01/09/2023
TUMBA VACÍA
Desde tiempos antiguos la humanidad le a temido a los vampiros, algunos los ven como un ser romántico que es capaz de amar por toda la eternidad, se vive con este miedo así nunca se haya visto uno de ellos, es así que en mi pueblo San Rafael, un pueblo adornado de ríos y montañas, pero también con la creencia de brujas y vampiros, fue así que un hombre del campo que murió en extrañas circunstancias, porque el mismo anunció su muerte, después de morir avisó a su familia , dicen muchos haberlo visto después de mu**to, esa es una historia que ya narré, se dijo por lo que sucedió en su muerte y entierro que tenía un pacto con el diablo, pero el párroco de aquel entonces dijo que no era tal, que aquel era un vampiro y estaba dispuesto a pasarse por mu**to para huir de algunos personajes que sabían su secreto, mismos personajes que advirtieron al sacerdote, fue así que se llevaron a cabo una serie de medidas de seguridad para que este personaje no pudiera volver a la vida, primero su ataúd fue lleno de ajos, amarrado el cadáver con cadenas, en las puerta del ataúd se dejaron puntas de plata bañadas en agua bendita, después de cerrar el ataúd también fue amarrado con cadenas, después de esto se hizo una jaula y se encerró el ataúd, solo una persona tenía las llaves de esta seguridad, el párroco.
El párroco le pidió encarecidamente al sepulturero que cuidara aquella tumba por siete días, tiempo en que se decía que aquel debía volver a la vida y salir de su tumba, de no ser así debía permanecer cuatro años enterrado, tiempo en el que se le debía clavar un estaca de madera seca, en los planes del sacerdote estaba esperar los siete días y luego clavar la estaca en su corazón, todo esto lo hacía con consentimiento de la familia, unas personas muy creyentes y que sabían que con su padre y esposo pasaba algo que no era normal, los primeros tres días el sepulturero no sintió nada en aquella tumba, era un joven poco creyente de éstas cosas, así que no sentía temor, su rutina era llegar a eso de las cinco y media, antes de oscurecer e irse cuando ya estuviera de día por completo, órdenes estrictas del sacerdote, esa cuarta noche se fumaba un ci******lo tranquilo y silbando una canción, hacía poco su reloj había dado las doce, cuando una voz le preguntó si no había un ci******lo para el, o al menos una fumada, el joven se puso de pie, pensaba más que alguien se había entrado al cementerio a robar artículos de las tumbas, levantó su linterna y alumbró a todos lados, no vio a nadie, una carcajada sonora le hizo notar de donde había venido la voz y la risa, de la tumba que el custodiaba, en ese momento sintió terror, el mismo quería infundirse ánimos, diciéndose así mismo que aquello no podía ser, un hombre después de tres días de sepultado no podía estar vivo, la risa se hizo más fuerte aún, sácame de aquí amigo y te daré lo que pidas, le dijo esa voz desde la tumba, el se santiguó y empezó a rezar, las carcajadas llenaban todo el cementerio, escuchó como eso que había en la tumba se movía, no sólo aquel hombre o demonio volvía a la vida, en todas las tumbas se escuchaban ruidos, los mu***os se estaban despertando, el miedo lo embargó hasta los huesos, olvidó lo que hacía allí y huyó.
Fue corriendo donde el sacerdote a contarle lo ocurrido, este se vistió como pudo, con rosario en mano y una jarra llena de agua bendita fue al cementerio, diciéndole una sarta de improperios al joven por abandonar la tumba, cuando llegaron al cementerio, todo allí estaba en calma, el sacerdote no se fijo en más nada que en la tumba del supuesto vampiro, estaba intacta, quiso reprender al sepulturero por esa falsa alarma, pero para corroborar que este no había mentido, seis cadáveres se habían salido de sus tumbas y estaban tirados en el suelo, eran los últimos seis que se habían enterrado, uno de ellos había sido ese mismo día, ya que los cadáveres estuvieran fuera era algo para aterrarse, pero lo más extraño y terrorífico es que todos estaban secos, como si algo se les hubiese chupado los fluidos que les quedaba y solo estaba su piel cubriendo los huesos, eran momias, sacerdote y sacristán se pusieron en la labor de volverlos a enterrar, ya no olían a nada estaban secos por completo, el sacerdote amaneció allí con el joven, el mismo que al día siguiente renunció, el sacerdote le rogó no hacerlo, el joven no cambió de parecer, no quería saber nada de mu***os en su vida, recalcó.
Esa noche siguiente el sacerdote fue a prestar guardia en la tumba, armado de su rosario y agua bendita, al día siguiente lo encontraron mu**to, lo habían atacado en el cuello con una arma pequeña y puntiaguda, la tumba estaba abierta, al parecer el mismo abrió las cerraduras, aunque la tumba se encontraba abierta el cadáver del supuesto vampiro seguía allí, doce cadáveres salidos de sus tumbas se encontraban tirados en el cementerio, como los anteriores, secos, en momia, el joven sepulturero contó lo vivido la noche anterior, así que los lugareños y el sacerdote encargado que quedaba , echaron de nuevo las cerraduras y guardaron las llaves, cuatro años después que se debían sacar los restos mortales, el sacerdote no permitió que lo hicieran, su tumba sigue ahí en ese viejo cementerio, el sepulturero asegura que allí sólo queda un cuerpo mu**to, el vampiro huyó la noche que mató al sacerdote.
Posdata : cuando se sacaron los restos del sacerdote cuatro años después, no encontraron ningún cuerpo, ni restos de este, la tumba estaba vacía.