27/08/2021
La bipolar relación entre Werner Herzog y Klaus Kinski
Werner Herzog es uno de los cineastas más aclamados de todos los tiempos. El director de películas como Aguirre, Wrath of God (1972), Nosferatu (1979), Fitzcarraldo (1982) y Grizzly Man (2005) le debe mucho de su éxito (y casi todos los problemas de sus rodajes) al actor Klaus Kinski.
Kinski era reconocido por ser extremadamente violento e impulsivo. Se peleaba con los demás actores y contradecía cada instrucción de Herzog. Tal era su mal carácter que llegó a lastimar a un actor, golpeándolo de más en la cabeza para una escena (llevaba casco, pero éste no evitó el fuerte golpe), disparar con un rifle a extras porque no lo dejaban dormir, y en varias oportunidades amenazó con renunciar.
También es recordado el sinfín de peleas que tuvo con el director en Fitzcarraldo (1982), mismas que ocasionaron que los habitantes indígenas de la región sudamericana le ofrecieran a Herzog "deshacerse" del actor.
“Conozco la energía y la llamada locura [de Kinski]... y sé cómo evocarla, cómo darle vida. Es por eso que él se siente seguro cuando trabajamos juntos porque sabe que puedo darle vida a sus cualidades más íntimas ante la cámara".
Herzog relata todo esto en su documental Mi mejor amigo (1999), recomendadísimo trabajo sobre el costo de las obras maestras del cine alemán que definieron la historia del cine moderno a través de la demencial relación entre Kinski y Herzog.