10/06/2024
VI Coloquio Nacional de la Crónica
Van por el rescate de la memoria histórica de los pueblos, Cronistas de Michoacán
* Celebrado del 30 al 31 de mayo, en la ciudad de Pátzcuaro
Arturo Ceja Arellano / El Pregonero TV
Pátzcuaro, Mich., junio/10/ 2024.- El rescate de la memoria histórica de los pueblos, a través de los archivos, cronistas de la ciudad y comunitarios, así como historiadores municipales, incluyendo a los Consejos Municipales de la Crónica, a estudiosos e investigadores de esos rubros, con apoyo de los tres niveles de gobierno, instituciones educativas y de investigación, es la mayor preocupación de cronistas e historiadores que participaron en el VI Coloquio Nacional de la Crónica, que tuvo lugar del 30 al 31 de este mes de mayo en el ex Convento Jesuita de la ciudad de Pátzcuaro.
Lo anterior quedó asentado en las ponencias con las que participaron, cronistas de varios Estados de la República Mexicana y de Michoacán, cuyos trabajos fueron dados a conocer en bloques de participantes, en un ambiente literario de primer nivel, cuyos ponentes reflejaban el gusto y la satisfacción en sus rostros, ante el nerviosismo de los organizadores, que se apresuraban de manera permanente en busca de solucionar cualquier detalle que se presentara.
Después de su brillante inauguración, encabezada por el doctor, José Arturo Villaseñor Gómez, presidente de la Asociación de Cronistas por Michoacán; contando con el invaluable apoyo de Tamara Sosa Alanís, Secretaria de Cultura del Estado de Michoacán; así como de Víctor Manuel López Ceja, director del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Michoacán, el Coloquio inició con la participación del doctor Hans Roskamp, de El Colegio de Michoacán con sede en Zamora, quien disertó sobre el tema: “Historias Locales de los Pueblos Indígenas”, destacando los códices prehispánicos como formas de comunicación; la territorialización del siglo XVI-XVIII; la fundación prehispánica y la toma de posición, conquista, evangelización, la fundación de los pueblos a partir de los colonizadores, no obstante a existir pueblos indígenas; sus estratos, imprecisiones y contradicciones que hasta la fecha se viven, al existir por lo menos dos fechas de la fundación de los pueblos, disputadas por los propios colonizadores que rivalizaban por sus políticas y militancias en grupos religiosos y políticos, como el caso de Zamora y Jacona, franciscanos y agustinos, y por otro lado los virreyes, por mencionar algunos ejemplos.
Quedó claro que existieron colonizadores a los que no se da el crédito correspondiente (Fray Jacobo Daciano en Jacona, franciscano dominado por los agustinos -Fray Sebastián de la Trasierra-, quienes protagonizan interesante historia que merece cientos de páginas para narrarla mediante estudiosa investigación).
La mayoría de la historia sobre la fundación de los pueblos, tuvo su origen en los conquistadores y evangelizadores, con mayor énfasis éstos últimos, que contrataban “escribanos externos” para narrar la historia a su manera (como históricamente ha ocurrido en nuestro país, divulgándola erróneamente en los libros de texto gratuito), mandando hacer de tal manera, pueblos sobre otros pueblos ya existentes, lo cual se ha ido evidenciando y descubriendo en la República Mexicana, encontrándose vestigios de pueblos, templos ceremoniales, dioses e ídolos, sepultados por los conquistadores para borrar la huella y costumbre de nuestros antepasados, y a mismo tiempo imponer los usos y costumbres, creencias religiosas, imponiéndonos desde aquellos entonces a un dios, a muchos santos, construyendo templos, iglesias y santuarios, con sudor, sangre y muerte de los indígenas esclavizados para realizar tales trabajos, derrochándose riquezas rimbombantes, entre la vil pobreza y humillación de los pueblos y sus habitantes, como ocurre hasta la fecha.
Fue de tal forma -explicó el doctor Hans Roskamp- como se dio paso a la irracional y criminal destrucción de la memoria indígena, con severo ataque a la integridad y estatus de los pueblos, lo que urge entre historiadores y cronistas, la búsqueda inmediata de la versión auténtica, que deje en claro las verdaderas fechas sobre la fundación de los pueblos, despejando las confusiones creadas por los autores de las fechas que se celebran, sin que existan motivos para tal celebración, porque se trató de la coronación de las múltiples invasiones mal llamadas conquistas, a sangre y fuego, a golpe de espada, cegando vidas de miles y miles e indígenas que se negaban a tal sometimiento; pero dominados finalmente por la traición de otros indígenas deslumbrados con espejitos a cambio de metales preciosos “y el favor de los conquistadores”.
Ello ha dado margen a la vez, a la existencia de una visión histórica diferente, con la mezcla del pasado con el presente, urgiéndose la necesidad de rescatar la memoria histórica de los pueblos, para entrar en defensa de la misma, como instrumentos de gobierno, siempre y cuando éste se interese en ir por el rescate de esa memoria olvidada, empezando con la poca que queda en los archivos.
El investigador de El Colegio de Michoacán, Hans Roskamp, concluyó su participación destacando la gran importancia que estriba trabajar en la creación de una memoria histórica única o colectiva, para rescatar la que se ha perdido “entre la madeja de la ignorancia de algunas autoridades”, que no crean las figuras de historiador, cronista y consejos de la crónica, ni apoyan a las existentes, integradas por cierto en algunos pueblos, por cronistas que no son cronistas.
Y urgió la necesidad de dar a conocer la historia, “construir archivos y trabajar en ellos con las directrices correctas, no permitiendo jamás que se conviertan en bodegas”; hacer museos para exhibir los vestigios históricos legados por nuestros antepasados; elaborar libros y folletos con la riqueza histórica, enseñar a la juventud, promover la colaboración entre estudiosos y comunidades. “Todo eso es de gran importancia”, concluyó.
Sin lugar a dudas, los temas más abordados por los panelistas durante los dos días del Coloquio fueron: las relaciones entre Cronista-Crónica, Historiador-Historia, Archivos- Cronista-Historiador; sus quehaceres, deberes y responsabilidades; la obligación de las autoridades municipales, su deber moral, su respaldo total y absoluto del cual se carece, aunque sea un mal nacional, con mayor incidencia en el Estado se Michoacán.
Sólo el 35% de los municipios michoacanos cuentan con un cronista oficial
La participación con ponencias, por parte de panelistas procedentes de: San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit, Colima, Estado de México, Toluca, Puebla, Guanajuato, entre otras entidades, dejó muy en claro que la cultura en general: histórica, crónica, expresiones artísticas, la poesía, el canto, la música, el baile, la literatura en su conjunto, tradiciones religiosas, son algunos rubros totalmente olvidados en la inmensa mayoría en el país, con mayor énfasis en los municipios michoacanos, donde solamente el 35% de éstos cuentan con un Cronista oficial, careciendo a la vez de la figura de Historiador, así como del Consejo Municipal de la Crónica, debido principalmente a la inmensa ignorancia de algunas autoridades en turno que, en muchos de los casos, cuentan con la figura del Cronista únicamente para tratar de resaltar las fiestas patrias, así como la ilógica celebración del aniversario de la fundación de sus pueblos; mientras que el Consejo Municipal de la Crónica “jamás ha sesionado, mucho menos trabajado en el quehacer encomendado”. Por supuesto que sí existen alcaldes cultos, que sí apoyan los conceptos: historia, crónica, archivo, y destacan a nivel estatal por su buena organización; pero en la mayoría de los municipios “se encargan en sepultar las actividades culturales, artísticas, crónica, historia y archivo”.
Lo anterior, es parte principal de la pérdida de la memoria histórica de los pueblos, que se pierde desde cada trienio, al no ser actualizada su Monografía, una obligación de los presidentes municipales cada tres años, de la mano con la Secretaría de Cultura del gobierno Estatal que, dicho sea de paso, actualmente ésta trabaja en la elaboración de Monografías de varios municipios de la entidad, de la mano con la Asociación de Cronistas por Michoacán.
Resaltaron a la vez, que es obligación moral de los ayuntamientos, publicar por lo menos dos libros al año, rescatando de tal manera la memoria histórica de los pueblos; misma que se encuentra encerrada y abandonada en lo más oscuro de los archivos (la ignorancia).
Archivista, tarea ingrata que nadie comprende
Por mucho que se trabaje en un archivo, esta actividad es de las más ingratas que existe en la administración municipal, simple y sencillamente porque nadie (Nadie) la comprende, y peor aún, cuando el auténtico trabajo ordenado por la Ley General de Archivos casi no se realiza, amén de que, cuando se trabaja, no alcanzan los tres años para ejecutarlo, cuando debería ser permanente, debido a que, es común que en tres años “apenas le van agarrando la onda”, ante la falta de capacitaciones, voluntad. (Destacaron los panelistas de manera generalizada).
“El quehacer archivístico no es un juego, no es un capricho; es una obligación moral y gran responsabilidad, empezando con que, el trabajo se debe ejecutar con el interés y el apoyo del Secretario del Ayuntamiento y Sindicatura, como principales responsables del Archivo, según la Ley General de Archivos, expedida en el país en el año de 2010; así como la intervención obligada del Grupo Interdisciplinario, como principal responsable de avalar o rechazar el trabajo archivístico, como la depuración y baja documental, que en la mayoría de los municipios no se realiza, por falta de conocimientos para resguardar los archivos que conservan los valores jurídico, administrativo e histórico, acumulando de tal manera, “cantidades impresionantes de documentos-basura”.
Subrayaron los panelistas, que al archivo que no se le hace absolutamente nada, malamente se le conoce como “archivo muerto”, el cual se revive escaneándolo, digitalizándolo, editándolo e imprimiéndolo, bajo estricta y minuciosa revisión, rescatando los archivos más importantes, que terminan siendo parte del Archivo Histórico, después de pasar los por archivos de Trámite y de Conservación.; creándose además, una biblioteca digital, que permita la constante preparación del personal, a través de talleres de capacitación permanentes.
Sugirieron la recuperación de la memoria histórica, con la recopilación oral de información que guardan en su memoria las personas adultas.
Los panelistas abordaron temas por demás interesantes como: La función social del Cronista, El Cronista como figura jurídica en el nivel estatal y municipal; los Cronistas Municipales (su obligación), los Consejos Municipales de la Crónica (sus responsabilidades); y las tareas de las Asociaciones de Cronistas en el país.
Quedó muy en claro, que la figura del Cronista, así como la del Historiador, debe ser oficial, al ser reconocidos por el gobierno municipal, siempre y cuando éstos realmente se pongan a trabajar en sus obligaciones como tales; y siempre y cuando sean objetivos, serios y responsables.
Sobre el Cronista, se puntualizó en el sentido de que éste, es el que registra el instante, se convierte en el historiador de lo recién ocurrido; mientras que el historiador, es el que estudia, investiga y rescata la historia. El historiador normalmente es profesionista, mientras que el Cronista lo hace por oficio.
Normalmente en los archivos se encuentra oculta la memoria de fechas históricas, entre éstas, muchas que son totalmente desconocidas, razón por las que deben ser rescatadas y divulgadas, mediante folleros o libros, según su cantidad. “Es aquí donde se encuentra oculta de historia de hechos y acontecimientos que marcaron historia en la vida político-social de las generaciones”.
Sobre las figuras del Cronista e Historiador, quedó establecido que éstas deben darse a personas con reconocida solvencia moral y aceptación social; deben ser reconocidos, aprobados o cambiados cada tres años; dados de baja por su improductividad, incumplimiento, inasistencia o enfermedad; o bien sea, ratificarlos por su buen desempeño.
Mientras que el Consejo Municipal de la Crónica, analizado, ratificado o cambiado cada tres años, o según su actividad, entre las que destaca la responsabilidad de publicar o difundir las obras literarias, con apoyo total y decidido con recursos del ayuntamiento, por lo menos con dos obras cada año.
El Consejo Municipal de la Crónica, debe necesariamente y de manera obligada, contar con un reglamento municipal, toda vez que solamente 25 municipios michoacanos cuentan con éste. En este Consejo, deben participar: el presidente municipal y el Cronista oficial, como figuras principales, así como personas estudiosas de la crónica y la historia, con solvencia moral comprobada.
De la región Zamora, destacaron las participaciones de Cronistas de Chilchota (Javier Álvarez Magaña, con “algo de la historia de la Cañada de los Once Pueblos”); Vista Hermosa, (Armando Quezada Solís”, con el tema “Don José María Martínez Negrete”); Zamora, Ignacio Herrera Vega, con el tema “El Conflicto Cristero”, (cronista no oficial); y Jacona, Arturo Ceja Arellano, con el tema “La fe mueve montañas. Hallazgo de la Virgen de Lourdes” (Cronista Comunitario no oficial), así como la presentación del libro “Cancionero Michoacano”, del Dr. Álvaro Ochoa Serrano, investigador de El Colegio de Michoacán.
Se dio a conocer la intención de sostener el diálogo, con apoyo de la Secretaría de Cultura del gobierno estatal, con congresistas del nuevo período legislativo, para solicitar su apoyo para realizar un análisis concienzudo y responsable acerca de la situación que prevalece con los archivos, historiadores y cronistas, para que pestos reciban el nombramiento oficial de los ayuntamientos, pero, sobre todo, el apoyo que necesitan estos para ir por el rescate de la memoria histórica de los pueblos.
Se agradeció profundamente la intervención de la Secretaría de Cultura de Michoacán, encabezado por la licenciada Tamara Sosa Alanís, por dependencias como el INAH, instituciones como El Colegio de Michoacán, y el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Michoacán, que con su apoyo han fortalecido las actividades de la Asociación de Cronistas por Michoacán, que cada día crece más con la llegada de nuevos cronistas, de municipios que no se habían integrado.
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