20/06/2024
Aven, el espectáculo más feliz del mundo, está en México
La búsqueda de la felicidad y la libertad, que oscila entre bailar, volar y flotar, es la dinámica que define al espectáculo Aven, de la compañía argentina Fuerza Bruta, la cual recrea elementos de la naturaleza y desafía la gravedad, oscilando entre lo inmersivo y sensorial.
En el Frontón México, en una sala vacía y con telones negros, sólo con un par de puestos a los costados donde se ofrecen diversas bebidas, se desarrolla exitoso show a escala mundial, cuya producción promete ser una experiencia individual, pero que se comparte en lo colectivo.
El público deambula en el espacio donde se desarrollan las diversas escenas performáticas, sin hilo conductor, que sobresale por la combinación de equipo tecnológico, la fortaleza física de los artistas, el diseño de sonido, así como por la participación del público, que además de grabar con el celular, puede tocar algunas de las plataformas u objetos que aparecen a lo largo del evento, el cual tiene una duración de 75 minutos.
Aven, desde su inicio, impone su premisa lúdica, con un diyéi que al ritmo de su alegre baile comienza a ambientar el lugar, donde lo mismo corren con desenfado los niños, así como las parejas o grupos de personas charlan y beben animadamente. No falta un solitario que observa cada uno de los instantes que transcurren entre el mar de personas ni las luces estroboscópicas, el agua, el humo y una que otra potente explosión de papeles que inundan el recinto.
Después, al cambio de luces, aparece un grupo de percusionistas sobre el único escenario existente en el recinto, donde al ritmo festivo e intenso de sus instrumentos se atrae la atención de los espectadores. Un gran globo, que bien podría ser el planeta, es la base alrededor del cual tres artistas con arneses corren y realizan movimien-tos alucinantes.
Luego aparece una especie de pecera rectangular, que cuelga con una mujer adentro, quien salpica con sus movimientos a quienes desde abajo observan su actuación; después aparece otro de los artistas, quien emula su expresión corporal, pero desde el exterior de la caja transparente.
Una escena más resurge en una especie de gran cilindro, dentro del cual un hombre sube y baja, desafía la gravedad entre miles de papelitos mientras ejecuta acrobacias. El impacto es mayor por el cambio de luces y la fortaleza del integrante de Fuerza Bruta en esa lucha que sostiene contra los efectos de la naturaleza y la gravedad. Un esfuerzo similar se despliega en una cinta caminadora, donde los artistas bailan a contracorriente del ritmo que establece la máquina.
Fuerza Bruta regresó a México con el estreno internacional de Aven, que suma más de 5 mil 800 representaciones en 56 ciudades de 28 Países de América, Europa y Asia, así como más de 2.6 millones de boletos vendidos.
No obstante, la gran producción no está exenta de imprevistos, pues el pasado viernes se canceló la función de las 19 horas debido a fallas técnicas, casi a media hora de haber iniciado las escenas performáticas. Una voz en off pidió al público salir de la sala, donde sólo permaneció algunos minutos. Luego una integrante de la producción anunció la cancelación de la función y ofrecieron otro boleto para una fecha posterior. El disgusto de los asistentes fue evidente.
Aven transcurre en el aire, entre el público y el transitar por el espacio. La performancera Flor Nena explicó que cada función requiere de gran rendimiento físico y la preparación ha sido fundamental entre los 14 artistas que aparecen a lo largo de la presentación.
Soy bailarina y desde que llegué a Fuerza Bruta también entreno la parte actoral. Mi trayectoria inició hace 10 años y llevo dos con esta compañía. Tuve la fortuna de ser parte de la primera camada de este espectáculo, de estar en el proceso creativo y en prueba y error.
En el show, dijo la artista de 29 años, “hago un poco de todo: bailar, actuar, performance. Son roles que se rotan cada día, todos sabemos de ellos y los alternamos; no tengo un lugar específico y puedo cambiar por diferentes escenas, de lo cual nos enteramos antes de la función”.
Sobre el impacto que causa Aven entre los espectadores, explicó: Además de que todo el tiempo se reciben estímulos diferentes hay algo muy lindo en las presentaciones, por eso es el espectáculo más feliz del mundo. Tiene las ganas de transmitir más, no sé si emociones positivas, pero sí que invitan a sentir euforia, ganas de bailar o atreverse a entrar en la imaginación y situarse en otros lugares.
En Aven, que continúa en temporada en el Frontón México (casi frente al Monumento a la Revolución), donde no todos los espectadores ven la misma obra ni experimentan lo mismo, también se pueden hacer historias, videos e infinidad de fotos, siempre sin flash.