06/02/2024
LOS ALMASTYS – EL HOMBRE SALVAJE DE ASIA CENTRAL
Los pueblos de la zona de Asia Central, cuentan historias sobre criaturas bípedas parecidas al humano, que viven salvajemente en las cuevas de las montañas, formando manadas y solo dejándose ver, cuando el hombre invade su habitad o la naturaleza castiga esas tierras con sequías, terremotos u otros fenómenos naturales.
Estos seres son conocidos como los Almastys o Almas, que entre las muchas lenguas que hay en esa región, significa “Hombre Salvaje o Brujo Demonio”. La gente de esos lares, los describe como hombres desnudos con un pelaje marrón rojizo, que cubre todo el cuerpo menos su cara oscura, con una estatura que va desde los 1.50 a 2 metros, de piernas cortas y unos brazos largos que alcanzan a sus rodillas y terminan en garras, con un rostro peculiar, pues narran que tienen la mandíbula muy sobresaliente, con una nariz chata que termina en una frente pronunciada.
Esta descripción tan detallada que le dan a este humanoide, se debe a que desde hace siglos los pueblos, reinos, imperios, kanatos y repúblicas que se han formado y destruido en esa región, vienen registrando estos avistamientos, relatando incluso casos de capturas a ejemplares vivos.
Estos encuentros específicamente se han dado en las zonas del Cáucaso, La cordillera del Pamir que va desde Turkmenistán hasta China, El desierto de Gobi en Mongolia, Las montañas de Tian Shan de China y Los montes Sayanes en Siberia – Rusia. Siendo los casos mas emblemáticos, los que describiremos a continuación.
• Entre los años 1077 a 1231 entre Persia y Asia Central, se desarrolló el Imperio Jorezmita, en cuyos annales describen que los pueblos que habitan al norte de su territorio, cerca a las montañas del Pamir, tienen contacto con una especie de monos rojos grandes y se comunican con ellos mediante el uso de gestos de mano e intercambio de bienes.
• En 1430 el soldado bávaro Hans Schildtberger, había pasado a servir en el ejército del conquistador Tamerlan en sus guerras por Asia Central, de cuyo viaje escribió un libro, dentro del cual narra que: "En las montañas de Tian Shan vive un pueblo salvaje, que no tiene nada en común con otros seres humanos, una piel cubre todo el cuerpo de estas criaturas. Sólo las manos y la cara están libres de pelo. Corren por las colinas como animales y comen follaje, hierba y cualquier otra cosa que puedan encontrar. El Señor del Territorio regalo al general mongol un par de personas del bosque, un hombre y una mujer (pareja de Almastys), junto con tres caballos indómitos de gran tamaño y todo tipo de otros animales que no se encuentran en tierras alemanas y que, por lo tanto, no puedo poner nombre".
• Entre el siglo XVI y finales del siglo XVIII, los Kanatos (reinos) sucesores de las conquistas de Genghis Khan en Asia Central, como el Imperio Safávida (antiguo Irán), narran en sus registros, que en las montañas de la cordillera del Pamir hasta el desierto de Gobi, hay encuentros con hombres salvajes cubiertos de pelo rojo oscuro, que habitan en cuevas y que son vistos frecuentemente por mercaderes que viajan a China en caravanas.
• En el año 1800 en la región de Abjasia cerca de las montañas del Cáucaso, se tiene escritos sobre la captura de una hembra Almasty, que posteriormente fue vendida a un noble local, en estos manuscritos se la describe de la siguiente manera: “Mide cerca a los 2 metros, tiene un cabello negro rojizo salvaje cubriendo a la mujer, cuenta con rasgos mongoloide y negroide, piel oscura, cuerpo ancho, manos y pies grandes y una frente inclinada, no conoce lenguaje y solo gruñe”. Según los relatos, los pobladores le pusieron de nombre Zanya o Zana y paso los 3 primeros años encerrada, por que tenia costumbres muy salvajes que con el tiempo fueron menguando, hasta que ya casi domesticada la liberaron, y como tenía una fuerza sobrehumana, le enseñaron a trabajar en el molino local, cargando sacos cuesta arriba que según dicen los llevaba con relativa facilidad; Zanya tuvo 6 hijos, que según cuentan fueron fruto de la interacción con los hombres del pueblo, de estos 6 los 2 primeros murieron, porque la hembra Almasty los bañaba con agua fría, para evitar esto los otros 4 hijos fueron arrebatados por las mujeres del lugar que los criaron, para luego crecer y ser aceptados como miembros normales de la comunidad, respecto a Zanya, se tiene registro que falleció en 1880, y fue enterrada en el cementerio local, pero su tumba se ha perdido en la actualidad.
• Nikolay Przewalski geógrafo y naturalista ruso en 1881, en sus viajes por Asia Central, diviso una especie de homínidos que en un comienzo los confundió con osos, pero observándolos mejor pudo ver que eran monos rojos caminando de 2 pies.
• En 1925, a finales de la guerra civil rusa, el General del ejército rojo Mikhail Stepanovich, estaba buscando restos del ejercito blanco por la cordillera del Pamir, cuando escucharon por propia boca de los pobladores, que en las montañas habitaban hombres bestias que les robaban la cosecha y el ganado, entonces, el general pensado que eran los enemigos que estaban buscando, mando a sus hombres a atacar estos sitios, despues de un tiempo cuando regreso la compañía, estos le contaron a Mikhail sobre el encuentro con criaturas primitivas, que los atacaron con palos y producto de la lucha habían conseguido matar a uno de ellos que quedo enterrado en la nieve. El general regreso al sitio con sus soldados y ordeno que desenterraran el cuerpo, observándolo lo describió de la siguiente manera: “El cuerpo pertenecía a un hombre de 1.65 a 1.75 metros de estatura, anciano a juzgar por el color grisáceo de su cabello en varios lugares. El pecho estaba cubierto de pelo castaño y el vientre de pelo grisáceo, el color de la cara era oscuro y no tenía barba ni bigote. La criatura mu**ta yacía con los ojos abiertos y los dientes al descubierto, sus pómulos prominentes se asemejaban al tipo de rostro mongol. La criatura tenía un pecho ancho muy poderoso y músculos bien desarrollados, no encontramos ninguna diferencia anatómica entre el, y un humano”. Luego abandonaron el cuerpo en el sitio y se marcharon.
• En 1941, en plena invasión de las potencias eje sobre Rusia, Los alemanes del 1 er y 17 avo ejercito panzer, logran alcanzar la cordillera del Cáucaso, chocando en feroces batallas con el ejército rojo del Frente Transcaucásico, es en esta situación, que el coronel del ejército rojo Vargen Karapetyan, es visitado por un grupo de partisanos que le llevan un prisionero muy singular, le comentan que fue capturado en las cumbres de las montañas y pensaban que era un espía alemán por el “traje” que llevaba puesto, Vargen al mirarlo, lo describe de la siguiente forma: “El hombre cautivo estaba desnudo, peludo y cubierto de piojos; obviamente no entendía el habla y parecía ser tonto, parpadeando a menudo; evidentemente tenía miedo”. Pensado también que era un disfraz, el coronel ordena a sus hombres que le saquen el pelo, pero al notar la sangre que le salía de la piel detuvo esta acción, porque ese supuesto disfraz de aquel “espía” no lo era. Sin querer involucrarse ni saber más, Vargen Karapetyan les dijo a los partisanos que hicieran lo que quisieran con el prisionero. Pocos días después se enteró de que el preso había escapado, pero según un informe posterior se supo que el hombre salvaje había sido ejecutado como desertor tras ser juzgado.
• En 1964, el antropólogo británico Myra Shackley recorría las montañas Altai en Siberia, cuando a lo lejos con ayuda de sus binoculares, mira una familia de simios bípedos que caminaban por la ladera del monte contiguo, el los describe como seres de un pelaje rojizo y negro, este espectáculo lo miro por unos minutos hasta que esas criaturas rodearon ese monte y se perdieron de vista, posteriormente el antropólogo llego a un pueblo de lugar y contó sobre su avistamiento a los aldeanos, y estos le contaron que esas criaturas son conocidas como los Almastys, además, agregaron que ya era muy poco común verlos, pues estaban extinguiéndose.
• El investigador ruso Alexei Sitnikov y su equipo de exploradores, reportaron un encuentro muy extraño que tuvo lugar en 1993, cuando se dirigían al lago Tonee ubicado en el lejano oriente de Rusia, en la taiga Primorskaya, ellos se encontraban cruzando un rio sobre una balsa, cuando en la otra orilla se percataron de un hombre que estaba cubierto de pieles rojizas, este ser al verlos, hizo un sonido fuerte de gruñido para luego perderse entre los matorrales, inmediatamente, Alexie junto a su grupo remaron y desembarcaron rápidamente en esa orilla y comenzaron la persecución, pero no lograron alcanzar al hombre bestia, el investigador ruso en sus memorias describe: “La criatura tenía unos dos metros de altura; su pelaje era de tono oscuro no muy espeso. Su cabeza tenía forma triangular. La criatura tenía ojos pequeños, fosas nasales anchas y un agujero en lugar de una boca. El cuello no era visible, y parecía que la cabeza estaba colocada sobre hombros anchos. Poseía un torso poderoso”. Sitnikov en un comienzo confundió al ser con el hombre de las nieves, y luego de haber reunido declaraciones de la población local, incluyendo testimonios de cazadores que habían tenido encuentros similares, llego a la conclusión que lo que había visto era un Almasty.
Siendo estos hechos, una posible prueba de la existencia de un homínido quizá pariente nuestro, que ha sobrevivido paralelamente al desarrollo del hombre moderno. En la actualidad existen diversas teorías que tratan de explicar su existencia, desde que son una población reliquia de Neandertales, hasta sugerencias que los catalogan como sobrevivientes de la primera especie humana llamada Homo erectus.
Pero algo que si debemos resaltar, es que con cada anécdota descrita hasta la actualidad, se puede notar que su presencia es cada vez menguante, pues en relatos antiguos se describe manadas de Almastys, y ahora en narraciones actuales solo se cuentan sobre individuos solitarios, dándonos a entender que están desapareciendo o ya desaparecieron.
Con el tiempo su existencia pasara a ser parte de los mitos y leyendas, que los pueblos del área de Asia Central cuentan, mitos y leyendas que son parte del lado misterioso de nuestro planeta, que el ser humano en su soberbia, al veces olvida que parten de un hecho real.