27/04/2022
“The world of the generous gets larger and larger; the world of the stingy gets smaller and smaller.”
Proverbs 11:24 MSG
Hoy escuche este versículo y retumbo en mi corazón. Siempre he tenido el deseo de comerme al mundo, de ser una niña de mundo, llena de cultura y experiencias, aquella que el mundo se le hace infinito. Y es que amo la sensación de conocer otra ciudad y sentirme pequeña por salir de mi burbuja pues esa pequeñez me da libertad: libertad de que el mundo no esta girando alrededor de ti. Los viajeros decimos “Hay un mundo por descubrir”.
Pero cuando leo esto me doy cuenta que tu mundo no se hace más grande con un boleto de avión. Se hace más grande cuando eres generoso. Y tiene lógica. Abres tanto tu panorama que te des cuenta que no todo se trata de ti.
Estoy retada a ser más generosa desde que inicio el año. Lo siento necesario para poder ver más allá de mi espejo y dejar de ensimismarme en mis problemas, mis fallas, mis capacidades y mis logros. Quiero que mi mundo sea tan grande que pueda ayudar a otros, celebrar a otros, amar a otros.
Y la única respuesta para que eso pase es ser más generosa con mi tiempo, mis recursos, mis palabras y todo lo que tengo en las manos.
Y esto me hace entender que cuando me he dejado de sentir plena es porque deje de dar. Por que tal vez la medida de nuestra generosidad si es la medida de nuestra plenitud.
Oro para que seamos más generosas (os) y cada vez nuestro mundo se haga más grande, oro para que todo apunte a Jesús y se trate de Él y oro para que tomes ese boleto de avión y te vayas plena (o) ya con tu mundo muy grande.
“El mundo de los generosos se hace cada vez más grande; el mundo de los tacaños se hace cada vez más pequeño”.
Proverbios 11:24
Con cariño. Kari