03/11/2024
LA CATRINA EN TLAXCALILLA
Ya vienen acercándose las catrinas y catrines,
ya vienen presurosas con muy fatales fines.
¡Ay, San Bartolito!, ¡Díos nos guarde la hora!
Ya viene la catrina por mi gente trabajadora.
¡Ay, San Bartolito! haz que por un lado le camine,
que si viene para Tlaxca, sea por los tazos dorados y los morros alucine.
Elegante dama de escuálida y triste figura,
vienes a llevarte unos cuantos,
van camino a la sepultura.
Pobres ilusos, incautos,
llevarme a todos es mi postura,
de nada sirve que huyan en autos, ya no hay remedio para su llanto, listas están ya sus tumbas frías, pues de la muerte son estos días.
Vamos andando —dijo la muerte temprana y cantando.
Vuestro destino ya ha sido trazado,
pasaré por El Carmen cargando
con tanto trailero atascado.
Vamos andando —dijo la muerte temprana y cantando,
pasaré por El Sitio, con esos texanos, con todo y sus trockas llorando,
porque hay en el cerro agujeros que están esperando.
Aunque lo quieran no acabo, esto apenas ha comenzado,
—así dijo la muerte, en aquel desolado.
Voy por veredas de un pueblo apartado, de tristes fachadas, Xajay, es llamado.
Viejos recuerdos de aquel hacendado,
voy por ustedes y no es para tanto,
ya hay rezanderas, con flores y velas, que rompieron en llanto.
Los de La Cruz han sido marcados
y aunque los caminos mantengan bloqueados,
no importa se escondan, serán encontrados.
¡Ay, pobre "Chelelo"!, no importa qué digas, rimes y escribas estás sentenciado.
Triste final por ser desdichados,
no habrá cruz en su tumba,
ni serán enterrados,
al fondo, en la presa, quedarán remojados.
¡Ah! ¡pero qué cosa!, ¡soy la muerte alevosa!
Vengo en pos de muchas almas y muchos mu**tos a la fosa.
¡Ah! ¡pero qué cosa!, ya no rinde para nada, está noche tenebrosa.
Varios pueblos caminado y muchas vidas cosechado,
de rancho en rancho y de orilla a orilla
¡Ah! ¡pero qué cosa!, ¡Ya le toca a Tlaxcalilla!.
¡Ahí va la catrina! ¡Viene entrando!
En el grupo de WhatsApp lo reportaron,
¡Atentos todos!, ¡Que avisen al Delegado!
—Demasiado tarde, fue el primero que me he llevado—
tampoco le avisen a Charly, ni a Iván Ramos, ésos dos también ya están sepultados...
De calle en calle fué paseando y uno a uno se fue llevando.
En La Bohemia, todo tirado, luces parpadeando y el humo de cigarro,
nadie con vida ha quedado.
En la pastelería de Brenda los pasteles se quedaron, con cuatro cirios la velaron.
Todo el pueblo con machetes y palos, en el kiosco están reunidos,
!Hay que acabar con la muerte! —gritan todos enardecidos—
Nadie se dió cuenta, pero ya ningúno estaba vivo.
No hay talleres de costura,
Tlaxcalilla está desolada,
las calles lucen vacías, ¡Qué locura,
de verdad que no queda nada!,
no hay borrachos como antes se miraba.
En las carnicerías todos mu**tos,
incluidos bueyes y puercos,
qué esperaban, qué les digo,
¡Todos mu**tos! Allá con Don Juan Cruz y con Rodrigo.
No hay alitas, ni hamburguesas,
ni Maruchan preparada,
La Finca está vacía y de Laura no se sabe nada,
la misma historia en La Bodega, Diana está enterrada,
Genarito desapareció, con los pedidos que llevaba;
y en la Pizzería Gaby ¡Madre santa! se vió a la huesuda que cenaba.
Ya no hay tacos en ninguna taquería,
ni siquiera con los barrios,
les llegó la muerte tan traidora,
se llevó a las muchachas, a Chela y a Fabiola.
La tortillería de César, rechinando, mientras él en el panteón reposando.
La Sra. Paty y sus carnavalitos se quedaron fermentando.
Un poco ebria, de pulque que había tomado,
la muerte a los de los camiones se ha llevado,
ahora sí, no habrá quejas, ni reclamos porqué no han pasado.
Las fugas de agua, así quedaron, con todos los del comité ha cargado.
Rápidamente la noticia se ha extendido, que en Tlaxcalilla, no queda nadie vivo.
¡Soy la muerte!, La dama de negro seductora.
Susurros y lamentos, sus vidas se apagaron.
No importa cuánto corran, su sepelio es ahora.
Vuelen cuervos con aquellos que su alma me entregaron.
Vuelen cuervos y que digan lo que ha pasado en Tlaxcalilla,
que en la noche de los mu**tos, vino por todos la catrina...
Ya me voy, ya me toca retirarme,
¡Ah, qué noches!, ¡Qué jornadas tan cansadas!.
Vuelvo pronto, no se alarmen, ya mis patas están hinchadas,
necesito recargar mis pilas,
con un buen trago, con un buen vino, de aquél que vende los tequilas.
Pediré un taxi, caminar no puedo,
¡Me lleva la muerte! ¡Qué descuido!
¿Cómo le hago si ya a todos me he llevado?
Espera un poco... ¡Me falta el vaquero mentado!
Buenas noches, señora, pero ¿Qué ha pasado?
—No preguntes y hazme mi traslado
¿A dónde la llevo? Usted perdone
¿Sabés dónde vive "El Danés", "el perro afamado"?....
Una disculpa por los que no he mencionado,
pero es que mi tiempo está ya contado,
cómo a ése René Silahua, el independiente muy votado
o la Florería Marbella, ésa, la de Lalo.
¡Ah, qué la chi... Me faltó ése enfadoso de Don Vargas y su grito tan castroso, por ése si me regreso o no tendré reposo.
𝓜𝓪𝓾𝓻𝓲𝓬𝓲𝓸 𝓩𝓪𝓶𝓪𝓻𝓻ó𝓷 𝓝𝓲𝓮𝓽𝓸
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