan en garras, con un rostro peculiar, pues narran que tienen la mandíbula muy sobresaliente, con una nariz chata que termina en una frente pronunciada.

Esta descripción tan detallada que le dan a este humanoide, se debe a que desde hace siglos los pueblos, reinos, imperios, kanatos y repúblicas que se han formado y destruido en esa región, vienen registrando estos avistamientos, relatando incluso casos de capturas a ejemplares vivos.

Estos encuentros específicamente se han dado en las zonas del Cáucaso, La cordillera del Pamir que va desde Turkmenistán hasta China, El desierto de Gobi en Mongolia, Las montañas de Tian Shan de China y Los montes Sayanes en Siberia – Rusia. Siendo los casos mas emblemáticos, los que describiremos a continuación.

• Entre los años 1077 a 1231 entre Persia y Asia Central, se desarrolló el Imperio Jorezmita, en cuyos annales describen que los pueblos que habitan al norte de su territorio, cerca a las montañas del Pamir, tienen contacto con una especie de monos rojos grandes y se comunican con ellos mediante el uso de gestos de mano e intercambio de bienes.

• En 1430 el soldado bávaro Hans Schildtberger, había pasado a servir en el ejército del conquistador Tamerlan en sus guerras por Asia Central, de cuyo viaje escribió un libro, dentro del cual narra que: "En las montañas de Tian Shan vive un pueblo salvaje, que no tiene nada en común con otros seres humanos, una piel cubre todo el cuerpo de estas criaturas. Sólo las manos y la cara están libres de pelo. Corren por las colinas como animales y comen follaje, hierba y cualquier otra cosa que puedan encontrar. El Señor del Territorio regalo al general mongol un par de personas del bosque, un hombre y una mujer (pareja de Almastys), junto con tres caballos indómitos de gran tamaño y todo tipo de otros animales que no se encuentran en tierras alemanas y que, por lo tanto, no puedo poner nombre".

• Entre el siglo XVI y finales del siglo XVIII, los Kanatos (reinos) sucesores de las conquistas de Genghis Khan en Asia Central, como el Imperio Safávida (antiguo Irán), narran en sus registros, que en las montañas de la cordillera del Pamir hasta el desierto de Gobi, hay encuentros con hombres salvajes cubiertos de pelo rojo oscuro, que habitan en cuevas y que son vistos frecuentemente por mercaderes que viajan a China en caravanas.

• En el año 1800 en la región de Abjasia cerca de las montañas del Cáucaso, se tiene escritos sobre la captura de una hembra Almasty, que posteriormente fue vendida a un noble local, en estos manuscritos se la describe de la siguiente manera: “Mide cerca a los 2 metros, tiene un cabello negro rojizo salvaje cubriendo a la mujer, cuenta con rasgos mongoloide y negroide, piel oscura, cuerpo ancho, manos y pies grandes y una frente inclinada, no conoce lenguaje y solo gruñe”. Según los relatos, los pobladores le pusieron de nombre Zanya o Zana y paso los 3 primeros años encerrada, por que tenia costumbres muy salvajes que con el tiempo fueron menguando, hasta que ya casi domesticada la liberaron, y como tenía una fuerza sobrehumana, le enseñaron a trabajar en el molino local, cargando sacos cuesta arriba que según dicen los llevaba con relativa facilidad; Zanya tuvo 6 hijos, que según cuentan fueron fruto de la interacción con los hombres del pueblo, de estos 6 los 2 primeros murieron, porque la hembra Almasty los bañaba con agua fría, para evitar esto los otros 4 hijos fueron arrebatados por las mujeres del lugar que los criaron, para luego crecer y ser aceptados como miembros normales de la comunidad, respecto a Zanya, se tiene registro que falleció en 1880, y fue enterrada en el cementerio local, pero su tumba se ha perdido en la actualidad.

• Nikolay Przewalski geógrafo y naturalista ruso en 1881, en sus viajes por Asia Central, diviso una especie de homínidos que en un comienzo los confundió con osos, pero observándolos mejor pudo ver que eran monos rojos caminando de 2 pies.

• En 1925, a finales de la guerra civil rusa, el General del ejército rojo Mikhail Stepanovich, estaba buscando restos del ejercito blanco por la cordillera del Pamir, cuando escucharon por propia boca de los pobladores, que en las montañas habitaban hombres bestias que les robaban la cosecha y el ganado, entonces, el general pensado que eran los enemigos que estaban buscando, mando a sus hombres a atacar estos sitios, despues de un tiempo cuando regreso la compañía, estos le contaron a Mikhail sobre el encuentro con criaturas primitivas, que los atacaron con palos y producto de la lucha habían conseguido matar a uno de ellos que quedo enterrado en la nieve. El general regreso al sitio con sus soldados y ordeno que desenterraran el cuerpo, observándolo lo describió de la siguiente manera: “El cuerpo pertenecía a un hombre de 1.65 a 1.75 metros de estatura, anciano a juzgar por el color grisáceo de su cabello en varios lugares. El pecho estaba cubierto de pelo castaño y el vientre de pelo grisáceo, el color de la cara era oscuro y no tenía barba ni bigote. La criatura mu**ta yacía con los ojos abiertos y los dientes al descubierto, sus pómulos prominentes se asemejaban al tipo de rostro mongol. La criatura tenía un pecho ancho muy poderoso y músculos bien desarrollados, no encontramos ninguna diferencia anatómica entre el, y un humano”. Luego abandonaron el cuerpo en el sitio y se marcharon.

• En 1941, en plena invasión de las potencias eje sobre Rusia, Los alemanes del 1 er y 17 avo ejercito panzer, logran alcanzar la cordillera del Cáucaso, chocando en feroces batallas con el ejército rojo del Frente Transcaucásico, es en esta situación, que el coronel del ejército rojo Vargen Karapetyan, es visitado por un grupo de partisanos que le llevan un prisionero muy singular, le comentan que fue capturado en las cumbres de las montañas y pensaban que era un espía alemán por el “traje” que llevaba puesto, Vargen al mirarlo, lo describe de la siguiente forma: “El hombre cautivo estaba desnudo, peludo y cubierto de piojos; obviamente no entendía el habla y parecía ser tonto, parpadeando a menudo; evidentemente tenía miedo”. Pensado también que era un disfraz, el coronel ordena a sus hombres que le saquen el pelo, pero al notar la sangre que le salía de la piel detuvo esta acción, porque ese supuesto disfraz de aquel “espía” no lo era. Sin querer involucrarse ni saber más, Vargen Karapetyan les dijo a los partisanos que hicieran lo que quisieran con el prisionero. Pocos días después se enteró de que el preso había escapado, pero según un informe posterior se supo que el hombre salvaje había sido ejecutado como desertor tras ser juzgado.

• En 1964, el antropólogo británico Myra Shackley recorría las montañas Altai en Siberia, cuando a lo lejos con ayuda de sus binoculares, mira una familia de simios bípedos que caminaban por la ladera del monte contiguo, el los describe como seres de un pelaje rojizo y negro, este espectáculo lo miro por unos minutos hasta que esas criaturas rodearon ese monte y se perdieron de vista, posteriormente el antropólogo llego a un pueblo de lugar y contó sobre su avistamiento a los aldeanos, y estos le contaron que esas criaturas son conocidas como los Almastys, además, agregaron que ya era muy poco común verlos, pues estaban extinguiéndose.

• El investigador ruso Alexei Sitnikov y su equipo de exploradores, reportaron un encuentro muy extraño que tuvo lugar en 1993, cuando se dirigían al lago Tonee ubicado en el lejano oriente de Rusia, en la taiga Primorskaya, ellos se encontraban cruzando un rio sobre una balsa, cuando en la otra orilla se percataron de un hombre que estaba cubierto de pieles rojizas, este ser al verlos, hizo un sonido fuerte de gruñido para luego perderse entre los matorrales, inmediatamente, Alexie junto a su grupo remaron y desembarcaron rápidamente en esa orilla y comenzaron la persecución, pero no lograron alcanzar al hombre bestia, el investigador ruso en sus memorias describe: “La criatura tenía unos dos metros de altura; su pelaje era de tono oscuro no muy espeso. Su cabeza tenía forma triangular. La criatura tenía ojos pequeños, fosas nasales anchas y un agujero en lugar de una boca. El cuello no era visible, y parecía que la cabeza estaba colocada sobre hombros anchos. Poseía un torso poderoso”. Sitnikov en un comienzo confundió al ser con el hombre de las nieves, y luego de haber reunido declaraciones de la población local, incluyendo testimonios de cazadores que habían tenido encuentros similares, llego a la conclusión que lo que había visto era un Almasty.

Siendo estos hechos, una posible prueba de la existencia de un homínido quizá pariente nuestro, que ha sobrevivido paralelamente al desarrollo del hombre moderno. En la actualidad existen diversas teorías que tratan de explicar su existencia, desde que son una población reliquia de Neandertales, hasta sugerencias que los catalogan como sobrevivientes de la primera especie humana llamada Homo erectus.

Pero algo que si debemos resaltar, es que con cada anécdota descrita hasta la actualidad, se puede notar que su presencia es cada vez menguante, pues en relatos antiguos se describe manadas de Almastys, y ahora en narraciones actuales solo se cuentan sobre individuos solitarios, dándonos a entender que están desapareciendo o ya desaparecieron.

Con el tiempo su existencia pasara a ser parte de los mitos y leyendas, que los pueblos del área de Asia Central cuentan, mitos y leyendas que son parte del lado misterioso de nuestro planeta, que el ser humano en su soberbia, al veces olvida que parten de un hecho real.

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